#7: Nobody Compares

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Su cara era un enigma: enojo, decepción,  tristeza, etc. Todos esos sentimientos en una sola expresión. Yo...me sentía mal; quería corree y huir.

-Y-yo no sabía que t-tu ibas a ser nuestra estilista.

-Lo sé.

Intentaba parecer segura de mi misma pero él me conocía demasiado y sabía cuando mentía. Si era así,  intentando ocultar mi tristeza, era gracias a él porque su dolor me enseñó. ¿Por qué tenia que ser todo diferente? ¿Por qué ha cambiado?

-Voy a decírselo a los otros.

Aquellas ganas de llorar seguían y si decía una sola palabra más iba a estallar. Paré y respiré profundamente para intentar no llorar. Uno...dos...uno...

Me tranquilicé y me acerqué a ellos. Parecían tristes, ¿sabrían lo de Zayn? Mi mente tenía muchas preguntas pero no tenia la fuerza de hacerlas.

-C-hicos yo, yo s-soy vuestra estilista en prácticas.

Al principio todos se pusieron serios y vi como Harry apretaba su puño con todas sus ganas. Después,  se miraron entre ellos y estallaron a carcajadas.

Yo estaba muy confusa. Me giré un segundo hacia Zayb y vi que seguía igual, sin lograr decir o hacer nada. Quería abrazarle y besarle pero no podía.

-¿Qué es tan gracioso?

Todos seguían riendo y él único en darse cuenta de mi pregunta fue Louis.

-Casi nos lo creemos.

Se rieron más fuerte aún. Pensaban que era una broma. 

-Chicos no es una broma.

Ellos seguían riendo y yo me estaba frustrando. Seguía insistiendo pero nada.

-Soy vuestra estilista.

Ellos seguían con sus carcajadas y Zayn seguía quieto como una estatua. Me cansé así que grité con todas mis fuerzas para que me escucharan.

-¡Soy vuestra estilista, no es broma!

Niall fue el único que seguía riendo. Los demás me miraron serios y cuando el que faltaba se dio cuenta de que estaba solo paró de reirse. El odio en aquellos cuatro pares de ojos apareció y sólo uno cambió su expresión: Liam.

Harry me miraba con puro odio.

-Tú.

Styles se levantó y se acercó a mí.

-No pienses que me vas a tocar el pelo.

-Venga Harry somo amigos.

-No. Tú eres la perdición de mis rizos.

Este se fue indignado y empezó a hablar con Zayn. Yo quería llorar y alejarme de todos pero no podía pasarme llorando el resto de mi vida.

-Venga chicos. Raquel no tiene la culpa. ¡Seguro que lo hace genial!

Liam se levantó y me pasó el brazo por los hombros. Me dio un pequeño abrazo y me sonrió. ¿No me odiaba? Louis y Niall se quedaron callados mientras me miraban con desprecio.

Debería de estar preocupada por los chicos pero Zayn rondaba por mi cabeza. ¿Qué había pasado para que ahora me dijera esto? ¿Que le habían dicho?

-Tienes razón, Liam. Ni que ella tenga la culpa de que sea NUESTRA estilista.

Louis se levantó y me dio un beso en la mejilla tras decir esto. Me sonrojé un poco y le di un pequeño abrazo a Louis. No decía nada porque no me salían las palabras.

-Y-yo...a la mierda teneis razón. Zayn y Harry, con todo el perdón,  te van a odiar.

No llores, Raquel.

-Gracias.

Era lo único que conseguí decir. Me disculpé y me fui al baño pero cuando llegué, las lágrimas habían desaparecido. Rabia. Rabia recorría por mis venas y con un puñetazo,  rompí el espejo.

No sentí el dolor, ni los cristales clavandose en mi puño.  No fue hasta que me vi los nudillos que me di cuenta de lo que me había hecho. Estaba todo sangrando.

Me lavé la mano y me quité algunos trozos de cristal. Dolía mucho peri tenia que aguantarme. Busqué en mi bolso algo para desinfectarme pero no tenia nada. Me enjuagué con jabón y me sequé la herida con papel.

La mano paró de sangrar pero aún tenía algunos trozos de espejo clavados; tenia que ir al hospital cuando llegase a Londres.

Salí del baño y regresé con los chicos. Me imaginaba que eran sobre las 7  porque One Direction estaba listo para ir al avión. Me reuní con el equipo pero me alejé de los chicos.

Subí al avión y me senté en mi asiento. Me puse los auriculares y miré por la ventana intentando olvidarme del resto. Unos minutos más tarde, alguien se sentó a mi lado. Giré la cabeza y me encontré con Zayn.

Genial. Me ha tenido que tocar al más indicado.

Me miró y cuando vio que yo también le estaba mirando se volvió rápidamente. Miré fijamente sus ojos, aunque él no me miraba, y observé como se le aguaron los ojos. ¿Por qué lloraba? Yo era la que estaba siendo fuerte y encima la que estaba siendo rechazada.

Decidí echarme una siesta así que, cerré los ojos y dejé que la música hiciera su efecto.



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-Señores pasajeros estamos a punto de aterrizar. Por favor abróchense los cintures y pongan en vertical vuestro asiento.

Me desperté por aquella voz femenina. Intenté moverme pero algo me sujetaba la mano. Fui a quitar el bolso pero no era aquello lo que me frenaba; era Zayn. Le quité la mano y se despertó. Le ignoré y me abroché el cinturón como habían indicado. Me quité los auriculares y guardé todo lo necesario en el bolso para estar lista.

En escasos minutos, noté como el avión empezaba a aterrizar.

-Espero que no pase nada, nunca he viajado en avión.

-Ya estamos aterrizando.

-Pero en el aterrizaje puede pasar algo.

-No digas eso, Zayn.

¿Por qué no podía parar de pensar en él?  Si,  le quería pero no era el único chico en el mundo. ¿Tan diferente era del resto para mí?  No se le puede comparar con nadie.

Terminamos de aterrizar y cada uno cogio su mochila. Cuando salimos del avión,  nos encontramos con, como poco, cien fans con carteles y posters gritando por un autógrafo o foto.

Los chicos se acercaron a algunas fans y yo seguí a Simon. Nos siguieron unos minutos más tarde y fuimos a por las maletas. Los guardas me ayudaron a cargar con las maletas y nos fuimos a la furgoneta que nos esperaba fuera.








La Última Hoja de Otoño (Zayn Malik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora