La ocupante

9 años: CAPITULO 1

¡Cameron ha cumplido nueve años! ¿Qué pasará? Descubridlo en este capítulo, el cual está dedicado a MONICA. Te quiero miiiiiii. Si quieres que te regale un capítulo, déjame un comentario. Espero que os guste.

Hoy es mi cumpleaños. Todo el mundo está ajetreado.

Los vigilantes corren de un lado a otro. Pilot se coloca la corbata cada vez que da un paso.

No se ponen así por mí, sino porque viene el Jurado.

No tengo mucho miedo. Serán como Pilot. O quizá mejores.

-Buenos días cumpleañera- es Pol. Me trae a la cama un plato de tortitas.

-¿Qué hora es?- pregunto medio dormida.

-Las diez Cammy

-¡¿Qué?!¡Pilot me matará!

Voy corriendo al armario, cojo ropa, voy al baño y en cinco minutos estoy lista.

-Ya...ya estoy.

-Cammy, tranquila. Es tu cumpleaños. Se está permitido que llegues tarde y que desayunes en la cama.

-¡Qué susto!

Sé qué es la furia de Pilot.

Hace tres semanas, llegué tarde al comedor. Tuve que lavar la ropa sucia de todos los vigilantes y los platos, también sucios.

Tardé más de tres horas.

Desde aquel día, estoy en el comedor dos o tres minutos antes de la hora.

-Feliz cumpleaños- dice dándome un paquete envuelto con papel de periódico.- es de mi parte, no de la de Pilot.

Lo abro con entusiasmo. Es un MP3 con unos auriculares rosas.

-Gracias- digo- pero es que no hay música, y necesito internet para poder descargarme música de un ordenador a este aparato.

-Pilot te dejará subir a la sala de ordenadores.

-¿Tenemos sala de ordenadores?- pregunto. Ya me considero de este sitio.

-Sí, y aunque parezca imposible, tienen internet.

-¡No puede ser!- bromeo. Siempre los llamo vejestorios a todos los vigilantes.

-Lo sé, cuando me enteré yo también flipé en colores, y también en blanco y en negro.

Me río. Esa expresión nos la inventamos cuando a Richard, un vigilante, se le cayó todos los platos del comedor y se tuvo que sentar conmigo una semana. Pol me escuchó cuando la dije, y ahora siempre la utilizamos los dos.

-Creo que Pilot tiene un regalo para ti, pero no estoy muy seguro. Me acuerdo que en el cumpleaños de Rebecca, una antigua "ocupante", Pilot le regaló una serpiente. A la mañana siguiente, nos encontramos a Rebecca muerta. Si te fijas en la raíz más pequeña que sobresale del olivo, está escrito su nombre.

-¿Y por qué no está en el murete?- pregunto.

-Ahí solo están las que Pilot considera que son importantes.

-¿Y solo escribe sus nombres cuando mueren?

-No, se escribe cuando cumplen trece.

-Ah, vale.

-Bueno, ya está bien de tanta cháchara. Es hora de comerse las toritas.

Me como dos y las otras las guardo en el armario.

Miro a Pol.

Sé que él no es una mala persona. Aunque rapte niños, seguro que lo hace por algún motivo.

-Pídeme cualquier cosa, Cammy. Hoy ha de ser el mejor día de tu vida.

-Quiero que me contestes a una pregunta.

-Dispara.

-¿Por qué estás aquí? Es decir, ¿por qué raptas niños?

-Eso no, Cameron- se pone serio.

-No quería enfadarte, pero me lo has dicho.

-Lo siento Cammy, pero eso no.

Se levanta y se marcha. Me enfado con él.

¿Por qué no me lo quiere decir?

¿Acaso me esconde algo?

Salgo de la habitación unos diez minutos más tarde.

Pilot está fuera.

-Felicidades, Cam.

-Gracias- digo malhumorada.

-Tienes derecho a preguntarme lo que quieras. Es tu cumpleaños.

Se parece a lo que me ha dicho Pol antes.

-Muy bien, pero júrame antes algo.

-Vale.

-Júrame que me contestarás lo que quiera que te pregunte con total sinceridad.

-Lo juro.

-Muy bien- digo. Pienso bien la pregunta. Ya la tengo- ¿Por qué me raptasteis a mí?

-Sabía que me lo preguntarías.

-Entonces sabrás que contestar- gruño.

-Sí, lo sé.

-Pues, dispara.

-Bien. Tu madre trabaja en una empresa. Pero no en una empresa normal. Trabaja en un servicio de espías. Ella es la jefa. Tiene mucho dinero, Cameron. Para ella, tú eres una carga. Sólo un gasto de su apreciado dinero.

-¿Y mi hermana qué?

-Cam, tu hermana trabaja con ella. Está empezando a entrenarse.

-Y me raptasteis para que os diera dinero- murmuro.

-Sí, pero no nos lo ha dado. Quiere que nos quedemos contigo. No te quiere, Cameron.

Salgo corriendo entre lagrimas.

Llego al olivo. Me siento y miro al árbol.

-Para- me digo- ya vasta. Acéptalo. Llorar no cambiará las cosas.

Sollozo.

-Bufff- resoplo. Después inspiro profundamente.- Ya está.

¿Espías? ¿Pilot dice la verdad?¿Cumpleaños?¿Le dejarán subir arriba? Todo esto y mucho más en el capítulo de la semana que viene.