PLACERES

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Sus carnosos labios recorrían mi cuello con pasión, metí mis dedos en su cabello mientras soltaba un ligero y casi inaudible gemido, su cuerpo junto al mío parecía encajar a la perfección, como dos piezas de un rompe cabezas, sentí su mano debajo de mi ropa interior tocando con dulzura mi entre pierna.

Como pude, le quite los pantalones y me di cuenta de que no usaba ropa interior, si miembro era increíblemente llamativo, tome fuerza para ponerme sobre él, sus ojos brillaron deseosos, comencé a besar su hermoso abdomen mientras descendía poco a poco.

Llegue hasta su miembro y sin pensármelo dos veces comencé a lamberlo como si de una paleta de dulce se tratara, James gimió de placer, podía sentir como iba creciendo dentro de mí, en determinado punto decidí llegar hasta el fondo, mi nariz toco su abdomen bajo y él se retorció de placer.

Tomo mi rostro entre sus manos y me beso, abrió un pequeño cajón que reposaba al lado de la cama para sacar un condón, sonrió con malicia mientras me lo tendía, con la yema de los dedos logre abrirlo y colocarlo correctamente, tome con fuerza sus hombros para acomodarlo boca abajo, tente su suave trasero listo para atacar.

-Despacio-dijo en voz baja mientras yo hacia mi trabajo.

James se aferro con fuerza a sus sabanas de seda mientras yo me movía con calma, conforme veía que se acostumbrara a mis movimientos fui acelerándolos hasta que pude escuchar el choque de nuestros cuerpos, gotas de sudor comenzaron a bañar su fornida espalda.

Consiguió girarse para poder verme a los ojos, su hermoso cabello se adhería a su frente por el sudor, hasta ese instante no me había percatado de que en su brazo derecho tenía un tatuaje de un león, había otro detalle más en él pero no tuve tiempo de admirarlo porque James me beso con dulzura.

Rodeo mi cintura con sus desnudas piernas mientras me movía con soltura, mis movimientos eran cada vez más rápidos y fuertes, su cálido aliento golpeaba contra mi rostro cada vez que nuestros cuerpos chocaban, todos mis sentidos estaban conectados en el, en este instante.

-Sigue así-mencionó entre jadeos.

-Lo que ordenes-respondí después de darle otro beso.

El delicioso aroma de su perfume armonizaba aun más el momento, tomé con fuerza su cuerpo y lo levante sobre mis brazos, él sonrió mientras rodeaba mi cuello, le encerré entre la blanquecina pared mientras me seguía moviendo.

-Me voy a correr-mencionó agitadamente.

Me detuve un poco para dejar que hiciera lo suyo, me hinque ante el al mismo tiempo que se masturbaba con fuerza, acaricie sus fuertes piernas a la espera de que el explotara, de pronto, sin poder controlarse comenzó a experimentar un orgasmo y sin previo aviso, de su miembro brotaron barios chorros de semen que bañaron mi abdomen.

-Te toca a ti-dijo sin aliento.

Me llevo de nuevo a la cama, me obligó a recostarme mientras él acariciaba mi cuerpo desnudo, tomó mis brazos y los puso sobre mi cabeza dando la impresión de estar amarrados por una cuerda invisible.

-No los muevas-ordenó.

Descendió hasta mi miembro y lo metió en su boca, contuve la respiración al sentir su calor, su húmeda lengua jugaba con mi ser de tal manera que me resultaba cada vez más difícil mantener mis brazos inmóviles, sentía un cosquilleo por todo el cuerpo, me aferre a las sabanas de la cama para no bajarlas por ningún motivo.

-Me voy a correr-dije a duras penas.

Los músculos de mi abdomen se contrajeron, me mordí el labio para ahogar un gemido desesperado, de repente, sentí como mi ser entero explotaba en placer puro, todo mi semen se derramo dentro de la boca de James pero a él no pareció importarle porque continuo jugando con mi miembro, sentí una gota de sudor resbalar por mi frente mientras trataba de controlar mis sentidos.

-Nada mal- añadió James después de un rato.

-Ni que lo digas, estuvo genial.

-¿Te apetece una ducha?-preguntó.

-Solo si estas tu en ella-respondí. 

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