Mónica:
Caminé por el pasillo en silencio, esquivando al cardumen de jóvenes que había a mi alrededor, mientras recuperaba un poco el aliento. El muchacho del que he estado enamorada toda mi vida me vio gateando por todo el pasillo y tuvo tanta lástima que me entregó lo que todo ése tiempo estuvo en mis narices... y por cosas como ésas es que no tengo amigos.
Me apresuré en llegar a la biblioteca para poder esconderme allí un rato, o por lo menos hasta que mi vergüenza desapareciera (cosa que no pasa rápido); pero después de un rato tratando de concentrarme en mi libro no lo conseguí, mi mente divagaba y sólo pensaba en Andrés: en sus ojos, su cabello, su sonrisa, en ése instante de tacto entre nuestras manos... ¿Qué? No. No podía suspirar por un chico que fue mi mejor amigo (aunque ya no me hable) y que tiene novia, la cual fue mi mejor amiga (aunque tampoco me hable) y eso está mal, además de que... aceptémoslo, aunque no tuviese novia, él está fuera de mi alcance.
Tal vez hace 3 años lo nuestro pudo haber tenido sentido, pero ahora era completamente imposible.
Flashback 3 años y medio atrás
«Salí de la escuela y corrí a casa, debía estudiar para el examen de aritmética que había al día siguiente (cabe destacar que me era más fácil entender hebreo... y yo no hablo hebreo). En eso, oí que una voz masculina algo ahogada me llamaba:
—¡Mónica!
Volteé y ésa figura hizo que mi corazón se acelerara, detuve mi paso para que pudiera alcanzarme. El castaño se detuvo y apoyo sus manos sobre sus rodillas para recuperar el aliento.
—¿Cómo caminas tan rápido? — dijo con la respiración entrecortada.
—Tomé un taxi.
—Eso explica porque te perdí de vista tanto tiempo.
—¿Qué sucede?, ¿Por qué tan agitado?
—Publicaron los resultados...— Andrés se había probado para el equipo de baloncesto hace un par de días y estaba muy ansioso, era de lo único que hablaba— estoy dentro.
No pude contener la emoción y corrí a sus brazos gritando de alegría, él me recibió y me dio vueltas en el aire. Estaba muy feliz por él, se había esforzado muchísimo y tenía ése puesto más que merecido.
—Cariño... — Ya se había vuelto normal decirnos ése tipo de cosas, y la verdad no me molestaba en lo absoluto— Felicidades, te lo mereces.
—De hecho, venía a agradecerte... — dijo tomando mis manos, su roce provocó un pequeño hormigueo en todo mi brazo — Gracias por alentarme y animarme, me hiciste sentir que podía.
—Porque puedes, Andrés, eres muy talentoso.
Clavó su mirada celeste en mí y sonrió, dio dos pasos hacía mi... Cada centímetro menos me hacía hiperventilar.
—Igual quiero agradecerte. ¿Qué te parece si te llevo por un helado?
—Sabes que no puedoresistirme a un helado— ni a ti.»

ESTÁS LEYENDO
Metamorfosis
Teen FictionTodo héroe tiene defectos, todo villano tiene motivos. ¿Por qué dividimos entre buenos y malos?, ¿será porque nos acostumbramos a oír historias incompletas? Quizás no hayan villanos, quizás sólo hay personas heridas que no saben que hacer con su dol...