Un mes, un largo mes ya había pasado. Un mes en el que se podría decir que estaba todo en una especie de normalidad, luego del último accidente la tensión duro una semana hasta que todo se calmo. Aún así Nicolas se encargaba de recordarme mi lugar, aunque ante el mundo no sea lo que dejaba ver de nuestra relación. creo que tengo que aclarar que no me dejo volver a entrar en la arena aunque si me llevaba al coliseo a ver como se mataban entre ellos sus traidores, como diciendo "La cagaste y por eso no vas a volver a entrar ahi". De esa misma forma cada vez que estábamos solos se encargaba de tratarme como su objeto personal, recordándome que solo era otro accesorio más.
Ese día un mes exacto desde el accidente me mando a llamar para que asistiera junto a él en su trono pensé que me castigaria pero cuando llegué me sorprendió ver a un joven allí de ojos marrones, con tez palida, cabello caoba y su cuerpo bien formada. Que me miraba con melancolía.
-¿Amo?- inquirí pasando de alto al chico y yendo al lado de Nicolas.
-Diana él es Damon...- me presento, el chico que se acercó a mi, tomo mi mano y dejo un beso en ella con una reverencia.
-Es un placer conocerla- afirmo. Luego se apartó tras una mirada asesina de mi señor.
-Diana le dije a Damon que si te logra complacer con su actuación en el coliseo se uniría a mi ejército- yo me reí.
-Sabes que es imposible- le recordé.
-Por favor mi Lady déjeme intentar- pidio seguro de si mismo, yo asentí.
-Pues veamos que tienes - ordenó con diversión Nicolás.Estaba con Nicolás en el balcón del coliseo, la pelea llevaba como 5 minutos, Damon estaba luchando contra otras 4 personas y era bueno, bastante bueno pero no lo suficiente.
Desde que vi a Damon me resultó levemente familiar incluso su estilo de pelea.
-Amo- lo llame, él me miro curioso- ¿De donde es ese estilo de pelea?- inquirí levemente interesada.
-De las tierras del caos ¿Por qué preguntas?- inquirió.
-Nada en particular es que no suelen pelear así por acá... parece más estratégico - respondí.
-¿Te gusta?- negué mientras miraba a la arena ocultando un bostezo. Damon miro mi expresión y suspiro- ¿Crees que tenga una carta bajo la manga?
-Tal vez- respondí entonces un fuego rodeo a sus cuatro enemigos sin dejarle escapatoria. Sonreí un poco ante eso aunque tendría que hacer algo más como para complecerme, él pareció notarlo porque en eso su espada se rodeo de llamas asentí con algo de satisfacción. Fue entonces cuando él comenzó a luchar a más velocidad, causando heridas muy profundas es sus oponentes, sus ataques ya no eran meticulosos más bien se basaban en bajar la guardia de sus enemigos y atacar sus puntos ciegos. Varios minutos después sus oponentes estaban inconcientes y yo tenía una gran sonrisa en el rostro. Mi señor bajo de un salto unos minutos después cuando sólo había quedado Damon en la arena yo baje detrás de él quedando un paso atrás.
-Veo que conseguiste lo imposible- comento mi señor con una gran sonrisa, Damon sonrió.
-Se hace lo que se puede- respondió divertido.
-Bienvenido a mis filas- le dijo antes de tronar los dedos para que un guardia apareciera- muestrale las instalaciones a Demon y que le preparen una habitación y ya que estas informale al capitán que el se unirá a las filas- él guardia asintió y Nicolás y yo nos retiramos.Pov Damian
Diana se veía tan ella. Pero fue más que obvio que no me reconoció, Tristan ya me lo había dicho mil veces pero me negaba a creerlo.
Tuve que usar un nombre falso porque no quería que me reconocieran, nadie más que ella. Despertaría a Diana, la salvaría después de todo se la debía a pesar que ella se halla olvidado de nuestra promesa. Ojo por ojo, diente por diente, vida por vida ese era mi lema y tenia que respetarlo, ¿no?
Tuve que hacer lo imposible para no sacarle los ojos a Nicolás cuando lo tuve enfrente, mientras me mostraba cortez, pero lo que más me dolió fue ver a Diana tan sumisa. Ya que Lo que me gustaba de ella era su carácter y rebeldía, tal vez sea el hecho de que así le conocí o que fue así como me salvo de sus garras.Pov Tristan
Me había mantenido en contacto con Damian después de que Tomás me contará de la llamada. Cuando oí eso los pelos se me pusieron de punta ya que si algo le pasa todos estaríamos en apuro porque era más que sabido que eso si le recordaría a Diana quien era.
Damian era la luz de los ojos de Diana, siempre lo trato como un hijo y nunca la culpe por eso. Pero el punto importante es que no me contestaba había ido al reino del caos y comencé a indagar su paradero pero nada. Me estaba volviendo loco, le había repetí miles de veces que no hiciera nada pero al parecer se le pegó del reino del caos la terquedad, dos por tres me preguntaba cómo los seguía soportando, ya que seguía metiéndome en problema, con cada uno aparecía en mi 500 problemas nuevos, a veces deciaba no haberlos conocido.
Cuando me resigne a la idea de que estaba haciendo una estupidez fui al único lugar en el que me negaba a creer que estaba, en el castillo de mi hermano. Lo encontré en una de las tantas habitaciones recostado en la cama.
-¿Qué parte de no hagas una estupidez no has entendido?- inquirí molesto.
-¿Tristán?- indago con sorpresa.
-Sabes lo que pasaría si Diana se entera de esto comenzarán a rodar cabezas y la mía será la primera así que nos vamos ahora- ordene.
-No, no y no... yo me quedo y no me voy de acá hasta que ella me recuerde- sentenció haciéndome frente, odio cuando los niños lo dejan de ser y ya no te obedecen como antes.
-Ella ya no existe y lo sabes... no seas tan idiota como yo- dije levantando la remera que tenía para dejar a la vista la cicatriz que Diana me dejó, o al menos la que se puede ver, porque tenía varias más pero eran invisibles.
-No soy tan tonto como tu- me reto pero no reaccione- además yo no soy el hermano enamorado del que tiene que cuidarse... pues yo no estoy enamorado de lo que no me pertenece- soltó divertido logrando lo que quería, que reaccionará y lo hice, no Cómo el quería pero lo hice. Le pegue una cachetada que lo dejó perplejo.
-Tienes razón no me pertenece nunca fue mia pero a ti tampoco... creo que ya eres lo suficientemente grande como para caerte sólo- dije antes de desaparecer y llegar a la habitación de Diana en el mundo mortal, me encerré allí tome una almohada y respire su aroma mientras me dejaba caer al piso de una esquina del cuarto con la espalda contra la pared abrazado a las rodillas y a la almohada sin poder soportar más las lágrimas.
-Te extraño tanto mi amor... daría lo que fuera por verte a los ojos y oírte decir un "te amo"- hable a la nada mientras me terminaba de derrumbar. Física, emocional y mentalmente.Lo sé peques tal vez alguien este llorando pues yo también... pero el caos nunca tienen una historia fácil... ♥♥♥ los quiero y no me maten porfa
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Los guardianes elementales 2: la Nueva Esclava
Fantasisegunda parte de los guardianes elementales y la princesa lunar, se recomienda a ver leído la primera parte. Diana deja todo atrás para pagar una deuda. "El caos no tienes finales felices" ¿Eso será verdad? A veces La vida no es lo que nos imaginam...