Discutimos la información que Liam divulgó en la fiesta.
Había sido difícil chismear sobre lo que hablaban en su encuentro con él. Harry aún no me diría sobre la persona que había tomado sus pensamientos cuando el tema fue abordado. Pero eso no importaba, al menos estaba hablando sobre esto; Tomé eso de una manera positiva tomando en cuenta su necesidad de embotellar las cosas.
Fue algunas semanas antes cuando decidimos visitar su viejo vecindario y las memorias bloqueadas en el paisaje. No he forzado o presionado la situación, no estaba en el lugar para hacerlo. Fue solo como estábamos volviendo de la visita a su hermana que un desvió había sido hecho y el había dejado el auto en la acera justo afuera del parque.
“Jess y yo solíamos venir aquí para jugar en los columpios. Mamá nos daba algo de dinero para helado, pero yo no quería el mío, Se lo di a Jess y ella compró dos bolas en vez de una “
Era inusualmente callado, Los buenos meses de verano transformados en los colores flamantes de otoño. Harry tomo mi mano, navegando en un aparente grupo familiar de hojas en el camino. Era lindo; Un parque clásico con bancas y arboles, Un olor a tierra que me llevo de vuelta a mí. El arco, Una puerta de metal fue abierta para mí, procedí a tomar ventaja sobre el gesto caballeroso que había tenido Harry, Entrando al vacío lugar de juegos con él siguiéndome. Sonreí al escuchar unos chillidos encantadores; el pequeño niño escondiéndose en el fuerte de madera mientras su papá lo buscaba. El suelo acolchado por cortezas bajo mis botas mientras camino junto a Harry a través de un conjunto de columpios. La chaqueta que él usaba fue cerrada hasta su cuello, peleando para suprimir la brisa ventosa. Empujaba mis manos en mis bolsillos, Ligeramente empujaba sus zapatos con los míos. Me indicó con gusto como era su posición.
“Nosotros hubiéramos comprado helado y hubiéramos venido aquí. Ella hubiera insistido en obtener rocío y que yo tuviera el copo de helado de chocolate,” Su expresión se suavizo con el recuerdo.
“Había un grupo de niños; Reconocí a algunos de donde vivíamos. Ellos golpearon su cono de su mano y se rieron de ella.” Me quede en el columpio junto a Harry, Tan Inmersa en sus palabras, que pude verlos jugar ante mis ojos. Una joven Jess y su pequeño hermano. Había visto fotos de ellos del tiempo en que eran más jóvenes, el cabello de Harry totalmente rizado y hoyuelos. Mis piernas estiradas, tomando suavemente las cadenas atadas a mi asiento en el columpio mientras me movía de atrás para adelante. “Lo empuje; Le dije que se fuera a la mierda. Uno de sus amigos me empujo hacia el puente” Los ojos de Harry magnetizados con el pequeño cruce de madera, unido con las barras de metal.
“Lo golpeé en la cara,” Rió suavemente.
“Fui tan golpeado ese día, pero todo en lo que podía pensar era Jess. Ella prácticamente me cargo hasta la casa, diciéndome cuan estúpido había sido por empezar la pelea. Recuerdo a mi mamá gritándonos, y haciendo que limpiáramos nuestra habitaciones e hiciéramos nuestras camas antes de que papá llegara.”
Harry no me miraba mientras hablaba, Probablemente para atrapar las imágenes ya fuera, Con sus pies aún haciendo contacto con el suelo, Estiró sus largas piernas Empujándose a sí mismo hacia atrás en el asiento para darse impulso.
“Creo que ese fue el día en que mi mamá entendió que yo no me iba a quedar callado nunca más. Estaba asustada”
***
“¿Esta es tu casa?”
Estaba semi separada, Puerta de entrada roja y un lindo jardín; Una casa que alguien más llama Hogar. El alrededor estaba tranquilo, Una mujer con su perro nos deseó “una buena tarde” mientras pasábamos por al lado de ella en el camino.
“Era.”
“Se ve bien, Harry.”
“Es una pena que la parte de afuera no se iguale a la vida que hay dentro.”
Forzó una pequeña sonrisa. Pero puedo decir como estaba de encantado por estará parado frente de su vieja casa, preguntándose cuantos esqueletos inhabitaban el.
“¿Podemos ir, sí quieres?” pregunté, Preocupada de que la visita estaba teniendo un efecto negativo. No quería que él se sintiera arrepentido de cualquier cosa que paso en esa casa. Imaginé que el viaje sería para hacer algo de limpieza, o algo de desintoxicación. Sin embargo, Estaba claro que tomaría mucho más que un simple viaje en auto para extinguir las emociones conectadas con el edificio. Nos detuvimos juntos, Harry tomando mis manos casi como si el necesitará aferrarse al presente y prevenirse el mismo de vagar en sus memorias. Su postura era rígida, no permitiendo bajar su guardia. La concentración de Harry previamente disminuyendo, había sido traída de vuelta para escuchar con atención un choque que venía de la casa junto al garaje.
No había pensado mucho realmente sobre eso hasta que fue que comencé a seguir al curioso muchacho. Fuerte, Se podían escuchar golpes incompetentes mientras nos acercábamos a la puerta lateral bien protegida por una reja bien.
No era el tipo de sonido que podría ser confundido con carpintería o una construcción. No había ningún sentido en los golpes.
El sonido más parecido a la lucha de un pájaro enjaulado, desesperado por un escape.
“¿Harry?”
“Solo iba a ver si ellos están bien.” Su mano se posó en la puerta, que de algún modo estaba entreabierta, empujándola para revelar una tambaleante figura.
Parecía que nuestra entrada no había sido notada por el hombre mientras él se tropezaba contra un pared con tarros de pintura dejados a un. Estaba borracho.
Mis reflejos me hicieron dar un paso atrás cuando se volvió para confrontarnos. Mi mente escaneó en busca de una evaluación rápida, cuarenta y tantos años, la mandíbula dura, rastrojo, altura media y ojos que te podrían reducir incluso siendo el más valiente, en un lío de sutilezas. Esos mismos ojos no se apartaban de Harry y su rostro era ilegible cuando me entrometí en el encuentro de miradas entre los dos hombres. Un guerrero valiente, listo para la batalla.
"¿Dónde está Kathy?"
El hombre conocía a la madre de Harry. Tuve la sensación de que no era coincidencia. Su pregunta áspera fue teñida con acusación.
"Ya no vivimos aquí." Harry respondió bruscamente, utilizando nuestras manos entrelazadas para empujarme ligeramente detrás de él. "Esta no es tu casa... No deberías estar aquí."
El tono que ocupó fue una indicación de que Harry no estaba sólo intentando identificar el momento exacto, se corrió a un nivel más profundo. El hombre no era bienvenido en el barrio antiguo de Harry, no tenía derecho a estar en el local en el que nos encontrábamos y, ciertamente, no era digno de estar en la presencia de Harry.
"Tu bicicleta está afuera por la puerta" dijo arrastrando las palabras.
No.
"Mi bicicleta era de color azul." Harry recordó. "Mamá la consiguió para mi séptimo cumpleaños. Tu pasaste sobre ella con el puto coche cuando estabas borracho y luego me culpaste por ello."
Me rompió el corazón que pudiera recordar con tanto detalle. Había estado llevando estos recuerdos traumáticos de la infancia con él durante años.
Fue esa pequeña pieza de información que hacia algunas cosas hacer clic en su lugar. Tiene mucho sentido ahora. El padre de Harry. Fue su padre que estaba de vuelta. Era el hombre del que Liam había hablado, los rumores que susurraban como si fuera algo de un terrible mito, famosa en la familia que había corrompido. Se había extendido como un virus de aire entre los amigos de Harry, que aún permanecían en la zona que donde creció.
"Tú me gritabas cuando lloraba." Harry habló duramente. "Tenía siete años."
Deseaba desesperadamente poder haber estado allí; acunar al niño de luto por la pérdida de su regalo preciado. Debería haber sido su padre quien lo consolara, pero no fue así.
"Mamá no podía permitirse el lujo de darme una nuevo. Ni siquiera me dijiste que lo sentías."