29.

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Jungkook. 

Todas las miradas se dirigieron a él, estaban tan atónitos como yo.

Blake se levantó despacio como si lo hubieran agarrado con las manos en la masa y Tae lo empujó bruscamente a un lado, sorprendiendo a sus propios amigos.

Se agachó a mi altura y acarició mi cabello preocupado, mi corazón aceleró. —¿Estás bien?—Preguntó y tragué saliva asintiendo.

—¿Cómo puedes tocar a un maricón? —Gritó Sotta por detrás y Tae volteó fulminándolo con la mirada.

—¡No lo llames así! —Dijo Tae más como una orden.

—Lo llamo por lo que es. ¿No te das cuenta? Estos dos idiotas son ex novios. Son unos inútiles homosexuales —Gritó Blake causándome asco por como se refería a nosotros, sabía que los únicos idiotas eran ellos.

Taehyung me observó de vuelta y pude ver el terror en sus ojos, allí caí en cuenta que él había notado lo fuerte que estaba la situación.— ¿Lo saben? —Murmuró, apenas logrando escucharle y yo solo asentí. Sus largos dedos se deslizaron por su rostro y se colocó sobre sus pies al tiempo que yo lo hice. Jin solo se encontraba viendo el momento en silencio, al igual que el resto.

—¿No crees que ya es momento de decirlo? —Pregunté completamente serio.

—Jungkook, Yo...—Sabía por dónde venía, sabía lo que diría y no lo dejaría terminar.

—Me estoy cansando.—Le interrumpí dando un gran suspiro.—Este es el mejor momento ¿O acaso no piensas siquiera defenderme? Soy la "burla" de la escuela —Dije haciendo comillas con mis dedos.—Pero tu solo estás allí, observando y callando como siempre haces.—¿Cuánto mas voy a tener que aguantar esto? Te estoy dando una oportunidad en bandejas de plata, tu verás si lo tomas o lo dejas, ya es suficiente para mí. —Sentí como mi corazón estaba a punto de estallar con lo último que dije, pero, no quería perder las esperanzas del momento.

—¿Qué es lo que tanto tienes que decir? —Preguntó Sotta con la mirada fija en su amigo. Tae solo comenzó a mirar a su alrededor, sus labios se abrían y yo solo tenía los pelos de punta.

—No tengo nada que decir. —Declaró como si nada y mi corazón cayó, me derrumbé por completo. Toda la espera había sido en vano, todas mis malditas ilusiones se habían ido a la mierda. Cuándo comenzaba a verle sentido a la vida, no fue más que un juego.

Mis ojos comenzaron a humedecerse pero no gastaría saliva en él, nunca más. Tampoco iba a dejarme ver débil frente a ellos, así que lentamente me di vuelta y comencé a caminar rápidamente.

Escuché que me llamaban, las voces me decían que se trataban de Jin y Tae. Pero, yo no quería saber de nadie más.  Taehyung  había comenzado a gritar, todo un alboroto de voces se había formado, pero estaba lo suficientemente lejos como para saber sobre lo que ellos hablaban, tampoco era de mi interés.

Corrí con fuerza tratando de llegar lo más antes posible a casa, necesitaba hacerlo antes de que Tae llegara, no quería volver a verlo nunca más si era posible. Él me causaba más dolor que mis pesadillas, él estaba reviviendo todos mis miedos dentro de mi cabeza. Él... Se había quedado con mi corazón.

Lo que más dolía era saber que la persona en quien tanto confié e incluso me abrí más que con mi propia madre, me haya hecho la peor traición de mi vida. Que me haya mentido y prometido cosas que hasta él mismo sabia que no podría con la carga.

Quizás Jin tenía razón, yo sólo había sido un experimento. Nada más que eso.

Entré a la sala prácticamente lanzándome al sofá sollozando, nunca había estado tan roto. Estaba solo otra vez sin una mano que pudiera levantarme, con fuertes ganas de no querer existir, volviendo a pensar que yo no debería estar en este mundo. Sólo había llegado para causar problemas o para ser la diversión del resto, pero eso ya se había acabado, este ha sido mi límite.

Subí las escaleras hacía la habitación y rápidamente comencé a sacar toda mi ropa, mis pertenencias para ponerlas dentro de la maleta. No pensaba esperar que regresara, a partir de este día no pensaba verlo jamás.

Cómo pude tomé un taxi y mi madre ya me esperaba en la puerta,  no era necesario preguntar, ella lo sabía todo. Sus brazos me rodearon y me volví aquél niño inseguro que temía de que su padre llegara en algún momento y lo golpease, que temía de lo que había en el exterior.

Todo simplemente había vuelto.  No quería escuchar palabras cómo "vendrán más personas" pero como toda madre, fue lo que ella me dijo aunque no quisiera aceptarlo.

"No llores más, él no volverá por que lo hagas."

Kim Taehyung.

Antes de que si quiera pudiera haberlo tomado del brazo, Jungkook había corrido y no fui capaz de ir detrás de él como debí. Mis pies estaban pegados sobre el suelo y sólo podía escuchar a mis amigos decir: "al fin se marchó el maricón" "ya no molestará."

Mi puño se cerró cuando la rabia se apoderó de mi ser y no lo pensé ni dos veces para ir directo contra Blake, impactando el golpe sobre su nariz. Pude escuchar la expresión de todos al asombrarse, pero de verdad no lo soportaba más. Yo había sido un completo idiota.

—T-taehyung...—Tartamudeó Sotta sorprendido mientras levantaba a mi amigo y los fulminé cegado por la furia.

—¿Qué maldita razón tienen para haberlo tratado así o casi querer golpearlo? ¿Qué hubiera pasado si no llego, eh? ¿¡Lo hubieras hecho!? —Me exalté casi abalanzándome sobre ellos, pero varios me tomaron tratando de calmarme al mismo tiempo que me zafé de inmediato. —¿Es por qué tiene gustos diferentes? ¿Te gustaría que te golpearan y te hicieran sentir como un pedazo de mierda solo porque amas a una chica? —Traté de tomar aire para no volver a golpearlo y me pasé las manos por el rostro.—Nadie tiene porque obligar a alguien a cambiar lo que le hace feliz, deja ser a las personas ¿hasta cuando serán así?

—Tae, tu siempre has sido peor que nosotros. —Dijo Blake componiéndose.

—Las cosas cambiaron cuando me tocó estar en los zapatos de esas personas, porque no entiendas como se siente no significa que tengas que ser una mierda, ni siquiera sabes por lo que ellos pasan o si ya tienen alguna otra situación crítica que resolver como para estar aguantando mierdas de un pobre diablo. —Apreté mis dientes con rabia y mis amigos  retrocedieron un poco como si no me reconocieran.—¿Quieren saber quién era ese "maricón"? —Levanté mis cejas siendo bastante sarcástico.— Ese maricón, es mi novio.—Grité eufórico casi enrojecido.—Ese chico es él único que me ha hecho sentir lo que ninguna chica con la que andan ustedes o incluso ustedes como amigos, han podido lograr. Si ustedes supieran el valor que tiene para mi ese hombre, no andarían con niñerías. ¿Y saben qué? ¡Yo! —Me señalé bruscamente aun mirándoles fijo, el silencio me rodeaba.— Soy el más grande maricón aquí porque me encanta.

—L-lo sentimos...—Murmuró Blake cabizbajo y todos comenzaron a imitarle.—De saber que eras así no hubiéramos hecho esto, sabes que eres nuestro hermano y te apoyaríamos en todo.

—¿Solo porque se trata de mi? Esto no es por mi, es por todos. Porque sea yo no lo hace más importante.—Escupí dándome la vuelta sobre mis talones y antes de dar si quiera un paso, dije unas últimas palabras.—Yo era el hermano de ustedes, ya no lo seré más.

Last HeartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora