Cartas a una sirena.

"A nuestras enseñanzas"

Si tengo que hablar del tiempo
Te diré del que me falta.
Si hablo de nuestro amor
Siempre doy aunque no tenga.
Concibo que el mañana llega
Pero no es hoy,
Y lo que hoy está pasando
Para el ayer es "pasará".
Hay sirenas que nadan,
Otras que no saben
Y otras que se ahogan en mares
Y tiroteos.
¿Hay valentía en aquellos
Que se lanzan sin miedo
A dejar de vivir?
¿O acaso soy yo que doy miedo
Queriendo no darlo
Por esa parte fiera que surge
De mi pecho al pensar en ti?
Ya no estamos destinados.
Ya no somos uno.
Y me he dado cuenta de que sigo siendo uno sin ti.
Para mí la madurez no radica
En la partida del niño
Que existe en mi corazón.
Tampoco es igual ser listo
Que ser inteligente;
Que una mentira no vuela
Más lenta que el rumor;
Y que los mentirosos cojean
Menos que el cojo,
Por mucho que pese.
Los padres un día fueron hijos,
Mis hijos, algún día, serán padres.
Mis miedos los viven otros,
Los fuerzan otros,
Y los curan otros.
Cada día que me salto del calendario
Es por recordarte dándome clases
De filosofía de manta y nicho,
De noche; como todos los días.
Si fuera el mar y tú esta sirena
Que yo veo,
Me habrías enseñado hasta
Aquella gran tontería
De dejarte vivir en mí.