Hicieron el amor como el la noche que habían pasado juntos seis meses atrás, pero con más intensidad aún. Minho le hizo el amor hasta que Kibum gritó literalmente de placer, la oscuridad
los arropaba con su manto, sin tiempo ni restricciones, todo era posible, las horas parecían no tener fin, al no se medidas por reloj alguno, ni por ningún otro símbolo de la civilización. Afuera, la calle estaba oscura y vacía, Minho no volvió a encender la radio, no quería que el mundo se entrometiese, Kibum tampoco lo hizo.
Hacía demasiado calor para dormir, a pesar del alto techo del vestíbulo, que acumulaba el aire caliente, se tumbaron en los cojines y hablaron, con voces que no eran mas que murmullos. Minho no dejó de acariciarlo con sus manos, y Kibum dejó sus miedos para otro momento. Tenía sueño, pero se le olvidaban las ganas de dormir en cuanto él lo tocaba en la densa y calurosa oscuridad, con manos que lo acariciaban y lo excitaban hasta que se contoneaba sobre los cojines, su amor lo envolvía como la noche, en la oscuridad no tenía inhibiciones, no sólo le dejaba hacer, sino que participaba en ello, no hubo ni un centímetro de su cuerpo que no explorase.
Con el amanecer ascendió la temperatura, pero la electricidad seguía sin funcionar. Aunque sabía que no podía verse nada a trabes de las ventanas coloreadas, Kibum se alegraba de que siguieran escondidos en su propio nido, despues de beber una taza de agua y comer algo, Kibum insistió en volver a lavarse a pesar del calor que hacia en los servicios y de que Minho tuviera que esperar, impacienciente, a que volviese, al parecer, aquel hombre no se cansaba nunca.
De pronto oyó unas voces y se quedó paralizado, presa del pánico ante la perspectiva de ser descubierto desnudo en el servicio, por un momento pensó que tal vez habían arreglado la electricidad, pero se dio cuenta inmediatamente de que era imposible, porque el servicio seguía estando a oscuras, tal vez el guardia hubiera apagado las luces antes de marcharse, el día anterior. Ni siquiera pensó en accionar el interruptor.Después escuchó una sintonía familiar, y se relajó, era la radio, por supuesto. Un tanto irritada consigo misma por haberse asustado, y con Minho por haber causado su miedo, salió del servicio. - Casi me da un ataque al corazón –espetó-. Pensé que alguien había entrado, y que estaba prisionero en los servicios públicos.
Minho sonrió.
- ¿Y que pasa conmigo? Estoy tan desnudo como tú.
Seguía tumbado, de alguna forma, parecía estar en casa, en su estado natural, Kibum bajó la vista para mirarse y rió.
- No puedo creer que esto esté pasando.
Minho estuvo a punto de decir : "Es algo que podremos contar a nuestros nietos", pero prefirió no hacerlo. A Kibum no le gustaría oírlo, y, además, se había prometido no presionarlo. Alargó un brazo hacia él, y se tumbó con él, entre sus brazos.- ¿Qué decían las noticias?
- Nada importante. Una noche relativamente tranquila en Seúl, con algún saqueo esporádico, lo mismo que en todas partes. Hace demasiado calor como para que la gente se ponga a robar en serio. - ¿Ah, sí? –pregunto Kibum, mirándolo de reojo.Minho rió y lo puso de espaldas, se colocó sobre él con una absoluta falta de delicadeza que demoraba cuantas veces había adoptado la misma postura a los largo de la noche.
- ¿Y las noticias? –pregunto Kibum.
Él se acercó a su cuello, respirando su dulce olor.
- ¡Ah, eso!, han movilizado a la Guardia Nacional, desde Seúl hasta Busán, hubo algunos disturbios en Daegu, pero todo está ya bajo control.
- Pensé que habías dicho que las cosas estaban relativamente tranquilas.
- Así es, teniendo en cuenta que gran parte del país está sin electricidad, la tranquilidad es sorprendente.
Minho no quería hablar sobre el apagón, tener a Kibum cerca, desnudo, le producía una sensación más fuerte que la de cualquier whisky, Lo besó, colocándolo
en posición para penetrarlo y entrando en él suavemente, sintió el tacto delicioso de los músculos de su ano, la manera en que sus dedos lo tocaban mientras se arqueaba para estar más cerca de él.
Sus sentimientos hacia él se exacerbaron, y se sorprendió deseando que no arreglasen nunca el tendido eléctrico.
Despues de hacer el amor, Kibum se apoyó en su hombro.
- ¿Han dicho en la radio cuando cree la Compañía de Electricidad que volverá a funcionar el suministro?
- Puede que esta tarde –dijo.
- ¿Tan pronto? Se sintió un poco indignado, como si le hubieran prometido unas vacaciones y se las hubieran acortado, pero aquello no eran unas vacaciones, para mucha gente constituiría un verdadero drama, la electricidad podía ser la diferencia entre vivir o morir para alguien que estuviera enfermo. Si todo lo que tenían era unas cuantas horas
más, quería aprovecharlas al máximo.
Al parecer, Minho pensaba lo mismo, lo mantenía constantemente entre sus brazos, excepto cuando insistía en que bebieran algo, incluso cuando se sintió cansado, no dejó de acariciarlo. Minho se había apoderado hasta tal punto de sus sentidos que Kibum se habría sentido aterrado de no haber comprobado que él sentía lo mismo, no era algo que él le estuviese haciendo, era algo que ambos compartían.
Se durmieron fuertemente abrazados, a pesar del calor.
De pronto, Kibum se despertó sobresaltado al sentir una ráfaga de aire frió.
Minho se sentó.
- La electricidad funciona –dijo Minho, mirando hacia las luces del techo, que resultaban deslumbrantes, después de tantas horas a oscuras-. Son las once en punto –añadió, después de consultar el reloj.
- Es demasiado pronto –dijo, enfadado-. Dijeron que no lo arreglarían antes de la tarde, posiblemente exageraron, por si tenían algún problema
Sintiéndose increíblemente expuesto bajo la luz, Kibum se apresuró a vestirse, cogió el peque bóxer, lo examinó con una mueca de disgusto y lo tiró a una papelera.
-¿Qué hacemos ahora? –preguntó, echándose el pelo hacia atrás.
Minho se subió la cremallera de los pantalones.
- Ahora nos vamos a casa.

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ATRAPADOS (MINKEY)
RomansaKim kibum y Choi Minho se quedaron atrapados en un edificio de Seúl a causa de un apagón. Sin embargo, entre ellos saltaban chispas suficientes como para iluminar la ciudad entera. * ADAPTACIÓN *