SEPTIEMBRE 31 2010
Aún estaba estancada en la autopista, mientras escuchaba música, esperando a que los coches se movieran. Había mucho más tráfico que normalmente y faltaban 15 minutos para que empezara la universidad. Era mi primer día y ya iba a llegar tarde.
Lo único bueno era que hace poco había empezado el otoño y ese era mi mes favorito, así que podía ver las maravillosas vistas que habían en Madrid, con las naranjas hojas en el suelo y algunas en las ramas. Me encantaba que ya no hiciera tanto calor y empezara a hacer algo de frio.
El coche de alante empezó a moverse. ¡Por fin! Puse mis manos en el volante y comencé a conducir. Tenía que ir muy lento porque habían muchos coches y mucho tráfico.
Lentamente, iba avanzando. Cuando empecé a ir más rápido, todos los coches se pararon de golpe, obligandome a frenar en seco.
-¡Venga ya!
Pegué el volante y me hice algo de daño en la mano. Llamé a mi mejor amiga para que le avisara al profesor de que llegaría tarde a causa del tráfico.
Saqué el móvil del bolsillo del pantalón y marqué el número.
-¡Raquel! ¿Dónde estás?
-Estancada en el tráfico. Dile al señor González que no llegaré a tiempo.
-Se lo diré. Intenta no tardar mucho.
-Ya lo intento, Ángela.
Colgué y lancé el móvil al asiento. Suspiré y empecé a pitar para ver si se movían. Al parecer escucharon mis plegarias.
Empezamos a andar y parecía que el tráfico había disminuido. Yo cantaba al son de la radio mientras intentaba desviarme de la carretera central para meterme en camino.
Mi mirada estaba en todas partes menos en la autopista. Encontré una carreteea secundaria que me llevaría a la universidad.
Me desvié y me fui por aquella carretera, descubriendo que no había nada de tráfico. Una sonrisa se esbozó en mi rostro y, en menos tiempo de lo que me esperaba, llegué a la gran universidad de Bellas Artes.
Aparqué en el mismo sitio que siempre, salí del coche y me dirigí a la primera clase del año con el señor Gonzalez. Cuando entré, me quedé alucinada por lo bonito que era el edificio, tanto por dentro como por fuera.
-¡Ahí estas!
Vi a mi amiga corriendo hacia a mí para arratrarme a clase. Ángela era muy guapa, incluso le habían ofrecido ser modelo pero nunca aceptó porque su sueño era ser pintora. Sus ojos color cielo, sus rizos castaños, su piel blanca y perfecta, y su bello cuerpo perfectamente estructurado llamaban la atención a todo el mundo. Ángela era la chica más tímida del mundo antes de conocer a alguien; después de conocerle era abierta, graciosa, tímida y transmitía mucha confianza.
-No, estoy ahí.
Bromeé con sarcasmo señalando a otro lugar.
Mi amiga me cogió del brazo y me llevó a nuestra primera clase. Nos sentamos en la segunda fila, ya que queríamos aprender algo, y esperamos a que entrara el resto de gente que también llegaba tarde. Entonces, fue cuando mis ojos se posaron en el profesor; no sabia de qué pero su rostro se me hacia algo familiar. Tenia el pelo negro como el azabache y lo llevaba peinado en un tupé hacia arriba. Tenia unos ojos preciosos, color miel, y unas pestañas larguísimas. Parecía muy joven y parecía que tenia un buen cuerpo.
-Que bueno esta el profesor.
Ángela y sus comentarios. Ya os dije que después de conocer a alguien era abierta.
-No está mal.
-¿No está mal? ¿Sólo eso? ¡Está como un queso! Ojalá yo tuviera un novio así.
La miré con una sonrisa en mi cara.
-Buenos días, sentaros y callaros por favor.
Dios...tenia una voz muy sexy. Pude notar como derritió a mi amiga con solo una frase.
-Quería presentarme. Me llamo Zacarías González, pero mis amigos me llaman Zais o Zac por una historia que algún día os contaré. Vosotros, al ser mis alumnos, me llamareis Señor González.
Todos nos quedamos mirándole. Nos llamaba la atención a todos.
-Tal vez os preguntareis por qué teneis un lienzo en la primera clase. Una respuesta simple, quiero ver el talento natural que teneis. Así que, podeis coger cualquier tipp de pintura y teneis dos horas para pintar lo que os apetezca. Empezad y si necesitais ayuda llamadme.
Me puse a pensar con qué haría mi cuadro y decidí pintarlo con acrílico. Cogí un pincel, de tamaño normal, y empecé a pintar lo que tenia en mente, aunque no sabia lo que era.
Listo. Observé mi dibujo y vi que era un río. Un pequeño río de Cheshire en el que había una pareja disfrutando de un picnic, de noche.
-Se terminó el tiempo. En orden de lista, saldréis y presentareis vuestro trabajo. Direis que habeis pintado y con qué técnica.
Todas las personas que habían presentado su cuadro, habían demostrado tener mucho talento, mucho más que yo. Estaba concomida en mis pensamientos cuando el profesor me llamó. Cogi mi 'obra maestra' y se la presenté a la clase.
-El cuadro está hecho con acrílico. En el cuadro, he pintado...
Entonces empecé a ponerme nerviosa. No sabia por qué pero no podía presentarlo; algo me lo impedía. Los nervios me recorrían y los recuerdos empezaban a fluir por mi cabeza. Algo o alguien estaba dentro de mi, de mis memorias, pero no quería salir a la luz.
-Señorita López, cuéntenos lo que ha pintado.
-Una pareja, en un río de Cheshire, disfrurando de un romántico picnic. Saben que algo malo va a pasar pero no saben el que ni el cuando. Intentan disfrutar de sus últimos momentos juntos. La medianoche les espera y no quieren que acabe el día.
-¿Cómo se llama el cuadro?
-Recuerdos de medianoche pero prefiero el título el inglés "Midnight Memories".
El profesor se acercó para observar cada detalle más cerca.
¿De dónde había sacado toda esa información?
-Son unas pinceladas muy bien realizadas. Veo que sabes lo que haces. ¿Podría saber el nombre de las personas en el cuadro?
-La chica se llama...Rocky y el chico...no sé, no me acuerdo.
-¿No se acuerda?
Negué con la cabeza.
¿Qué estaba diciendo?
-Sólo me acuerdo de que empieza por la Z el nombre.
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La Última Hoja de Otoño (Zayn Malik)
FanfictionElla ha cambiado. Se mudó a España después de la trágica ruptura con su novio. Ella le ha olvidado por completo y él a ella también. Ahora sólo son un simple recuerdo para cada uno. ¿Y si uno de ellos ahora fuera famoso? ¿Y si se encontraran p...