Mis manos agarraron con fuerza al fregadero, inclinando mi peso sobre este
mientras trataba de controlar mi respiración. Levanté la cabeza frente al
espejo tratando de calmarme. No podía creer lo avanzadas que las acciones
de Harry estaban. Es como que no le importaba si alguien veía. Me di unas
palmaditas en los bolsillos para revisar mi teléfono.
"Rayos".
Lo había dejado en mi bolso, en la mesa, con Harry. Mi corazón se hundió en
la comprensión de que no tenía a nadie para contactar. Sacudí mi cabeza, mi
pelo balanceándose de lado a lado.
"No puedo hacer esto." Hablé con mi misma.
Eché un vistazo a mi reflejo en el espejo de nuevo, no creo que jamás haya
estado más asustada. Frenéticamente caminaba de lado a lado de la del
inodoro vacío, tratando de ver mis opciones. Podía volver y encarar a Harry o
podía escapar. Mis ojos se dirigieron hacia la ventana y rápidamente opté por
la segunda opción.
Mis manos alcanzaron la ventana abierta, yo estaba a punto de subir cuando la
puerta se abrió. Para mi alivio giré para ver a la camarera que nos había
atendido.
"¿Eres Bo?", Preguntó.
Asentí con la cabeza y esperé a que continuara.
"El muchacho con el que estabas me pidió ver cómo estabas."
"Oh, Dios".
Ella se acercó a mí, cogiendo mi mano y moviéndome hacia un lado.
"¿D-dónde está?"
"Él está esperando fuera de la puerta." Susurró preocupada.
Mis ojos se abrieron a lo que ella me dijo. Su cabeza se volcó hacia la ventana
abierta y luego de vuelta a mí. Era evidente que sabía lo que había estado
tratando de hacer antes de que ella llegara.
"Vaya". Ella me dio un empujón hacia la ventana. "Le diré que usted no estaba
aquí."
"Gracias." Sonreí.
Me agarré de la repisa de la ventana, tirando de mí hacia arriba. Miré hacia
atrás para verla salir del baño.
"¿Qué?", Oí un grito en voz baja al otro lado de la puerta.
"Mierda".
Me senté con las piernas colgando por la ventana. Pero justo antes de que
saltara la corta distancia hasta el suelo la puerta del baño se abrió. Los ojos
oscuros de Harry quedándose en los míos. Su mirada enojada rápidamente se
transformó en una sonrisa y me di cuenta que era divertido para él. Una
persecución.
***
Corrí tan rápido como pude a lo largo del paseo marítimo, el aire más frío que
cuando había llegado. Mi cabello largo volando detrás de mí. Rápidamente