"A la melancolía"

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Ha llegado la noche, primera desde la bahía.

Añoro tanto sus brazos que los míos me sobran; deseo tanto besarla como deseo no poder hacerlo más. Mis cartas en desuso, como mis palabras, a nadie en mi barco sin velas hará el parecer cambiar.


Cuando me asomo, mar adentro, una mujer medio pez me continúa los sueños. Quién podría decirme a mí que haría migas con un ser tan singular. Necesito un sueño nuevo, pero que me deje reposar.


¿Sus labios estarán besando mi recuerdo o los labios de otro?

¿Cuánto más me queda solo, sin ella, aún rodeado?


"Ni lo sé, ni me importa", diría mi capitán. "Ni lo sabemos, ni nos importa", dirían mis compañeros. O tal vez no, y se compadecieran, pero me niego a intentarlo.

Como olvidarte, me vuelvo a dormir, negando intentarlo...

Cartas a una sirena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora