capitulo 16: Solos

68 12 7
                                    

POV Serene

Vi a Tomás cuando volvía de ver a Tristán y lo intercepte, sus ojos mostraban cansancio y derrota, sin dudar lo envolví entre mis brazos sin decir nada, él no tardo en corresponder mientras las lágrimas comenzaban a escaparse de sus ojos y por ende de los mios.
-Tomás ¿Qué paso?- inquirí preocupada.
-Deje que Tristán se fuera, no había razón para tenerlo atado, él necesitaba verla y no seria el culpable de que no pudiera hacerlo, pero se que esta vez no la contara... Tristán va a morir...- dijo con un tono de voz helado y con sus ojos fijos en mi.
-¿De qué hablas? ¿Quién lo va a matar?- inquirí con algo de desesperación en la voz.
-Tristán morirá...- volvió a recordarme y después de una pausa agrego- Su hermano- no necesite más para unir los hilos. Lo mire con algo de desesperación.
-¿Tomás porque no hacemos nada?- pregunte.
-Por que no hay nada que hacer, él tomo una decisión y por mucho que duela tenemos que aceptarla- reconoció.
-¿Qué decisión tomo quien?- inquirió con molestia Damián a mis espaldas, Tomás se alejo de mi y fue hasta él dando me la espalda a mi.
-Damián lo que pasa es que...- trato de decir Tomás.
-Es sobre Tristán ¿Verdad?- pregunte, Tomás y yo asentimos- se fue... ¿Lo dejaste ir?- volvió a preguntar y de nuevo asentimos- ¿Y donde esta? ¿Qué va a hacer?
-Damián por favor no te alteres ¿Me lo prometes?- pedí y él nombrado asintió- bien, Tristán fue a enfrentar a su hermano en uno contra uno hasta él fin.
-¿QUÉ? ¿PORQUÉ?- Inquirió entre gritos desesperados.
-Tranquilo...- dije atrapándolo entre mis brazos sus lágrimas no tardaron nada en salir- Tranquilo todo ira bien.
-Hay que hacer algo- dijo desesperado, yo lo mire con algo de pena antes de hablar.
-No se puede hacer nada, ya es tarde.
-Pero él no va a vencer y... Diana esta allí, eso la va a destrozar- me recordó el pequeño sin poder entender nuestra decisión.
-Damián...- Llamo Tomás a mi lado- Él lo quiere así, podemos confiar en él y en su decisiones.- trato de convencerlo.
-Aquí todos tenemos en claro que Tristán no es la persona más inteligente cuando se trata de mi princesa- recordó Damián causando una pequeña risa en nosotros dos.
-Tienes razón, pero a veces hay que dejar al ave libre a pesar de que lo extrañemos cuando nos abandone...- le recordé.
-Él no es un ave y no se va a ir, se va a morir- me recordo como si fuera idiota.
-Es lo mismo en este caso, Tristán esta usando su ultima carta y el partido es a todo o nada, si gana tendrá a Diana para él y si no al menos la vera una ultima vez- explico Tomás causando que Damián asintiera.
-Estamos solos- nos recordó el pequeño ocultando su cabeza en mi pecho, yo lo envolví entre mis brazos al igual que Tomás a mi.
-Lo se, pequeño. lo estamos- reconoció Tomás yo solo me limite a abrazarlo con más intensidad.

Pov Diana

Estábamos todos en el coliseo pero esta vez los que iban a pelear eran los hermanos y algo en mi interior me decía que la disputa no era solo por conflictos familiares, un poco de la razón era mía. Pero aun así no podía entender porque Tristan quería esto, si parecía que el final era predecible para todos.
El choque del acero era continuo y el del mismo contra la piel era casi nulo, aunque cuando lo hacía era contra el cuerpo de Tristán la mayoría de las veces.
En otro momento, con otras personas la batalla me hubiera resultado interesante, pero siendo esta la ocasión mis intereses no eran los mismos.
Estaba desesperada por el final de la batalla, al igual que el resto sabía el final, pero eso no evitaba tener una mínima gota de esperanza sobre el triunfo de Tristán, eso me liberaría de mi deber con Nicolás, aunque ese deseo, porque solo era eso, un deseo improbable.

La pelea llevaba como media hora, Tristán luchaba con todo por vencer mientras que su hermano parecía estar evitando el final inevitable para evitar tomar la vida de su hermano, aunque a cada segundo se hacia más difícil , Nicolás no podía detener el hecho de que Tristán perdiera la batalla, al menos que se dejará ganar.

Vi el cuerpo de Tristán que estaba muy mal herido y antes de que pudiera darme cuenta Nicolás tiro a su hermano al suelo desarmado, colocando su espada en en su garganta. Todos contenían el aliento y yo no era la excepción, ambos hermanos me miraron para luego volvieron a su guerra de miradas.
-Matame...- insistió Tristán desesperado.
-No quiero hacerlo- confesó Nicolás más para Si mismo que para su hermano, pero él lo escucho.
- Yo no lo dudaría, porque a pesar de todo yo si se lo que quiero ¿Y tu?- inquirió burlón- ¿La quieres? Porque mientras yo este aquí ella jamás será completamente tuya y lo sabes- explicó lo que todos sabíamos- ella siempre me...- Tristán no pudo continuar porque la espada de su hermano le había atravesado la garganta, una sonrisa de satisfacción decoraba sus labios mientras sus ojos se cerraban poco a poco.
No dude ni un segundo, actúe por impulso y entre a la arena con lágrimas en los ojos para lanzarme junto al cuerpo casi sin vida de Tristán. Sin importar el castigo que me ganaría por mis acciones.
-¿Porqué?- le pregunte al amor de mi vida sosteniendolo en mis brazos.
-Por que no puedo vivir en un mundo en el que no estas...- me confeso.
-¿Y crees qué yo si podría?- inquirí desesperada.
-Dale una oportunidad, te sorprenderá- dijo lentamente- te amo...- sus ojos se cerraron, su respiración se detuvo, al igual que los latidos de su corazón. Las lágrimas que caían de mis ojos salían con más intensidad que nunca, estaba desesperada y mi corazón no paraba de dolerme.
-¿Porque lo hiciste? Era tu hermano- lo acuse, Nicolás dirigió su mirada en mi, sus ojos mostraron odio, sin apartar su vista de mi, ordenó.
-Llevanla a la celda- Dos guardias me tomaron por los brazos, comenzando a tirar de mi. Mientras me revolvía entre sus brazos.
-Sueltenme, te odio... te odio y jamas te amare como lo amaba- dije mientras me estaban sacando de allí.
-Eso ya lo veremos- dijo Evainando la espada.

Los guardias me llevaron por los pasillos hasta las celda y me arrogaron en una sin delicadeza. Cuando la puerta se cerró me acurruque en una esquina abrazando mis rodillas mientras las lágrimas ya salían sin control y finalmente me quede dormida entre las lágrimas y el dolor.

Los guardianes elementales 2:  la Nueva Esclava Donde viven las historias. Descúbrelo ahora