La oscuridad ataca Hogwarts

Recuerdos de amor

El otoño comenzaba a asomar sus colores, el frío comenzaba a aparecer y los Malfoy se preparaban para pelear.

-Hermione sabes qué día es hoy?

-Martes?.-preguntó ella sin mirarlo.

-Si, que fecha?

-5 de octubre, Draco estás bien?.-preguntó Hermione bajando su periódico, frente a ella estaba un hermoso ramo de claveles y una enorme caja.

-Feliz aniversario.-sonrío Draco

-Draco oh Dios mío lo siento tanto.-dijo Hermione llevándose las manos a la cara.

-Casarte conmigo?.-preguntó Draco en tono de broma, le quitó las manos de la cara y ella pudo ver su media sonrisa.

-Olvide nuestro aniversario!

-No importa.-dijo Draco tomándola en sus brazos.

-Si importa, mira se nota que te esmeraste, no sé por qué lo olvide o es que con todo lo que tengo que hacer y el ministerio.

-Lo se amor, pronto serás ministra.

-O no, el ministro todavía durará años.

-Solo respira si, y deja de llorar que estás arruinando nuestro aniversario.-dijo Draco de nuevo con burla y Hermione lo miró con el ceño fruncido.

-Tengo que trabajar.-dijo Hermione con un puchero y abrazándolo para ponerse frente a él.

-Aquí nadie irá a trabajar.-dijo Draco cargándola y llevándola hacia las escaleras.

-Pero Draco.-dijo Hermione aún pegada a él.

-Nada de peros, hable con tu jefe y dijo que te deseara un feliz aniversario.-dijo Draco con su característica sonrisa de haber conseguido lo que quería.

Draco la llevó a la alcoba y la recostó en la cama, se recostó junto a ella y le sonrió, ella no podía parar de mirarlo, su cabello rubio intenso, sus ojos grises que la miraban con amor, su sonrisa que la había enamorado desde el primer momento en que la vio, su actitud altanera que aunque aveces la molestaba siempre la había atraído hacia el, por qué ella era exactamente igual cuando se trataba de la escuela, cada una de las cosas que caracterizaban a Draco Malfoy, Hermione las conocía, sabía sus tics nerviosos y sus manías, conocía todo de él, sabía cómo lo habían criado y aunque el jamás lo mostrará, eso lo había convertido en el hombre que era, no se imaginaba compartir su vida con otro hombre que no fuera Draco, aunque hubo un vago momento donde llegó a pensar que tal ves, había otro hombre que llenaría su vida, pero ese pensamiento se esfumó con una sola sonrisa de Draco.

-Que estás pensando?.-preguntó Draco mirándola a los ojos.

-En ti.-dijo Hermione dandole un beso.

-Y que exactamente?

-En lo tierno, amable, cariñoso, egocéntrico, mimado, guapo, llorón y tierno que eres.-dijo dándole un beso acompañando cada palabra.

-Mimado?

-Es lo único que niegas?.-dijo Hermione juguetonamente.

-Y lo llorón.-dijo él cruzándose de brazos.

-Si que lo eres.-dijo mirando su reloj.-Dios mío son las 6, Draco llevamos horas en la cama.

-Y?.-dijo Draco besándola

-Bueno es que no.-dijo Hermione entre dientes, pero ya no volvió a protestar.

Era primavera, las flores crecían en los terrenos de Hogwarts, dos chicos susurraban hechizos contra las flores que aún estaban dormidas.