Cuatro personas diferentes que se juntarán para ganar una guerra que ellos mismos empezaron.
[Romanogers y Winterwitch]
[Los personajes no me pertenecen son de Marvel, pero hay algunos que son de mi imaginación]
Nos preparábamos para ir a luchar contra los soldados hasta que una voz nos detuvo. -¡Wanda!- gritaba una voz familiar, yo miré a Nat con el ceño fruncido.
Los soldado se apartaron y dejaron pasar a dicha persona, mis ojos se abrieron como platos, era Pietro.
-¡Pietro!- grité y salí corriendo a abrazarle, cuando llegué me paré en seco al ver toda su cara ensangrentada, sus brazos cicatrizados y hematomas por todo su cuerpo.
Le abracé y empecé a llorar, verlo así me destrozaba el corazón.
-Qué empalagoso todo- dijo un hombre detrás de los soldados, cuando el avanzó me di cuenta que era Benjamín, solté a mi hermano y agarré mi navaja preparada para lanzarla.
-Alto fiera, si no quieres que tu hermano salga fusilado baja el cuchillito ese- me dijo mientras señalaba mi navaja, volví a mirar a Pietro y en su pecho había un láser rojo, les estaban apuntando.
Solté el arma, esta calló al suelo. -Vosotros, bajar también el arma- ahora se dirigían a Bucky, Nat y Steve, Nat sin pensarlo la bajó pero Steve y Bucky se negaron. -¡Bajar el arma!- volvió a repetir Benjamín, -solo quiero negociar-.
-¿¡Negociar!? ¡la muerte de mi padre no se negocia! ¡me da igual cuántos soldados haya, me da igual cuántas armas tengáis, yo de aquí no me voy hasta que no te vea desangrado sin vida en el suelo!, ¿¡me has escuchado!? ¡sin vida!- no reconocía a Bucky.
Benjamín empezó a reír. -¿Tú y cuantos más me van a matar?, a tu amigo le tiembla la mano cuando coge un arma, la zorrita daría su vida por tu putita y su hermano, ¡estás solo! -No está solo- ahora habló Steve este cargó el arma y apuntó firme a Benjamín. -Nunca lo estará- dije mientras me acercaba con Pietro al lado de Bucky. -Somos una familia, ¿no?- ahora Nat se puso en posición de ataque.
-Como queráis... ¡soldados!- Benjamín se apartó y los soldados se acercaban cada vez más rápido.
-Capitana, ¿que hacemos?- me preguntó Bucky. -¡Pelear!- exclamé mientras me subía el pañuelo.
Salimos corriendo y empezamos a pelear contra los soldados, eran miles pero podíamos con ellos, gracias a Bucky muchos caían fusilados al suelo, gracias a Nat se quedaban inconscientes, Steve y Pietro peleaban contra ellos, yo peleaba como si no hubiese un mañana.
Ya quedaban menos, pero uno de ellos disparó a Nat, esta dio un grito desgarrador y calló al suelo, suerte que solo había sido en la pierna.
-¡Pietro, vete, llévatela!- le gritaba a mi hermano. El me hizo caso, agarró a Nat y salió corriendo de la plaza.
BENJAMÍN
-Señor se escapan- me dijo el francotirador que apuntaba a Pietro. -¿Lo hago?- me preguntó. -Hazlo.
WANDA
Un disparo sonó desde un edificio, cuando me giré vi a Pietro caer con Nat al suelo, lo habían fusilado, salí corriendo hacia él, todos los soldados pararon de pelear.
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-No Pietro tu no, no te puedes ir Pietro, no- me acerqué a su pecho. -Pietro no me hagas esto, no me abandones, ¡Pietro!- grité.
Giré mi cabeza y vi a Bucky atrapado y a Steve tumbado en el suelo, Nat estaba inconsciente detrás mía.
-Pronto nos veremos hermano, pronto llegaremos a tocar la luna juntos- le susurré, no le di más vueltas y agarré la pistola que él traía, me levanté y empecé a disparar a los cuatro soldados que quedaban en pie, estos cayeron al suelo.
Me acerqué con pisadas fuertes hacia Benjamín, este no se movía, pero podía sentir el miedo en su mirada. -Ahora, vas a sentir todo lo que sufrieron mis padres, mi hermano...- le apunté a la cabeza.
Le di una patada y calló al suelo empecé a pegarla con tanta rabia que ni yo misma me reconocía. Sin vacilar presioné el gatillo, dejé salir la bala que tanto ansiaba, esta atravesó el cráneo de Benjamín dejándolo muerto en el suelo, no sonreí, tampoco me moví, seguía en la misma posición, lágrimas empezaron a brotar, los recuerdos cada vez eran más fuertes.
Mis padres muertos, mi hermano, la única persona que me quedaba está muerta, tenía unas ganas impresionantes de morirme.
-Wanda no estás sola- una voz me hizo reaccionar. -Nunca lo estarás- ahora apareció Steve con Nat ya despierta en sus brazos. Yo sonreí y nos abrazamos, los cuatro.
A partir de ahora todo será mejor, pero los fantasmas del pasado siempre nos atormentaran, vencimos una batalla que nosotros mismo empezamos, matamos al hombre que asesino a nuestra familia, pero nunca seremos felices, nuestras vidas acaban de empezar.
