¿A Quien Amas? Hetalia Yaoi

El beso

(Narra Ivan)

Pude presenciar como Arthur intentaba someter a Kiku a que se desnudara, abriendo brutalmente sus piernas posicionándose entre ellas. No sabia que debía hacer, es verdad que es molesto el tenerlo aquí pero ¿Debería intervenir? Me preguntaba, para quedarme viendo como este rechazaba ser besado por el ingles mientras intentaba gritar por ayuda pero era acallado por una de la manos de Arthur que se lo impedían, vi como mordió su mano lo cual enojo bastante, como era de suponer el usar un kimono como ese era fácil de abrir, y eso le permitió fácilmente al ingles el saborear la piel del pecho de Kiku, no lo eh de negar ahora, pero ver esa escena era algo provocativa para mi. Además era la primera vez que veia de cerca el cuerpo del japonés, no estaba nada mal. La forma que su cuerpo estaba esculpida y su cara con esas lagrimas le daba un buen aspecto.

-¿Pero que idioteces estoy pensando? – me preguntaba a mi mismo, estaba dispuesto a marcharme cuando sentí como alguien mencionaba mi nombre.

¡¿P-Pero que?! Porque esta viéndome con sus ojos llorosos a mi, el japonés noto mi presencia ahora no se que debo hacer. Si lo dejo y me voy, el seria capaz de decirle a Yao que no lo ayude y que permite al inglés que lo violara. y quizás pueda perder a Yao. Suspire pesadamente para intervenir, entre de golpe a la sala y le di una fuerte patada en el estomago a Arthur dejándolo tosiendo y adolorido en el suelo, instintivamente Kiku corrió a mis brazos ¿Por qué me abrasas? No pude apartarlo aunque quisiera, deje que llorara en mi pecho unos momentos para luego hacerme cargo del inglés. Deje al japonés en su habitación para que se repusiera del susto solo en su habitación.

Al ingles lo tome del cuello de la camisa arrastrándolo en el suelo sacándolo de la casa y lo aleje todo lo que pude fuera de aquí, no se donde lo habré dejado pero no me importa lo que me basta es que esta lo suficientemente lejos de aquí para no seguir molestando.

Cuando regrese me encontré con que ese niño estaba parado justo en la puerta que conectaba las habitaciones de Yao y la mía, usando un kimono blanco y algo abierto en la parte de arriba de su cuerpo. Sus mejillas estaban algo rojas y de la nada se abalanzo a mis brazos, no pude evitarlo y lo agarre para que no cayera al suelo. Sorpresivamente me beso tímidamente, de un empujón lo aleje de mí y me limpie los labios ¡¿Qué le pasa a ese sujeto?!

-¡P-Por favor, déjeme agradecerle el haber cuidado de mi! – me grito avergonzado para abrir su kimono completamente frente a mi, y haciendo que este mismo cayera al suelo quedando solo en ropa interior de color negro en mi presencia.

-¡¿Por qué demonios te desnudas?! – le pregunté sorprendido.

Continuará....