19.

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Taehyung


Esta vez éramos ambos los que nos encontrábamos acostados debajo del árbol navideño, un poco exhaustos por la acción del mediodía. Mirábamos la variedad de colores de las luces, mi rostro descansaba sobre su pecho y mi mano inquieta acariciaba el abdomen del menor.

— ¿Qué pensarías si te digo para que recibamos el año nuevo en casa de mis padres?

—¿T-tus padres?—Su voz tembló y asentí.—Pero Tae. ¿No crees que es demasiado?

—¿Porqué lo sería? —Levanté la vista hacía él.

—Supongo porqué están acostumbrados a que seas un mujeriego y...

—¿Y qué? Me importa una mierda. Todas esas mujeres nunca me hicieron sentir lo que tu, a ti te amo a ellas no.-Él suspiró y asintió un poco desconcertado.— Confía en mi, todo estará bien. —Besé su mejilla.

—¿Lo prometes?—Me miró con inocencia y sonreí entrelazando nuestros dedos para llevar su mano a mi boca y besarla.

—Es una promesa.—Y la sellamos con un casto beso y multitud de risas.

...

31 de diciembre.

—Luces demasiado tierno con eso encima. —Reí al ver el gorro de lana con una bola de pelos gigante que cargaba puesto sobre su cabeza.

Él frunció el ceño e intentó golpearme pero el gran abrigo que cargaba puesto no lo permitía ni moverse provocandome otra carcajada.—¿Tanto frío tienes?

—Este invierno parece un congelador.-Dijo abrazándose así mismo y suspiró haciendo que humo blanco saliera de su boca.

— Deberías intentar hacer círculos con la boca, ya que no fumas, pues aprovechas el frío.-Bromeé y este me propicionó un codazo.—¡Auch! —Hice un puchero.

—Tarado.—Puso sus ojos en blanco y sonreí abrazándolo por la cintura.

—Mi conejillo de nariz fría.—Besé la punta de su nariz y tomé su mano caminando hacía la entrada de la casa de mis padres.—¿Estas nervioso?—Le miré.

—Un poco, pero estoy listo.—Apretó mi mano y me sonrió, contagiándome.

Toqué el timbre un par de veces y luego me encontré con mis padres en la puerta sonriendo de lado a lado, me recibieron entre abrazos y luego la vista de ellos se fijó en Jeon.

—¿Quién es este dulce chico?—Preguntó mi madre haciéndolo sonrojar. Miré a Jeon guiñándole un ojo y luego volví mi mirada hacía mis padres.

—Se los diré formalmente en la mesa, esto requiere de ello.—Sonreí y mis padres me devolvieron la sonrisa un poco confusos.

Hasta ahora las cosas iban bien, nos mantuvimos en la sala de estar tomando un poco de calor gracias a la chimenea y mi madre no paraba de sacarle conversación a Jeon lo cual era gracioso porque él siempre ha sido un poco tímido en cuanto socializar.

Mientras tanto yo, ayudé a mi padre a preparar algunas cosas en la cocina para luego poner la mesa. Siempre acostumbrábamos a ello porque mi madre decía que era injusto que no hiciéramos por lo menos algo cuándo ella hacía la cena de fin de año.

A la hora de cenar, Jeon se sentó a mi lado y pasamos un buen rato en familia entre bromas y risas. 

—Usted cocina muy bien, señora Kim.—Dijo Jeon sin levantar la mirada por la vergüenza.

—Aw, este niño es tan dulce.—Admitió mi madre.—Hijo ¿Qué era lo tan formal que tenías que decirnos? —Sonrió llevando sus ojos hacía mi.

Ya era el momento de estar sin rodeos, así que entrelacé mi mano con la de Jeon y le di una mirada confortable antes de abrir mis labios hacía mis padres. —Mamá, Papá.—Tragué saliva.— Jeon y yo tenemos una relación sería, ha sido el chico que ha robado mi corazón y de quién me enamoré. Espero que puedan...—Antes de terminar la frase mi Padre me interrumpió.

Last HeartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora