RECUERDOS

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Su casa, un hogar pequeño pero en el que se podía respirar tranquilidad, una atmósfera de amor y ternura alimentada por las fotos familiares colgadas en las paredes de la sala; hablamos un poco mientras el en la cocina preparaba un poco de comida para ofrecerme, Jorge, así se llamaba ese hombre que con su amabilidad me había caído como un ángel del cielo, no creo en las casualidades pero habérmelo encontrado esa vez parece haber sido una de ellas, bueno eso creía.

Me invitó a sentarme en su mesa y deleitar la rica comida que había preparado para mi, con tantas cosas extrañas sucediendo, yo sin poder recordar nada aún lo ultimo que había pensado era que tenia mi estomago vació, así que de inmediato me puse manos a la obra.

El golpe del metal de la cuchara contra la loza del plato y el retumbe del vidrio del vaso contra la madera de la mesa anunciaba que había terminado de comer ese arroz con carne asada que me había brindado jorge mientras lucía un delantal blanco un poco sucio por el uso que al parecer su esposa le daba a diario.

Se nota que tenias hambre, —me dijo mientras sonría.—Se lo que se siente, quieres mas?.


A pesar que la cantidad de comida que el me había ofrecido fue bastante, todavía era capaz de comerme una vaca entera y con un poco de pena le dije que sì, además la carne asada es uno de mis platos favoritos.
En la entrada de la casa se escucha el sonido de los pernos moviéndose a medida que la llave entra en la cerradura de la puerta principal por la que entra una señora cargando un bolso en su hombro derecho mientras en su brazo izquierdo cargaba un pequeño niño, viva imagen del policía.

¿Que pasa aquí?, ¿quien es este? ,—Exclamó la señora.

Amor es un gran amigo que llego de viaje y no tenia donde quedarse, así que se quedará aquí por un tiempo, —le contestó jorge.

te presento a mi esposa y mi hijo.

De inmediato me levante de la mesa y le dije:

Mucho gusto señora, mi nombre es Andres.

La señora se notaba que no estaba del todo convencida pero me respondió:

Mucho gusto, yo soy Maria y el es Jorge Armando; —mientras miraba al bebé.

y cuéntame de ¿donde vienes?

Los nervios se apoderaron de mi, no se me podía ocurrir nada en ese momento así que miré a Jorge mientras me servia mas comida el le dijo:

El es de santorini, eso queda casi llegando a barlovento es poco conocido eso por allá.

Empecé a comer para así poder tener mas tiempo de responder cualquier cosa que ella quisiera preguntarme, jorge le ofreció comida, cambiando el tema de conversación, para que asi dejara de concentrarse en mi, ella al parecer había comido algo en camino así que prefirió irse a su recamara, pero mientras la señora María subía las escaleras para dirigirse a su habitación no me quitaba la mirada de encima, en la cual se notaba cierto tono de desconfianza.

Mas tarde ya instalado en una de las habitaciones de la casa de Jorge, en un cuarto pequeño, me encontraba sentado en el borde de la cama viendo como entraban los rayos de luz por la ventana todavía tratando de entender como había llegado hasta ese punto de mi vida y no saber como.

Jorge se asoma a la puerta

Estas cómodo?

No es la mejor suite del mundo pero es lo mejor que tengo para ti.

Si claro.. no te preocupes, esto es suficiente, muchas gracias.

Duerme bien, hablamos mañana.

justo antes de cerrar la puerta para alejarse a su habitación le dije:

Espera, quiero que me digas algo, Por que haces todo esto por mi?

Por que somos muy buenos amigos, solo que no lo recuerdas.

Cerró la puerta y se marchó , en el silencio inquietante de la casa pude quedarme dormido por lo que calculo fueron aproximadamente unas 2 horas después de las cuales me desperté un poco agitado, sudando, y desesperado debido a un extraño sueño que tuve, donde me encontraba en un lugar que no recuerdo haber visto pero en el que me da la sensación de haber estado.

Al día siguiente cuando por fin amaneció, bajé a saludar y ahí estaba jorge, su esposa y el pequeño Jorge Armando tomando su desayuno, un rico cereal con leche, se notaba en su inocente rostro que lo estaba disfrutando, Jorge me mira sonríe y me dice:

Buenos días, como pasaste la noche en tu suite? jaja

Jaja muy cómodo

La señora María que tenía un empleo de medio tiempo se levanta de la mesa, había terminado su desayuno se despide de Jorge y de mi para irse a trabajar y dejar al pequeño Jorge Armando con su padre.

Aprovechando que la esposa de Jorge se había ido le conté que tuve unos sueños extraños estaba en un lugar que nunca había visto con otras personas, pero yo estaba muy demacrado y ahí me iban a ayudar o algo así.

El sonrío, sabía de lo que le estaba hablando.

Eso no fue un sueño, son recuerdos.

Te lo dije poco a poco irás recordándolo todo.

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