Esclava sexual de un gay (Michael Clifford) EDITANDO

Peluquería?

Grabación.

—¿Por que no tocas antes de entrar? Estoy desnudo —El chico ojiverde estaba completamente avergonzado.

—¿Y que importa si somos hermanos? —El rubio había estado bebiendo un poco.

—Cristóbal ¿Has bebido? Ya sabes que a mamá no le gusta eso— Michael se sentó sobre la cama, dejando ver su cuerpo

—Ya cállate, hablas mucho —Cristóbal sintio la necesidad de largarse a reír. El mismo encontraba todo esto descabellado, pero si a Michael le gustaba esto, el no era quien para negarse —Estoy arto de que siempre seas el niño perfecto —Su voz sonaba cómo si estuviera borracho.

—¿Por que dices eso? —Dijo algo enojado

—Porque todos te prefieren, maldita sea —Michael se notaba completamente asustado, pero cuando Cristóbal se quitó el pantalón el nerviosismo comenzaba a crearse.

Todo era tan real

—¿Que estas haciendo? —Dijo el ojiverde colocándose de pie

—Acuestate, estúpido —El rubio lo lanzó sobre la cama con brusquedad —Esto es algo que siempre quise hacer —Se lanzo sobre Michael, tomándolo fuertemente de los brazos y estampó sus labios contra los de él, Michael se removia inquieto —Quedate tranquilo

Se incorporo de la cama sacando una amarra y lo ató. Colocó su cuerpo boca a bajo y lo follo tan duro y bien, cómo sólo el sabia hacerlo

Cuando finalizo el video, Darrem rodó los ojos

—Son unos asquerosos de mierda —La pareja estaba costumbrada a este tipo de insultos, pero Darrem era el unico del grupo que no sentía nada al ver a dos personas desnudas haciéndolo, era tan frío e inexpresivo, que los grababa cada vez que querían, y nisiquiera interrumpía con un "que asco" o comentarios indebidos cómo lo han hecho los otros chicos.

Soraya

No entendía que podía estar mal en Michael. Alomejor es algo normal en toda la gente. Y yo he vivido en una burbuja que no me deja ver más allá de mis narices.

Pero no se si yo quería ser parte de ese mundo. Sin embargo me aferre al jersey y caminé hasta el centro comercial. Eran recién las ocho de la mañana y Michael quería verme aquí; un día sabado.

—Eh —Me detuve y lo busqué con la mirada, estaba con las manos en los bolsillos apoyado en una.. Peluquería.

—Que sea algo importante para hacerme venir a esta hora —Michael rodo los ojos y giro la manilla abriendo la puerta

—Rápido, sigueme. —Hice lo que me pidió e ingrese detrás de él.

Era un lugar bastante amplio, pese a que había un sólo señor de espalda fumando..

—Eres puntual —Dijo aquél hombre

—Así es, tío —¿Tío? ¿Es su tío? De pronto se volteo hacia nosotros mostrando su rostro, tenía barba rubia y unos ojos celestes penetrantes. Sus pómulos eran casi más lindos que los de Michael, algunas arrugas ataban sus ojos.. Ha de haber sido hermoso cuando joven.

—¿Ya elegiste el color? —Pregunto mientras sus ojos repararon en mi —¿Tu novia?

—Si es mi novia, y ella elegirá el color —Mis mejillas se tiñeron de rojo y aquel hombre beso mi mejilla como saludo

—Soy Paul —Sonreí y le dije mi nombre

—Bien, ¿de que color quieres que tinture mi cabello? —Mi boca se abrió completamente. ¿Pero que mierda pensaba este tipo? —Tic tac.. Tic tac, rapido antes que llegue clientela

Lo miré profundamente a los ojos, se veía ansioso y muy feliz, tomé un fuerte suspiro —Rojo —Las palabras salieron de mi boca con dolor, Michael sonrío y Paul comenzó su trabajo.

.......

Mientras observaba cómo su imagen comenzaba a cambiar, pude percatarme de lo hermoso que era, me sonreía a través del espejo, y pequeños huecos y líneas definían sus labios, un pequeño lunar al llegar a su nariz, que era todo un arte. Sus labios que son más rojos que rosas, y sus dientes blancos y poco proporcionados. Sus colmillos, eran pequeños, lo cuál hacía que su sonrisa fuera tierna y picarona, sus cejas que no tienen necesidad de ser sacadas, y aquellos pequeños pelitos que las unen.

Pero si por alguna razón, el mundo se consumiera cómo un cuadro y perdiera sus colores, lo que más extrañaría sería el color de sus ojos. Tan verdes cómo tan brillantes, cómo si fueran irreales y soñadores.

—Bien, cierra los ojos, Soraya —Dijo Paul, observe por ultima vez a Michael, quién tenía un tipo de gorro con muchos agujeros, por donde sacaban su pelo para aplicarle un líquido hediondo.

Mantuve los ojos cerrados mucho tiempo, sentí cómo sonaba el agua correr, y luego un sonido de quizá un secador.

—Bien, abrelos. —Cuando volví abrir los ojos veía todo con mucho brillo, cuando enfoque a Mich sentí qué me desmayaria.

No había mucho parecido con el castaño que había sabido robarme el corazón, éste chico era mucho más sexy, extrovertido, hasta diría que se veía seguro de si mismo.

—Te ves hermoso —Mis ojos se llenaron de lágrimas. No entendía porqué tenía que darme cuenta en momentos cómo este lo que éramos —Eres hermoso

Michael sonrío y me abrazo, una lágrima cayó por mi mejilla, me aparte de Michael para mirarlo a los ojos —No deberíamos seguir con esto, lo siento.

Salí de la peluquería a toda velocidad, sólo bastaron unos minutos para tener a Michael corriendo detrás de mi, sin decir nada, comenzó a caminar en silencio a mi lado. Cuando llegue a mi casa deje la puerta abierta para que ingresara, caminé hasta mi habitación y me lancé sobre la cama

—Soraya —Dijo desde la puerta —¿Que pasa?

Mi cuerpo comenzó a subir y a bajar por las lágrimas, no sabía que decir ni hacer —Que me gustas eso pasa

Su cuerpo se quedó petrificado, podría apostar que su alma se había elevado por los cielos, sus mejillas tomaron un color rojizo, y sus ojos estaban nublados —Yo. —Dijo después de tantos minutos, me coloqué de pie con una sonrisa rota, seque las lágrimas y me acerque a él

—No digas nada —Lo besé. Con amor y dulzura. Lo amaba. Y aunque todo estaba mal, pero me parecía perfecto.

Este es uno de los capítulos más sad akakaks ya, el siguiente marca un antes y un después. Comenten y voten, gracias;))