Capítulo 19

494 45 40
                                    

25 de diciembre, 2016

Querida Karlie:

Nunca pensé que volvería a utilizar tu nombre en este diario. Jamás creí que despertaría viva hoy por la mañana. De hecho, cuando abrí mis ojos, creí que te vería a mi lado, porque tu aroma estaba invadiendo mis fosas nasales. Pero no, tan solo me había quedado dormida sobre la cama, con mi suéter abrigando mi cuerpo.

A pesar del tiempo, de los días. De cada segundo que pasa, tu nombre siempre ha seguido presente, aunque no fuera en mi escritura.

No puedo evitar hablar de ello. Quisiera hablarte de otras cosas, pero ahora mi vida rodea la tuya.
Todo lo que me pase, de alguna forma estas involucrada en ello.

Quizá te preguntarás el por qué.

Estoy escribiendo con tu nombre, mi amada Karlie. Sólo para contarte la historia.

Desperté con el deseo de querer morir.
Como nada me quedaba, no había nada por qué vivir.

Fui directo a la cocina y busque entre los licores algo fuerte y poderoso, que me hiciera borrarme de este mundo, para así, cuando llegase el momento de partir. No darme cuenta de nada.

Saque un vaso de vidrio y lo llene de Ron añejado.  Lleve mi cuerpo hasta el living, con las manos ocupadas de alcohol. Fue increíble verme así, estaba desesperada.

Pero antes de poner mi trasero en el sofá, el timbre sonó y mis ganas de morir se desplazaron a un lugar recóndito de mi mente.

De todas formas, gruñir no me hizo mal, y levanté la voz frustrada. No podía creer que alguien estuviera llamando a mi puerta para saber de mí.

Abrí la puerta dejando entrar la brisa y la luz mañanera. Apestaba a Navidad.

— Hola Taylor... ¿Cómo estás?

Dejé la puerta entre abierta para que pudiera pasar.

— No era necesario que viniera Señora Miller.

Contesté fría, dolida. Algo cansada. Mis ganas de morir habían regresado.

— Megan te ha traído un regalo.

Pues no me había fijado. Venía con la pequeña tomada de la mano y yo tan despistada, ni me había dado cuenta.

Tomé el alcohol con apuro y lo lleve hasta la cocina. Al parecer y con mi poca discreción, no tuve éxito en esconder el veneno. Avery cambio su gesto de esperanza a pena y preocupación.

— Taylor... ¿Estuviste bebiendo? —su voz sonó tan suave y delicada. No sentí que me estuviera retando y para mí, eso era bueno.

— No alcance a probar ni una gota —le dije antes de acercarme a ella y a Megan. Me puse en cuclillas para quedar a la altura de la pequeña y con melancolía, la salude.

Cogí el regalo que me ofreció y en seguida lo abrí. Aunque no tuviera ganas de hacerlo.

Entonces, después de todo el papel enmarañado, sostuve una foto con un marco de colores, decorando la impresión. No pude evitar llorar, porque la foto me había regresado a la tierra. Tan fuerte, mi aterrizaje fue duro y consecuente.

Diario De Un Amor Platonico ⚜ Kaylor Fanfic #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora