DESORIENTADO

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Sentía como el agua subía por mis piernas, escuchaba la brisa y las olas del mar, mi boca estaba muy salada, mi cabeza queria partirse en dos, abrí los ojos,  desperté de una pesadilla que no parecía terminar; ante mí, arena y a lo lejos gente jugando y tomando el sol, no sabia donde estaba y peor aún, no sabia quien era.

Como pude me levanté de la arena, se me dificultaba respirar, los músculos me dolían, caminar no era fácil, parecía que fuera la primera vez que lo hiciera. Al recorrer unos metros reaccioné y me di cuenta que no llevaba ropa puesta, corrí hasta una pequeña tienda mientras me cubría con lo que iba encontrando en el camino; pero que podría decir al llegar allá y no parecer un pervertido exhibicionista, mientras más me acercaba seguía pensando que argumento solido y creíble podría utilizar, así que solo se me ocurrió una cosa.

Al llegar había un señor en el mostrador sonriendo como si se hubiera acordado de algún chiste:

Señor, disculpe por llegar aquí así, pero unos amigos me jugaron una broma en la playa y me han dejado sin ropa, usted no tendrá algo que me preste?

Claro hijo, no te preocupes, —me decía mientras seguía riendo.

caminó hacia dentro de su negocio, al parecer el chiste era bueno, yo solo miraba a todas partes y rogaba por que nadie llegara en ese momento, mire el reloj que marcaba las 4:40 pm, el señor no demoró ni un minuto cuando ya estaba de regreso, en su mano derecha traía una pantaloneta, me la entregó y por su etiqueta me di cuenta que era nueva.

—Muchas gracias señor, apenas recupere mi billetera regresaré a pagarle.

No hijo tranquilo y cuídate más de tus amigos. Me dijo el señor y sonrió.

—No señor, usted vive de esto, yo regresaré y se lo pagaré,— le decía dándole la espalda mientras metía mi pierna derecha en la pantaloneta. De nuevo le di las gracias al señor que aun sonreía, salí de ese lugar caminando por la calle sin saber hacia donde ir o que hacer.

Caminaba por el pasto que había al lado del anden, ya que el asfalto de la calle estaba caliente por el fuerte sol típico de una playa, de repente siento que alguien posa su mano sobre mi hombro derecho y me dice:
disculpe joven, —en lo más profundo de mi sentía que esa voz ya la había escuchado antes, pero no sabia dónde, rápidamente intenté recordar pero mi mente seguida vacía, deprisa me doy la vuelta y noto que es un agente de policía.

joven, una persona que estaban en la playa se acercó a y me dijo que había un muchacho desnudo durmiendo en la arena y que después lo vió corriendo por ahí, la descripción que me dieron es similar a la suya, —me decía mientras me miraba fijamente cada vez mas y en su cara parecía como si me conociera, como si me hubiera visto en alguna parte pero no supiera donde, lo único que pude decirle fue lo mismo que al señor tendero, y aun me seguía mirando con su cara de incertidumbre, cuando de pronto me preguntó: —¿como te llamas?,—lo único que pude hacer fue guardar silencio, estaba claro que algo quería conocer de mi, enseguida pensé en inventar un nombre pero soltó otra pregunta: —¿ de donde eres?, —trataba de pensar en algo que expresar, pero el problema estaba en si me preguntaba algo del lugar de donde venía y antes de pronunciar una sola palabra me dijo:

No lo sabes ¿cierto?

—No sabes de donde vienes ni tampoco como te llamas, yo también pase por lo mismo Andrés

El me llamaba Andrés, no entendía por que, pero algo dentro de mi me decía que el no mentía.

No te preocupes eso es normal, —exclamó el policía,

a mi me pasó lo mismo, por el viaje, pero con el tiempo vas a empezar a recordar poco a poco.

¿Pero quien es este tipo?, ¿Como que a él le paso lo mismo?, ¿de que viaje me hablaba?, sin esperar se lo pregunté a lo cual me respondió :

Si, es muy confuso, yo también pase por lo mismo
mientras me daba palmadas en el hombro.

Pero ven vamos a mi casa y te quedas allá mientras te recuperas y decides que vas a hacer.

Exclamó mientras se dibujaba una leve sonrisa en su rostro la cual me inspiraba confianza, por eso decidí ir con él, igual no sabia donde estaba, no conocía a nadie y ese sujeto si parecía conocerme a mi y saber de donde venia.

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