Y sólo te diré que tú,
sí tú, mi pequeña musa,
fruto de mi dolor y de mi impotencia,
me has inspirado con estos versos.Qué me alegro de tu alegría,
aunque quiera ser yo la que te la diera.No te quiero, pero lloraré,
porque quizá sí te quiera.Si es que tu no sufres,
y sólo me hablas.
Y yo sólo te escucho,
y sufro con cada palabra.