CAPÍTULO 6

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Lleva dos días en mi cama.

Llevo dos noches durmiendo en el suelo.

Es de noche.

Él duerme.

Solo me cubren las piernas una sábana que me encontré tirada en la lavandería.

Ayer hablé con Pilot.

Estaba decepcionado.

Le preocupaba mi comportamiento, mi manera de ser, mi autodominio y mi fuerza.

-No seas tan violenta. No eres un chico- me dijo.

Es verdad, no lo soy. Pero Shawn es un chico y no se sabe defender.

Ayer le dije que tenía que aprender a pelear, porque en el Pirone nada era fácil

Decido levantarme. No puedo dormir

Miro por la ventana.

La noche es oscura, no hay estrellas y la luna está casi llena.

El viento choca contra mi cara y hace que entrecierre los ojos.

Me giro hacia Shawn.

Está despierto.

-Cam- dice.

-Duérmete- le contesto.

-Es que no puedo. He estado pensando todo lo que me ha pasado y...

-Shawn, sobre eso, te tengo que decir algo.

-Dime.

-No puedes continuar así. Si un día yo no estoy o no puedo estar contigo, te has de saber proteger. No soy tu niñera. Creo que estás lo suficientemente capacitado como para pegarle un puñetazo a Pol.

-Tienes razón. Soy dos años mayor que tú y no me sé defender.

Le miro a los ojos.

A sus ojos castaños

-Tranquilo, te enseñaré.

No quiero que se preocupe por nada ni por nadie.

No sé cuánto tiempo pasaremos aquí, ni cuánto tiempo permaneceremos juntos.

Me despierto gracias al estridente sonido de la alarma.

-Shawn- susurro.

Me incorporo.

Entonces, me doy cuenta de que no hay nadie en la cama.

-¡Mierda!

Me visto lo más rápido que puedo.

Salgo al pasillo.

-¡Pol!-grito al encontrármelo merodeando por el pasillo.

-Dime- contesta serio.

-¿Qué has hecho con Shawn?

-Nada.

-Venga ya. Todos sabemos que tienes celos de que me caiga mejor Shawn de lo que me llegaste a caer tú. Eres un envidioso.

Se agacha hasta ponerse a mi altura.

-Mira Cameron. Te voy a decir algo que te servirá para toda tu vida. No eres el centro de atención del mundo. De hecho, la mitad de los que están en el Pirone no se acuerdan ni de tu nombre. Tu marca es lo que te hace conocida, no tu ser. Ahora vete y déjame en paz. Y recapacita sobre lo que te he dicho niñata. Algún día de estos, Shawn te dejará tirada y desaparecerá de tu vida para siempre. Entonces, cuando llegue ese día, lo único que dirás de Shawn será: "Y yo estuve enamorada de ese gilipollas"

-No estoy enamorada de él.

-Y entonces yo soy Campanilla. Anda vete al comedor. Y no te quiero volver a ver.

Le abrazo. Le echaba de menos. Muchísimo.

-Quita empalagosa.

-Adiós Polly Pocket.

Sonríe.

Lo sabía.

Él también me hecha de menos.

Entro al comedor con una sonrisa.

-Hola- saluda alguien.

Me giro.

Es Shawn.

-¿Dónde estabas? Me has asustado.

-Estaba investigando.

-Ah.

Cojo un bol y lo lleno de trocitos pelados de mango.

-No te olvides del tenedor- comenta Shawn con una sonrisa en la cara y sosteniendo un tenedor.

-Gracias- digo de mal humor arrebatándole el cubierto.

-Vale, aquí pasa algo.

-No pasa nada Shawn.

Nos sentamos en la mesa de siempre.

-¿Y por qué estás así?

-Creo que tú también estarías así si tu mejor amigo hubiera desaparecido por la mañana y tuviera una amenaza de muerte.

-Vale quizá tienes razón.

-¿Quizá? Siempre la tengo.

Se ríe.

Le miro sus ojos azules como el océano, y su melena rubia como el desierto.

Pol tenía razón.

La ocupanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora