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A la mañana siguiente, Rick y Shane se prepararon para llevarse a Randall.

Cogieron uno de los coches y le metieron en el maletero. Le pusieron unos auriculares con la música muy alta y le taparon la cabeza. Iba atado de pies y manos.

Rick se despidió de Lori y Carl y a los demás nos hizo un gesto con la mano. Se subieron al coche y se fueron.

Fui para la autocaravana. Me sentía tan agusto ahora que tenía a Shane lejos, que me apetecía leer un poco, así que pensé en coger uno de los libros que tenía Dale.

Mientras miraba cual coger, Daryl entró y se apoyó en un lado con los brazos cruzados.

- ¿Pasa algo?

- No, ¿Por?

- Estás ahí parado mirándome. Pensaba que pasaba algo.

- Te dije que no te dejaría sola.

- Ahora no hay problema. Shane se ha ido con Rick, así que me puedo permitir el lujo de relajarme un poco.

- Y... ¿Que estás buscando? - se acercó a mi y me abrazó por detrás apoyando su barbilla en mi hombro.

- Me... me apetecía leer un poco - me había hecho ponerme nerviosa al sentir y notarle tan cerca - He pensado en cogerle prestado un libro a Dale, pero no me decido por ninguno.

- ¿Te gusta leer?

- Si, era uno de mis pasatiempos favoritos antes de que todo se fuera a la mierda y deseara estar muerta.

- ¿Porque dices eso? - me giró para quedar delante de él - Yo no deseo que estés muerta.

- Daryl... estos días he aguantado cosas que no debería aguantar nadie. Me alegré al veros, el simple hecho de no pasar más tiempo sola me hizo ser un poco más feliz. Pero la felicidad me duró poco... Lori me dijo que ya le había contado todo a Rick, pero sigo sin fiarme de Shane. Solo espero que llegue el día en el que Rick le eche de aquí.

- No te preocupes, ¿vale? Ese día no creo que tarde mucho en llegar.

Bajé la mirada. No quería que me viera llorar de nuevo. Estaba harta de todo eso. Cogió mi cara entre sus manos e hizo que le mirara. Sus ojos azules me tenían loca. Me encantaba perderme en ellos, y ahora lo estaba consiguiendo. En ese momento nada importaba, estaba con quien quería estar.

Se acercó y me besó. Un beso dulce y comedido. Me asombraba lo tierno que podría llegar a ser un hombre que se mostraba tan rudo y frio. Me encantaba descubrir de él cada día un poco más. Volvió a mirarme y me dedicó la mejor de las sonrisas. Ahí mi cuerpo ya no respondía a lo que yo le pudiera estar diciendo, simplemente puse mis manos en su nuca y lo atraje hacia mi para fundirnos en un apasionado beso.

Antes de que me diera cuenta, Daryl me había levantado del suelo y ahora le rodeaba la cintura con las piernas. Fuimos a la parte de atrás y me dejó con cuidado encima de uno de los colchones, fue hacia la puerta y cerró por dentro.
Volvió donde yo estaba y se estiró a mi lado. Nos miramos durante lo que me pareció una eternidad y luego volvió a besarme.

Su mano pasó de mi mejilla, a mi cuello y de ahí fué dibujando un camino hasta mi cintura, donde pasó su mano por debajo de mi camiseta hasta llegar a uno de mis pechos, lo acarició y volvió a bajar. Esta vez se quedó parado con la mano en el borde de mi pantalón. Se separó de mi y me miró muy serio.

- No se si deberíamos hacer esto.

- ¿Por que no?

- Por que no creo que con todo lo que estás pasando tengas ganas de estar de esa manera conmigo.

- Creeme, es lo que más quiero ahora mismo. Puede ser difícil, no te lo niego, pero creo que puede ayudarme a seguir confiando en los hombres. Aunque sea solo un poquito.

Se le escapó una sonrisa y empezó a desabrocharme en pantalón. En un momento ya se había deshecho de ellos y de mi ropa interior. Me miraba con deseo y yo a él también. Me quitó la camiseta y el sujetador. Yo le quité el chaleco y la camisa y le ayudé a deshacerse de la parte de abajo.

Me encantó verle desnudo a mi lado. Juntamos nuestros cuerpos calientes de tanto deseo y se colocó encima mio.
Me miraba a lo ojos mientras entraba en mi. Todavía estaba un poco dolorida, pero con él era un dolor dulce, que en poco tiempo se transformó en el mayor de los placeres. Un gemido salió de entre mis labios y cerré los ojos entregandome a él.

De pronto paró y salió de mi. Abrí lo ojos y le ví mirar al suelo.

- No llevamos protección...

- Glenn.

- ¿Glenn?

- Si, él tiene una caja de preservativos. Deben de estar por aqui.

Me levanté y me puse a buscar la mochila de Glenn de entre sus cosas. No tardé en encontrar la tan deseada cajita y saqué uno de los preservativos.
Me acerqué de nuevo a él, ahora podíamos seguir sin preocupaciones. Volvió a colocarme debajo de él y entró en mi de nuevo.

Sus movimientos cada vez eran más rápidos y el placer entre los dos era cada vez más evidente. Notaba que un gran orgasmo se acercaba y yo quería más. Más de esto, más de Daryl.

Me coloqué de forma que pudiera entrar más en mi y me dejé llevar. Noté una explosión dentro de mi que enseguida se vió acompañada de la suya. Habíamos acabado a la vez. Me besó dulce y cariñosamente y salió de mi poniendose de nuevo a mi lado. Apoyé la cabeza en su pecho e intentamos tranquilizar nuestras respiraciones.

No pasaron ni cinco minutos, pero yo ya me había quedado dormida. Noté como se apartaba de mi. Abrí los ojos y ví como se vestia de nuevo.

- Será mejor que salgamos de aquí. Seguramente estén preguntandose que hacemos tanto rato aquí dentro.

- Podemos decir que estabamos hablando.

- No te van a creer - dijo serio - tu cara te delata.

- ¿Que le pasa a mi cara?

- Irradia felicidad - se acercó y me besó - Eres especial.

- Tú también lo eres para mi.

- Te veo fuera.

Salió de la caravana y empecé a vestirme. Entré al pequeño baño y ordené mi pelo en un moño alto. Al salir me encontré con Carol apoyada en la pequeña mesa de la caravana.










MUERTE VIVA #Norman2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora