Cuatro personas diferentes que se juntarán para ganar una guerra que ellos mismos empezaron.
[Romanogers y Winterwitch]
[Los personajes no me pertenecen son de Marvel, pero hay algunos que son de mi imaginación]
-Apunta bien- me ordenaba Wanda, ella decidió entrenarme. -¿Ya?- le pregunté. -Cuando quieras
Presioné el gatillo y la bala salió por la boca del arma, me sentí poderoso.
-Mierda- susurré. -Tienes que mejorar la puntería. -Soy muy torpe. -Tengo unos trucos que pueden ayudarte- me agarró el brazo y lo levantó a la altura de mi rostro. Ella acercó más su cuerpo para poder coger el arma conmigo.
-Tines que estar recto y concentrarte en el blanco, nunca dejes que te tiemble nada, tú solo concéntrate, ¿vale?- levantó su mirada y quedamos a pocos centímetros, yo sin pensarlo le miré los labios, no sabía en qué estaba pensando, yo quiero a Natasha pero en ese momento yo no reaccionaba. -Steve, ¿me escuchas? -Sí, sí, creo que ya sé como hacerlo- ella se separó de mi, había tensión en el ambiente.
Levanté mi brazo y cargué el arma, me concentré en el blanco, inspiré y apreté el gatillo, al fin le di al blanco.
-¡Toma!- gritó Wanda. -Lo conseguí- sonreí. -Muy bien hecho- ella me sonrío a mí.
NATASHA
Me encontraba haciendo la comida en la pequeña cocina que había en el salón de la casa, Bucky estaba emparejando papeles en su mochila.
-Tu y Wanda...- intenté romper el hielo. -¿Wanda y yo?- me siguió la conversación. -¿Sois novios? -No. -¿Y que son? -¿Amigos con derecho? -Ya claro- solté una carcajada.
Barrio 4 (ciudad Luna) 11:27 am PIETRO
Estaba volviendo de mi paseo por los bosques del barrio 4, creo que este barrio era el más grande y el que menos personas tenía, en el centro del bosque están las cabañas dónde nos hospedamos los que estamos "infectados", yo comparto cabaña con dos mujeres mucho más mayores que yo, por lo que me contaron, las separaron de sus hijos y asesinaron a sus maridos, algo parecido a lo mío.
Se llaman Sara y Mercedes, si no recuerdo mal el hijo de Sara se llamaba Steve y el de Mercedes James. Con ellas tengo una relación de madre a hijo, ellas mismas dicen que soy como su hijo.
Llegué a la cabaña y me relamí los labios, ya olía a comida. -Hola- cerré la puerta. -Hola cariño- Sara se acercó a mi y me besó la mejilla. -¿Qué estáis cocinando? huele delicioso. -Unas natillas- ahora habló Mercedes. -Hola mamá 2- le besé la mejilla. -Hola cariño- siguió cocinando.
BENJAMÍN
Me pusieron un traje especial para no contagiarme, esta gente me deba asco.
-Hola señor soy el soldado Sergio, soy el encargado de inspeccionar el Barrio 4- me estrechó la mano, yo lo miré con desprecio, pensar que este hombre se pasa todos los días rodeado de esta gente me da arcadas. -Hola, vengo en busca de este sujeto- le entregué el archivo.
(Archivo)
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Nombre: Pietro Django Maximoff Alías: Inactivo 8 Edad: 20 Fecha de nacimiento: 1996 Familiares: -Padre: Erik Lensher (fallecido) -Madre: María Maximoff (fallecida) -Hermana: Wanda Maximoff (activa) Estancia: Barrio 4 Trabajo: - Otros:... Estatus actual: inactivo.
-Su cabaña es la 14 -De acuerdo- junto a mis soldados empezamos a adentrarnos al lugar donde estaban todas las cabañas. -Señor la 14- me dijo el soldado Bryan. -Usted va entrar conmigo- le hice una señal para que me siguiese.
Subí los escalones y me puse en frente de la puerta, toque tres golpes con los nudillos y esperé.
Se abrió la puerta y apareció un chico de pelo platinado con un buen cuerpo trabajado, si no fuera un inactivo no dudaría en darle un puesto como soldado.
-¿Pietro quién es?- detrás suya aparecieron dos mujeres. -Su muñeca- le ordené, el me la enseñó. -Inactivo 8- les grité a mis soldados. -Te vienes con nosotros- intenté ser lo más amable posible. Cruzaba los dedos para que las dos mujeres de atrás no me reconociesen, se quienes son ellas, les daría gracia saber que sus hijos están con la hermanita del muchacho. -¿Puedo saber el motivo?- retrocedió un paso. -Bryan- me estaba cansando, yo quiero las cosas rápidas.
Bryan sacó un tranquilizante y se lo pincho, el cayó al suelo y Bryan lo cargó. -No se lo pueden llevar- me dijo la mujer rubia desde el salón, yo solo me adentré para agarrar el pómulo de la puerta para después cerrarla de un portazo.
