NINA
¿Cómo están las cosas? Pues bien, la relación entre Dimitry y yo ha mejorado, él se preocupa por mi y por nuestro hijo, nunca pensé en tener un hijo, además, fue muy impactante ya que fue una de las cosas que me di cuenta cuando me desperté, ojalá pudiera recobrar toda la memoria para así aclarar mis sentimientos y todo lo que me pasó por medio de lo que yo sabía, no por lo que me cuenten.
Todavía no sabemos si es niña o niño, ya había pensado en nombres pero no es nada seguro, pero debo decir que él o ella va sacar el gusto mío en la cocina, me lo ha demostrado comiendo la combinación de todos los helados que habían y ahora en un restaurante.
Tengo a Dimitry al frente mirándome como idiota, y eso me pone un poco nerviosa. Yo hablo sobre cosas para el bebé. Su mirada se posa detrás de mi y frunce su ceño, parece un perro.
-¡Nos vamos! -su anuncio me coge por sorpresa, ya que hace un momento me miraba con toda la ternura del mundo y ahora como si hubiera visto al mismo satanás.
-¡No me he terminado mi helado! -lo miro arrugando mi frente para demostrar mi enojo.
-En el camino lo acabas, así que vayámonos. -coge las bolsas y me habla con la mandíbula tensa, parece que su vena del cuello a explotar.
Me paro del asiento con mi helado y paso al frente de él y camino adelante de él, es un completo idiota.
Bajo por la escaleras eléctricas y sigo con mi helado, miro al frente y veo a todas las personas en el centro comercial, niños y mujeres, hombres también con niños. Después miro a la derecho y veo a un hombre con un peluche, es algo rubio, tiene un tatuaje en el cuello y me sonríe cuando lo miro, un escalofrió recorre mi cuerpo, siento miedo y mis piernas fallan, Dimitry me sostiene rápidamente.
-¿Estás bien, cielo? -adiós al Dimitry gruñón. Me sostiene de la poca cintura que tengo. Que bipolar.
-Sí, sólo creo que es mucho dulce. -le paso el envase y él lo come por mi.
(...)
Al bajar del auto corro como mi vientre me lo permite al baño, la combinación del helado, el pollo y los nachos no fueron buena opción.
Al llegar al baño dejó todo lo que había comido, adiós pollito.
Dimitry llega a mi lado y me soba la espalda.
Al llegar a la sala me doy cuenta que están toda la familia Nóvikov y mi tía y Fernando.
Todos nos saludan y le mostramos los regalos que compramos al bebé, mañana organizaré todo, ya está casi lista la habitación.
Mientras estamos todos hablando veo como discretamente Nikolay, Mijaíl y Dimitry se van del salón, mientras todas me hacen preguntas, Irina, la madre de Dimitry también está embarazada, ella tiene 5 meses y debo de decir que su barriga está enorme. Viktor me ha traído a comer una receta que preparó, es tan lindo, dice que soy su ejemplo a seguir, Vera carga a Joshua y lo mima, yo espero ser así con mi bebé o mejor, Dina es una mujer muy bella, si fuera menor sería perfecta para mi hermano, mi tía nos dialoga con tanta naturalidad, como siempre se siente tan bien estar así.
(...)
Dimitry salió a resolver unos asuntos y me dejo muy en claro que si necesitaba algo, si quería algo, que lo llamara inmediatamente y desde que se fue hace una hora me ha llamado dos veces. Saber que tengo 5 meses de embarazo lo tiene paranoico.
Tengo de visita a mi tía y Fernando, ellos se quedaran dos días más, camino de regreso a la cocina y cuando paso por el salón me llama la atención unas rosas blancas que hay en una mesa cerca de la ventana. Son 8, exactamente 8 rosas blancas.
Mi mente ve al hombre del centro comercial y después a mi en una celda, a Irina en una celda, después yo firmando un contrato, entrando a la mansión Nóvikov, salida a caballo, a Polina, ¡Por Dios! ¡Ya sé quién es Polina! Mis padres, el aeropuerto e Irina y yo envueltas en sangre caminando por un bosque.
Lo recuerdo todo, absolutamente todo.
Mis ojos se nublan y lágrimas bajan por ellos, todos me mintieron, todos lo hicieron.
Me quedo quieta y pienso en todo, como me han mentido en lo del matrimonio, en mi nueva vida y lo que peor me afecta es saber que Dimitry sabiendo como deseaba recordar todo no me dijo nada, a pesar de los sentimientos y el amor que siento hacia él, todo lo que ha pasado conmigo y con él y me miente, siento rabia y tristeza. Si en verdad me quisiera no me hubiera hecho esto.
Ahora siento el sentimiento de ira recorrer mi cuerpo, camino al salón y veo a mi tía viendo atentamente el televisor y a Fernando en su móvil.
-¡Ya lo sé todo! -me paro al frente de ellos.
Los dos me miran con confusión. Llevo mis manos a mi cabeza y me siento débil, Fernando me ayuda a sentarme.
-¿Qué te pasa? -mi tía me toca el cabello.
-¿Que qué me pasa?, me siento una completa mierda al saber que me vieron la cara de estúpida, piensan que soy una imbécil que nunca me daría cuenta de todo este puto invento. -ellos me miran sorprendido. Mi vocabulario de joven y cuando estoy enojada no es el mejor. -ustedes me mintieron, ellos me mintieron, todos me mintieron. A la mierda con todos.
Me paro del sofá y camino a mi habitación, la habitación que compartía con el imbécil de Dimitry.
Empaco mi ropa, lo necesario y después voy al cuarto de mi hijo, veo como está todo armado, cojo ropa y un oso.
-¿¡Qué piensas qué haces!? -mi tía me mira desaprobándome y Fernando mirándome.
-Empaco mis cosas, todo, me voy de está casa y de la vida de ésta familia, sólo me ha traído problemas desde el momento que puse un pie en esa casa. -Fernando avanza a mi y me pone sus manos en mis hombros.
-Donde tú vayas nosotros iremos, somos una familia, ¿lo recuerdas? -me abraza y empiezo a llorar de nuevo.
-¿Nina estás segura? -mi tía daña mi momento sentimental con Fernando.
-Claro que sí... Eso creo. -me limpio la nariz con mi antebrazo. -Me quiero ir ya.
Saco la pequeña maleta de la habitación. Y ellos me siguen.
-Bajo enseguida, sólo meto lo poco que saqué y volveremos a Dinamarca. -Fernando me sonríe tiernamente. Él quiere lo mejor para mi.
-Nina, no quiero que te arrepientas de lo que vas a hacer, él es el padre de esa criatura y no te puedes ocultar toda la vida ni ocultar a su hijo de él. -ella me toma las manos. - Y si le das... -la interrumpo.
-Tía no, él me mintió... Tuvo la oportunidad de decirme todo pero no lo hizo, no quiero que me mienta más. -trato de contener las lágrimas pero no lo logro.
Ella camina a su habitación, yo bajo las maletas, una mediana de ruedas, otra más pequeña negra brillante del bebé y un oso de casi muy estatura.
(...)
-Nachos con queso y pizza de salami. -lo miro y entrecierro los ojos. - y claro que tiene queso.
Sonrío y empiezo con la pizza, el olor me gana y Fernando me mira, estira su brazo para coger un trozo de pizza pero le gruño y le pego. Él se queja y mi tía lo regaña por quitarme mi comida, le saco para lengua y él me lo devuelve.
Nuestro avión ya va a despegar y agradezco que sólo falten minutos y sigo con mi comida, Fernando come un pedazo de pizza que obviamente él compró, mi tía come su ensalada.
Y otra vez no puedo dejar de pensar en todo lo que ha pasado, todo ha sido una grande mentira pero de esto resultó algo muy hermoso como es mi hijo, él que viene en camino.
Dejaré todo atrás, haré mi vida con mi hijo, crearé mi nueva familia, sólo con la verdad y le pediré el divorcio a Dimitry.
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Gracias a los que leen mi novela, y sobre todo gracias por tenerme paciencia, ailofiu. :v
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Amor Por Contrato
RomanceNina Freeman busca la aprobación de su proyecto. Ella es carismática, alegre y no se deja intimidar de nadie. Cuando te topa con el gran Dimitry Nóvikov, que es el hombre que puede aprobar su proyecto, y le hace una propuesta que nunca se imaginó...