.Capítulo 18.

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Narra Chocolate:

Abrí mis ojos con dificultad porque alguien me estaba apuntado con una linterna.

-¡Para!- Dije molesto.

-Llegó tu sorpresa cariño.- Dijo la tabla sonriendo falsamente.

Veo una lamparita de techo que apunta a alguien aunque no puedo distinguir a quien.

Chica tabla da dos pasos a la derecha con su estúpida sonrisa falsa dejando ver a la persona que estaba allí.

La chica quien estaba atada al igual que yo a una silla, tenía un corto pelo negro y mojado, levantó la cabeza y pude ver quien era.

-¿Cuatro ojos?- Dije asustado, temiendo a la respuesta.

No podía verla muy bien pero pude distinguir que tenía un corte en la cara al igual que yo.
Temblaba.

-Si.- Dijo débilmente, mirándome fijamente a los ojos.

Grité enfurecido.

-¡MALDITA ZORRA!- Grite una y otra vez.- ¡Prometiste que si me encontrabas a mi la dejarías en paz!

La vista confundida de cuatro ojos se fijaba en mi. Con un brillo de miedo, confusión y debilidad en sus ojos.

-Si. Lo se, lo se.- Dijo riendo.- Pero queríamos divertirnos más...

-¿Queríamos?- Pregunte furioso.

-Si, así es.

Se acercó a Cuatro ojos con un cuchillo en mano.

-¡Ni te atrevas a tocarla hija de perra!- Grité.- ¡Si lo haces te quedarás sin extensiones!

-Cariño.- Dijo pasando el cuchillo por el cabello de mi mejor amiga.- Se que estas asustada... Pero sabes.- Dijo falsamente.- Me gusta divertirme, ya sabes. Una vida sin diversión no existe... Me gusta hacer daño y ser la número uno. Pero tú siempre me dejas como segunda. Y ahora, llega tu merecido.

Cuatro ojos tenía los ojos cerrados, temblando de miedo.

Mientras yo, con mucha furia intentaba desatarme, aunque no lo conseguía.

-Bueno.- Siguió hablando.- Te contaré una historia. Tú amiguito de allá, quiso salvar tu vida. Poner en riesgo la suya para salvar tu plano culo. Que mal que no lo hayas perdonado... Me has echo llorar. Pero bueno. Como yo soy una perra, decidí romper una promesa y matar dos pájaros de un tiro. Le traje una sorpresa a tu mejor amiguito, su joya más preciada. Le pasa por zorra. Y aquí estas...

-¿Cómo y porque han echo esto?- Pregunte.

-Primero y los más importa, te responderé el "Cómo".-Dijo acercándose a la puerta.- Jamás podría hacer esto sola...

-Porque eres una hueca.- Escupió Cuatro ojos.

-Tú cierras la boca.- Dijo apuntandole con el cuchillo.- Y bien... como decía. Con mis amigas y contactos, logramos encontrarlos. Pero hay algo que le va a doler mucho a tu amiguita.- Dijo mirando a Cuatro ojos, fingiendo llorar.

La puerta se abrió y entró un hombre.

-Les presentó al jefe de todo esto.- Dijo con una sonrisa mirando a cuatro ojos quien tenía los ojos cristalizados mirando al hombre.

Me di vuelta y lo vi...

Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora