La oscuridad ataca Hogwarts

¿Soy malo?

Patrick apareció entre las sombras y un destello de felicidad alumbró a su familia, Hermione corrió hacia a el, con Draco y Narcisa pisandole los talones pero vio que entre sus brazos no tenia a su hijo, si no a una persona que la había atormentado los últimos años.

Hermione levanto su varita

Que hace ella aquí.-dijo apuntándole

-Es mi madre, la humana.- dijo Patrick mirando la varita de Hermione

-Hermione tranquila.- dijo Narcisa haciendola bajar la varita

-Donde esta Colin? .- dijo Draco

-No lo se,el no estaba conmigo, pensé que estaba con ustedes.-dijo Patrick asustado mirando a todos lados.

Colin despertó mirando un mar de estrellas, entre oscuridad.

-Mamá?

Su voz resonó entre el silencio y el se estremeció, eso significaba que era malo? Había caído en la oscuridad cuando Alison cayo?

-Colin.- escucho un gritó, reconocia esa voz, era su madre

-Mamiiii.- dijo gritando con todas sus fuerzas

Entre las sombras fueron apareciendo uno a uno las personas que más amaba en el mundo, no podía creer que había creido ser malo, no era malo, no podía ser malo, Aurora tenía razón, el era bueno, porque los tenia a ellos.

Corrio hacia su familia con todas sus fuerzas y llego hasta su madre, la miro de lejos y ella estaba llorando, le sonrió y camino el espacio que los separaba, Hermione extendió sus brazos y abrazo a su pequeño, a su dulce hijo.

-Mi niño.-dijo ella apretandolo entre sus brazos- Crei que te perdia.

-Nunca mamá, nunca.- dijo Colin sollozando.

Miro a su alrededor y supo, que estaría bien, que todo estaría bien, su padre se acerco a el y también su hermano, se abrazaron y Colin sintió la ausencia de su hermanita.

-Tenemos que volver a casa.-dijo sonriendo a todos.

Mientras se acercaban al castillo vieron abrirse la puerta principal y de ella salió Albus Dumbledore.

-No saben cuanto me alegro de que todo saliera bien, de que todos ustedes crecieran, y lamento mucho si mis decisiones los perjudicaron.- dijo Dumbledore.

Todos lo miraron como podía esperarse, con nostalgia, hacia tanto tiempo que habían olvidado como se escuchaba su amado profesor.

-Creo que es hora de que nos vayamos, no tiene que disculparse con nosotros, sabemos que hizo lo mejor que pudo.- dijo Draco sonriendo al profesor.

-Le agradezco sus enseñanzas, no creo que pudiera haberlo hecho mejor sin usted.- dijo Harry

-Espero que así sea.- dijo el profesor sonriendo.

Poco a poco fueron desapareciendo en grupos para regresar a su tiempo, el profesor dumbledore y la profesora Mcgonagall se quedaron solos en el centro del patio cuando el último grupo se fue.

-Bueno, será mejor que vayamos a educar a esos jóvenes, para que salgan tan bien como parecen.- dijo Dumbledore tomando un dulce de limón de su tunica y ofreciendo uno a la profesora Mcgonagall que lo rechazo con cordialidad, como siempre.

La reunión familiar no se hizo esperar, adultos y niños se abrazaron uno a uno, Hermione busco con desespero a su pequeña hija, quien los esperaba con ancia, Hermione miro a su alrededor y se dio cuenta de lo afortunada que era, de la gran familia que habían formado, de todas las personas que tenia en su vida, siempre las había dado por sentadas pero ahora después de lo que habían luchado no tenia duda que era la mujer más afortunada del mundo, más de lo que nunca se habia sentido, porque los tenia a ellos, la imagen era hermosa, todas esas familias, formaban su familia, así habia criado a sus hijos, entendiendo que el amor era lo más importante, que lo más importante eran las personas que los amaban, sonrio a Draco, Harry, Ron, Pansy, Astoria, Ginny, Daphne, Blaise, Theo, Patrick, Susan, incluso a Snape, todos se habían vuelto su familia, jamas lo imagino, nunca imagino tener tantas personas, tanto amor.

-Vamos a casa.-dijo Hermione mirando a todos.

-A casa.- dijo Harry sonriéndole

Todos se miraron y supieron que serian una familia hasta el final.