“Oye, Bo.”
Giré sobre mis talones para encontrar que Dan estaba detrás de mí. Recibió mi sonrisa antes de mirar de nuevo a mi casillero. Su cuerpo se apoyó contra la puerta metálica del compartimiento junto a mi izquierda mientras yo revolvía, colocando las cosas en mi bolso para ir a casa.
“Todo bien?”, Le pregunté.
“Sí, yo sólo quería hablar contigo.”
Vi como se apartó un poco de su cabello castaño claro de la frente, liberando su ojos azules de la obstrucción. Su estatura por encima de la mía, todo el mundo parecía ser más alto que yo. Dan se aclaró la garganta mientras yo esperaba pacientemente, mirando hacia debajo de vez en cuando la pantalla de mi teléfono. Harry estaría afuera para recogerme.
“Mira, sé que tu novio y yo no nos llevamos exactamente bien … Pero tú y yo todavía podemos ser amigos, ¿no? Yo sé que él no va a permitir que nos veamos fuera del trabajo, pero .. “
Sacudí la cabeza, frunciendo el ceño. Mi acción cesó las palabras de Dan, preocupación en su rostro.
“Yo….”.
“Harry puede ser agobiante a veces, pero no me controla. Yo soy mi propia persona. Nadie me dice qué hacer. Yo simplemente no quiero molestarlo, causaría más problemas y no deseo ver más discusiones entre ustedes dos. “
Dan pareció considerar mis palabras antes de darme una pequeña sonrisa, asintiendo con la cabeza. Parecía un poco decepcionado.
“Eso está bien conmigo, siempre y cuando llegamos a pasar el rato en el trabajo.”
“Claro”. Sonreí.
Se demoró unos segundos antes de abrir sus brazos.
“¿Abrazo?”
Hice una pausa, cerrando mi casillero antes de asentir con timidez y acercarme a Dan para que envolviera sus brazos alrededor de mí. Solté una risa, su agarre apretándose juguetonamente.
“Me tengo que ir, Harry me está esperando.”
Dan respiró profundo, casi como si estuviera inhalando el aroma de mi shampoo. Sus brazos me soltaron vagamente, mi cuerpo dando un paso atrás. Sus oscuros ojos azules sosteniendo mi mirada, mirando hacia abajo a mis labios antes de que él sonriera.
“Nos vemos pronto, Bo.”
“Que tengas una buena noche.”
Mi cuerpo giró “con gracia”, chocando con el marco de la puerta. Oí la risa de Dan detrás de mí antes de que yo me dirigiera hacia fuera a la parte delantera de la tienda. Mis botines arrastrándose a lo largo de los azulejos grises mientras buscaba mi teléfono que había metido a mi bolsa. Mis ojos en busca de Poppy para despedirme, pero ella debió haber estado ocupada con algún cliente, sus rizos dorados por ningún lugar a la vista. Retomé mi camino, andando hacia la puerta de entrada, fruncí el ceño, volcando la mirada hacia el otro extremo de la tienda.
Un hombre de pie, de espaldas a mí, con la cabeza inclinada. No tenía ni idea de por qué me había llamado la atención. Hemos tenido clientes dentro y fuera de la tienda de música todo el tiempo. Tal vez fueron los remolinos de tinta oscura en la piel de su brazo que cautivaron mi atención. Pero no tuve tiempo de reconocer los conocidos diseños en mi mente, mi cuerpo chocando con algo duro.
“Lo siento.” Me disculpé.
Mi torpe acción quedó sin perdón, en vez de eso, una risa ronca me llamó la visión hacia arriba, reuniéndose con un par de ojos brillantes y esmeraldas.
“Hola, Hermosa.”
El hoyuelo en su mejilla izquierda volviéndose prominente cuando él me sonrió, su diversión haciéndose notoria. Harry reconoció mi sorpresa, no esperaba verlo en las instalaciones de la tienda, por lo general se sentaba y esperaba en su Range Rover. Steve todavía tenía un poco de dudas del hombre alto que le había dado una hemorragia nasal.
“Normalmente sales a tiempo.” Harry echó un vistazo a su reloj confirmando mi retraso de sólo unos minutos.
Le agarré de la muñeca, rizos sobresalian por debajo de su gorro mientras me miraba. Su carácter protector era tan fuerte como siempre. Puede ser abrumador a veces, pero no podía negar la sensación de calor que me provocaba saber que Harry se preocupaba por mí. O el hecho de que se veía increíblemente sexy cuando sus rasgos se endurecían, tensando su mandíbula y sus cejas fruncidas. Todo lo que quería hacer era besarlo, hacerle olvidar lo que lo llevaba a esa oscuridad que se infiltraba en sus ojos impresionantes. Era una técnica que ha demostrado ser muy exitosa para fomentar a Harry a encontrar algún tipo de equilibrio.
“Vamos, bebé”.
Mi mano fue tomada entre las suyas, llevándome a la salida. Admiré lo grande que era su palma
cuando Harry la presionó contra el cristal, manteniéndolo abierto para que yo saliera. Recibió mi silencioso “gracias” cuando pasé bajo su brazo.
Había visto por la ventana antes en el día, el cielo se había abierto, absorbiendo todo lo que no estaba protegido. Pero el tiempo había mejorado en las últimas horas, todavía melancólico pero ya no llovía.
“Tu cinta está desatada.” Harry comentó casualmente mirando mis MDs. “Te vas a caer de nuevo.”
“Oh”.
Empecé a agacharme, pero una cálida mano detuvo mi movimiento.
“Yo lo hago”.
Una sonrisa tímida se extendió sobre la boca de Harry, se puso de rodillas delante de mí. Su adorable expresión tiró de mi corazón mientras miraba hacia arriba. Parecía casi inocente, completo, separó sus rosados labios, los ojos muy abiertos. Las pestañas revolotearon cuando yo suavemente aparte algunos rizos sueltos que se habían escapado de su gorra, mis dedos detrás sobre su mejilla antes de que él inclinara la cabeza, trabajando en la tarea de atar mi cinta. Harry casi tarareaba mientras distraídamente jugaba con los pequeño rizos en su nuca, la acción reconforto a los dos.
El intenso sonido en la puerta de la tienda me distrajo, mirando alrededor justo a tiempo para ver de cerca, pero no había nadie a la vista. Frunci mis labios, explorando el aparcamiento, al ver al hombre cuya presencia no había pasado desapercibida por mí en la tienda donde yo trabajaba. Mi respiración se acelero, mi boca se seco mientras su cabeza se volteo ligeramente, y me dio la oportunidad de echar un vistazo y situar sus rasgos en mi mente. Segundos después desapareció por la esquina.
“Bo?”
Mi cabeza se lanzó hacia abajo, esperando ver a Harry todavía en cuclillas sobre el suelo, pero él se había elevado ahora a sus pies, mis botas ya atadas.
“Bo, te pregunté si estabas bien?” Él frunció el ceño.
“Yo-yo .. sí, estoy bien.” Tartamudeé. “Gracias”.
No parecía muy convencido, pero procedió a llevarme a su coche de todos modos. Me sentí segura con Harry. Mi mano se apretó en su cálido lugar, el no dejaría que nadie me lastimara. La puerta del pasajero se mantuvo abierta, la presencia persistente de Harry me esperaba para subir. No me había dado cuenta de mi mirada hasta que él me llamó.
“¿Qué?” Él sonrió.
Una mano grande aún sostenía el marco de la puerta del vehículo, los músculos tensos bajo la camisa a cuadros negros que llevaba. La ropa estaba desabotonada revelando una camisa blanca, el dobladillo ligeramente cubriendo el cinturón negro de los pantalones. Como ya he absorbido la imagen frente a mí, de los labios de Harry se extendía una sonrisa. Me encantaba su pelo rizado, las espirales dándole una apariencia más joven hasta que mis ojos fueron agraciados de su físico musculoso. Las hendiduras de las mejillas deberían haber contrastado mayormente, pero de algún modo Harry logró sacar la mirada apagada, adorablemente lindo, mezclado con innegablemente sexy.
“Te ves muy lindo.” Sonreí.
Me resulta difícil comprender cómo se las arreglaba para parecer tan atractivo sin esfuerzarse.
“Lindo?” Harry rio.
“Creo que es tu gorro y esos hoyuelos… eres adorable.”
Mis dedos juguetearon con un pequeño rizo que se había escapado de su gorra.
“Bo, no se supone que soy adorable, soy un chico.”
Vi como Harry en broma flexionó sus músculos.
“Bueno, yo creo que sí.”
Su toque se deslizó por la puerta, cerrándola de golpe. La repentina acción me hizo saltar. Mi visión flotó de nuevo a Harry, su sonrisa haciendo acto de presencia una vez más. La mirada en sus ojos me recordaba a un depredador acechando a su presa, avanzando poco a poco para matar. Dejé escapar un chillido bastante femenino por lo que le di un codazo a la cara, palabras prometedoras de Harry buscaron mi oído.
“Te voy a mostrar lo adorable.” Murmuró entre dientes.
Aspiré una profundamente, absorbiendo el olor de la lluvia sobre el asfalto. Era uno de mis aromas favoritos, eso y el olor de Harry.
No había pasado ni un segundo y Harry ya me había levantado del piso, elevándome hasta que mis piernas se envolvieron alrededor de su cintura. Mi sorpresa le hizo reír profundamente. Sus grandes manos sosteniéndome y apretando por donde la espalda cambia de nombre. La acción me distrajo mientras Harry aprovechó la oportunidad para atacar a mi cuello, sus calientes labios suavemente dejando mordiscos. Suspiré, agarrando su nuca y enterrando mis uñas en su piel bronceada provocando a un ronco gemido salir de la boca de Harry. Él me tenía apretada contra un lado de su coche, dominándome mientras yo susurraba su nombre en la vulnerabilidad.
Fue en ese momento que sentí un poco de lluvia salpicar sobre mi mejilla, la segunda gota aterrizando en mi nariz. Me eché a reír suavemente mientras Harry continuaba tratando de demostrar un punto, nuestra ropa siendo salpicada por la humedad.
“Harry”. Hablé sin aliento.
Mi espalda se arqueó contra su fuerte torso, sus labios gruesos rastreando mi mandíbula.
“Deja de reír. Estás arruinando mi momento masculino. “Harry murmuró.
“Está lloviendo.” Yo le informé, más bien divertido.
Mi cuerpo rozando el suyo mientras Harry me tenía tan cerca como sea posible, permitiéndome deslizarme de su agarre.
“Continuará”. Su voz ronca sonaba casi amenazante.
La puerta del pasajero se abrió de golpe una vez más, esta vez con un poco más de prisa, las gotas de agua cayeron a un ritmo más rápido de las oscuras nubes.
***
El viaje en coche constaba de miradas persistentes, el calor de la situación anterior aún estába por disminuir. La atención de Harry fue sacada de la carretera cuando yo apoyé mi mano sobre su rodilla. Sus ojos se insinuaron con lujuria, mis caricias trazando la tela de su muslo izquierdo mientras se removia un poco en su asiento. Cuando nos detuvimos en el segundo semáforo, mi mano se deslizó un poco más arriba. El pecho de Harry subía y bajaba de forma irregular, lamiendo alrededor de sus labios mientras él desesperadamente trataba de concentrarse. No pude evitar la pequeña caída de una sonrisa en mi cara, mi aplicado apretón causando que la respiración de Harry se dificulte, Converse blancos detienen la marcha del motor mientras los músculos del muslo se tensan.
“¿Intentas matarnos?” Su voz se afectó en una carcajada.
No creí haberlo visto tan nervioso antes, sus mejillas se tornaron rosas mientras yo continuaba mi caliente toque. Se hizo un cambio refrescante, normalmente soy yo la que tiene dificultades para mantener la compostura. Cuando las luces cambiaron de rojo a ámbar, mis dedos rozaron su entrepierna. La sorpresa de Harry se deslizó de su boca en una maldición, el coche se sacudio hacia adelante a medida que se detuvo. Mi risa hizo eco en todo el interior del vehículo, el pitido detrás de nosotros en señal de los impacientes conductores enfadados esperando que nos movamos.
Pasaron unos segundos, el coche acelero en el camino.
“Creo que lo mejor es que mantengas tus manos en ti mientras estoy conduciendo.”, Bromeó Harry.
Me reí, asintiendo con la cabeza. No pasó mucho tiempo antes de que se detuviera en la acera frente a mi casa. Mi mirada tímida encontro a Harry capturando su labio inferior entre los dientes.
“Q-Quieres entrar?”, Le pregunté en voz baja.
“Sí.” Él contestó abruptamente.
Era la gracia de su entusiasmo obviamente, impulsados por la idea de lo que estaba dispuesta a hacer por él basándose en mi pequeña actuación en el coche. Harry tenía tanto su cinturón como el mio libres en poco tiempo, corriendo a mi lado y cogiendo mi mano para ayudarme a bajar. Un fuerte brazo estaba cubierto por encima de mi hombro, tirando de mí hacia el lado de Harry mientras cruzamos la carretera. Busqué con mis llaves, su cálido aliento abanicando el hueco de mi cuello mientras me rodeaba con sus brazos desde atrás.
La puerta se cerró detrás de Harry mientras se apresuró iniciando su conversación. Yo sabía que mi madre estaba probablemente fuera, pero no hacia daño comprobar. Mi mano pegada a la puerta de la sala de estar, inesperadamente confundida al oír un parloteo. Mis ojos se abrieron cuando mis amigas me saludaron con entusiasmo desde sus relajadas posiciones en el sofá. Les di una sonrisa antes de tirar la puerta cerrándola y volviéndome hacia Harry. Él me tiró hacia él, siendo totalmente ajeno al hecho anterior.
“¿Recuerdas cuando dije que mis amigas querían conocerte?”
Labios presionados en los míos mientras murmuraba su confirmación contra mi boca. Mis dedos se deslizaron por debajo de su gorro, empujando el sombrero de sus suaves rizos.
“Bueno, están sentadas en la sala de estar ahora”.
Mis palabras fueron amortiguadas en el beso. Sonrei con cautela cuando Harry cogió mis hombros empujandome hacia atrás y me miraba con los ojos abiertos.
“¿Qué?” Sus cejas se levantaron.
“Estan en los sofás de esperando.” Inocentemente le sonrei.
“¿Ahora?” Harry habló, desconcertado.
Asentí con la cabeza.
Su visión se poso en la puerta de la sala. Segundos más tarde teléfono de Harry fue revelado de su bolsillo trasero. Vi como dedos largos se desplazaban por la pantalla.
“¿Qué estás haciendo, llamando para un Plan B?” Me retorcí.
“No del todo”.
La sonrisa apareciendo me hizo sentir un poco incómoda. Su teléfono tendido en su oreja, los ojos en mí cuando a sabiendas sonrió. Cuando confirmo el sonido que escuchó rápidamente me dio su móvil. Miré hacia abajo, un poco confundido acerca de lo que estaba pasando. Maldije al leer el nombre.
“Llamando a Jess.” Apareció en la pantalla.
“Harry.” Le advertí.
Pero ya estaba a mitad de camino a través de la puerta de la sala antes de mirar alrededor de mí.
“Buena suerte con mi hermana.” Él se echó a reír.
Yo no sabía muy bien qué hacer, no podía cancelar la llamada. El sonido de mis amigos saludándolo podía oírse a través del pequeño espacio entre las paredes.
“Así que Harry, ¿qué haces para ganarte la vida?” La primera pregunta fue de Zoe.
Acepte la satisfacción de saber que mis amigos lo interrogarían intensamente sacando el infierno de él. Se lo merecía después de la situación en que me acababa de impulsar dentro. Una voz trajo a mi atención sobre el teléfono que actualmente estaba unido a mi mano derecha.
“Harry? ¿Estás ahí? “
Puse el dispositivo en mi oído.
“Oh, eh, hola, esto es Bo… novia de Harry.” Tartamudeé.
“Oh, Dios mío, oh Dios mío .. MAMA!”
Me estremecí un poco, sosteniendo el teléfono lejos del lado de mi cabeza mientras Jess siguió llamando a su madre. Lo puse a mi izquierda mientras se dirigía de nuevo a mí.
