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Había matado a unos cuantos caminantes y ahora estaba subida a un arbol para comer algo. Casí era medio día y al final no había comido nada para desayunar.

Me puse a pensar en todo lo que había pasado últimamente, y la verdad que todo me había ido peor desde que me junté con el grupo de Rick.

Me habían tratado mal, hablado peor e incluso me habían violado. Nunca había pensado que pudieran pasar tantas cosas en tan poco tiempo.

Lo único que hecharía de menos de todo eso, serían las charlas con Glenn y Dale. Ellos eran los que realmente hacían que el grupo se mantuviera unido. 
Y Daryl... No quería pensar en él. Pocas veces había apostado por mi, y me lo había dejado bien claro. Espero que no se le haya ocurrido salir a buscarme. Creo que debería seguir buscando a esa niña muerta y hacer feliz a su "admiradora".

Cuando acabé de comer, volví a bajar del arbol y me disponía a seguir mi camino cuando escuché dos voces que me eran familiares.
Me acerqué sigilosamente y vi como Rick, Hershel y Jimmy (el novio de Beth) estaban al lado de dos caminantes a los que intentaban... ¿Coger con unas agarraderas? Llevaban una especie de agarraderas de esas que se usan para coger al ganado por el cuello, y eso era lo que hacían con lo caminantes.

¿Era de esa manera como llevaban a los caminantes al pajar? Pero ¿que hacía Rick con ellos? Dí un par de sonoros pasos para que se dieran cuenta de que estaba allí, y Rick se grió apuntándome con su arma.

- ¡Dios Lisbeth! Casi te pego un tiro. ¿Que hacer aquí?

- ¿Y vosotros? ¿Que se supone que estáis haciendo?

- Verás... Hershel conocía a esta gente. Él tiene una vision distinta a la nuestra hacia los caminantes.

- ¿Así es como los metéis en el pajar?

- ¿Como lo sabes? - preguntó Hershel.

- Me lo dijo Glenn. El otro día se dió cuenta de que tienes el pajar lleno de ellos.

- No debemos decirselo a nadie más. Hay muchos en el grupo que no lo acetarían. Pero estamos en casa de Hershel, y debemos acatar sus normas.

- Rick yo... ya no pertenezco a vuestro grupo. No soy demasiado querida en él.

- ¿Pero que dices?

- Esta mañana hice un comentario desafortunado, y no me llevé las mejores palabras, así que he decidido seguir por mi cuenta. Sola.

- Vamos, vuelve con nosotros. Lo hablaremos con los demás. Ayudanos a llegar a la granja.

Miré a Rick a los ojos y me dió la confianza suficiente como para aceptar ayudarles, aunque con la idea de que si seguían las hotilidades, me iría la primera de cambio. Pero nada nos hacía intuir lo que iba a pasar a continuación.

Ya estábamos llegando a la granja y las voces, más altas de lo normal, nos llamaron la atención. Todos estaban alterados y la cara de Hershel lo decía todo.

Shane se acercó a nosotros llamando a Rick. Estaba furioso.

- ¡Rick! ¿Que coño es esto?

- Shane, te lo puedo explicar, pero primero cálmate.

- ¿Que me calme? ¡Tiene el pajar lleno de esas cosas!

- Shane, es su casa. Debemos acatar sus normas.

- ¿Sus normas? Y una mierda.

Cogió su pistola y disparó al caminante que llevaba Hershel. El pobre hombre no sabía que hacer.

MUERTE VIVA #Norman2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora