Los guardianes elementales 2: la Nueva Esclava

capítulo 12: no debo estar acá, pero no me importa

Nicolás se fue toda una maldita semana y yo debía quedarme toda la semana encerrada. Qué mierda espera que hiciera sobre todo cuando el no salir de la habitación incluía el balcón.
Solo dos horas habían pasado y de verdad no sabia que hacer.
Por suerte mi estúpida cabeza si sabía cómo pasar el tiempo. Nombres se arremolinaban en mi cabeza tratando de ser recordados, Tristán, Tomás, Serene, Sarah, Emily, Eliot, Endimion, Damian. Uno a uno salían a la luz para volver a perderse en las profundidades de mi mente.
Estaba acostada en la cama tratando de borrar esos nombres pero luego de 15 minutos me di cuenta que era imposible. Me pare de golpe con un gran suspiro cansado. Me senté en el piso con la espalda contra el lado de la cama moví la mano para hacer aparecer un atado de cigarrillos con un encendedor y un cenicero. Tome un cigarrillo y lo encendí comenzando a inalar toda la nicotina y demás químicos que tenía con el único fin de que apagará por un rato mis neuronas. Me consentre sólo en inalar y exaltar el humo del tabaco que entraba a mis pulmones, lo cual me relajo bastante. Hacía tiempo que no lo hacía o al menos eso creí ya que no recordaba demaciado del pasado.
De la nada lágrimas comenzaron a escaparse de mis ojos, como si los trataran de limpiar para ver algo que no podía, pero la verdad no deseaba ¿Porque es tan complicado dejar de sentir? Solo quería eso olvidar y que todo quedara allí en el inconsciente donde no molestará.

El cigarrillo se termino y lo apague aunque en la habitación aún se sentía el olor del tabaco. Estaba cansada de mi vida de tener que luchar contra el mundo todo el tiempo.
-Ahhhhhhhh- grite para desahogarme una y otra vez pero me era imposible. Las ganas de romper todo me invadieron pero tuve que controlar ese impulso, encendí otro cigarrillo y lo acabe. Pero nada me calmaba así que fui al baño y puse a llenar la bañera me quite el vestido pero me deje la ropa interior apague el agua cuando la bañera se lleno, encendí otro cigarrillo, llevé el cenicero al baño y me metí en el agua aún fumando hasta que lo acabe lo deje en el cenicero. Metiendo mi cabeza debajo del agua y me quede allí varios minutos mis pulmones comenzaron a llenarse de agua pero no me importó, deje que pasara deje que mi cuerpo se relajara callendo en la inconsciencia.

Pov Damian

Las palabras de Jacobs se golpeaban en mi cabeza ya así dos días de eso.
Nicolás se había ido y Diana tenía que estar en su habitación por ende no la vería en todo una semana.
Salí del entrenamiento matutino y estaba tratando de volver a mi habitación a darme una ducha, pero me había perdido en mis pensamientos lo que causó que me perdieran en los pasillos por varias horas hasta llegar a una habitación donde una sirvienta golpeaba la puerta con desesperación.
-¿Qué sucede?- inquirí con interés. -La señorita Diana no habré y hace media hora que estoy aquí me preocupa porque no se escucha nada del otros​ lado- oí a través de la puerta y no encontraba su respiración. Lo que hizo que la desesperación se apoderó de mi, trate de abrir pero estaba cerrada- Es imposible esta cerrada.
-Apartense- le ordené a la servienta, Suspire irritado mientras ella obedecía. Tome carrera y me a balance a la puerta pero esta no cedió, lo repetí tres veces más y nada.
-Es imposible- Sentenció la sirvienta cabreandome aún más.
-Eso no me ayuda- le grite, dándole un golpe a la puerta dejando un cráter en ella, coloque la mano en el pomo de la puerta al no escuchar nada adentro tras mi primer acto, puse mi otra mano en la puerta y empuje mientras las llamas se apoderaba de ésta dejando sólo cenizas.

Me apresuré a entrar recorrí toda la habitación con la mirada desesperada y aun con la sirvienta a mi lado al no hallar nada me dirigí a la puerta que estaba a un costado. Entre y encontré a Diana en la bañera con su cabeza debajo del agua y su cuerpo inerte. La sirvienta ahogo un grito.
-Busca a un médico- le grite desesperado, ella sintió y salió como alma que lleva el diablo. Saque a Diana del agua que ya estaba helada lo que no me calmo ni un poco, cuando lo estaba haciendo sin querer patie un cenicero lo que me irritó aún más, hacia siglos que lo había dejado, golpearía a Nicolás cuando tuviera oportunidad eso estaba más que claro.
Diana estaba acostada en el piso del baño mientes le hacía RCP para que el agua saliera de su sistema, después de 5 minutos me estaba desesperando, hasta que ella comenzó a toser mientras el alivio recorría mi cuerpo. Tome a Diana en mis brazos para que toda el agua saliera de su sistema. Ella me miro cuando se calmo un poco.
-No me asustes así otra vez- la regañe mientras la atrapaba entre mis brazos.
-Damian...-dijo separándose de mi yo la mire fijamente sin expresión completamente duro- Estas loco...-Me grito, entonces en la puerta del baño estaban la sirvienta y un hombre mayor de cabello negro con canas y ojos grises yo los mire, luego a Diana trate de buscar algo en su mirada pero no encontré nada.
-¿Diana como te sientes?- inquirió el hombre, ella no respondió sólo se me quedo mirando, yo la tome en brazos.
-¿Usted es médico?- inquirí él hombre asintió.
-Soy...- trato de presentarse.
-No me interesa- dije seco mientras pasaba de ellos y dejaba a Diana en la cama- Sólo asegúrese que este bien porque creo que me a confundido cuando despertó- explique sin expresión alguna, note el atado de cigarrillos en el suelo y Lo tome antes de salir primero tranquilo y cuando salí ya de la habitación corrí hasta la mía. Entre y una vez que está dentro con la puerta con cerrojo, abrí la ventana y sin importarme nada encendí un cigarrillo mientras me sentaba en el marco ya con las lágrimas callendo de mis ojos, me di cuenta que tal vez no debía estar allí.