“Hola, Bo, estás ahí?”
“Sí, estoy aquí.” Sonreí.
“Mi mamá no está, por lo que aquí me tienes. Esto es tan emocionante, he estado molestando a Harry por años para que conocerte. Supongo que esto no es realmente conocerte bien, pero es la mejor cosa hasta ahora. ¿Está ahí ahora, así que puedo hablar con los dos? “
“Oh no, está siendo interrogado por mis amigas.” Bromeé.
Jess se rio. Me había acordado de Harry diciendo cómo Jess fue siempre parloteando, nunca hubo un silencio incómodo cuando tú estabas en su presencia.
“Hay tantas cosas que quería decirte y preguntarte; Pero ahora que estas aquí mi mente se queda en blanco”, admitió.
“Eres exactamente como Harry te describió.” Sonreí.
Había sido informada de los gestos excitados de su hermana, incluso por cosas tan simples.
***
El rostro de Harry cuando me vio entrar en la sala era una imagen de bastante alivio. Él estaba de pie al instante, acercándose. Un beso fue presionado en mi mejilla antes de que él se trasladara a toda prisa detrás de mí. Tomé nota de sus despeinados rizos, una indicación visual de su evidente nerviosismo y la forma en que repetidamente sus dedos habían sido recorridos a través de ellos.
Un brazo rodeó mi cintura, la espalda pegada delante de el, usandome como un escudo humano. Volví la cabeza, dándole un beso en el cuello de Harry.
“Tú hermana me habló de España.” Susurré.
Sus ojos se abrieron, apretando su agarre. Ahogó una carcajada antes de mirar a mis amigos.
“¿Alguien quiere un trago?”
Había unos pocos gestos de cabeza, mis dedos dejaron el brazo de Harry antes de que me acercara a la puerta. Me seguía de cerca, persiguiéndome a la cocina.
“Ella no tiene 1flecha de desvío” murmuró para sí mismo.
Me reí, alcanzando y agarrando un par de copas de la alacena como él las apoyó en la encimera.
“Pensé que era muy gracioso. ¿Por qué estabas nadando desnudo de todos modos? “
“Era la mitad de la noche y yo estaba hirviendo.”
Jess y yo habíamos tenido una conversación muy reveladora, que consistía principalmente en derramar en su totalidad historias embarazosas sobre Harry. Una de mis favoritos es sus vacaciones en familia a España con su madre.
“Todavía no la he perdonado por robar mis maletas y una toalla.”
Yo había aprendido que su hermana secretamente lo había seguido a la piscina, tomando sólo ropa de Harry y volviendo a su habitación, dejándolo con la delicada tarea de negociar el viaje hasta el piso diecisiete totalmente desnudo.
“Hubiera estado bien si no fuera por la incómoda experiencia en el ascensor”.
Él gimió al pensarlo.
“Oh, Dios mío, me lo dijo.” Me reí.
“No, de ninguna manera”. El Negó la cabeza con fuerza. Él jugó nerviosamente con uno de los botones de la camisa antes de que su cabeza se elevara. “Hay una fiesta. La próxima semana en la casa de Hayley. “Gesticulo Harry, tratando de cambiar de tema. “Bueno, yo uso el término casa, ilogicamente.”
“Tu iras?” Sonreí, vertiendo la limonada en las copas.
Fui testigo de él asentía desde el rabillo del ojo.
“Así que si tu.” Hizo una pausa. “Um, si así lo quieres.”
Mi cabeza se volvió para verlo mirándome, con los ojos curiosos bloqueando los mios.
“Me encantaría”.
La sonrisa que llevaba iluminó su rostro, profundos hoyuelos marcando sus mejillas.
“Estupendo … ah .. y no me dejes solo con tus amigas de nuevo.” Él añadió con cautela.
Harry se movió en sus pies, mirando hacia la puerta. Si yo no lo conociera mejor diría que él parecía un poco asustado.
“¿Por qué?” Cuestione, colocando la botella a un lado.
“Me pidieron quitarme la camisa para demostrar que era un entrenador de boxeo.”
“Oh dios mio.” Me reí.