Darrem

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Esa tardé la pase junto a los chicos, me di cuenta que cada uno de ellos es muy especial, incluso Cristóbal.

Caminé por las tiendas e ingrese a la biblioteca, quería pedir un libro.

—Buenas tardes. ¿Dónde puedo conseguir este libro? —La señora miro mi papel y me señaló un pasillo

—Sección seis —Le di una sonrisa, la cual ella me devolvio

A veces me preguntaba porque la gente que trabajaban en bibliotecas se veían tan tristes. Llegue hasta la sección seis y comencé a buscar el libro, ¡aquí esta!. Lo tome entre mis manos y cuando iba a caminar mi espalda chocó con la de alguien.

Él.

—HO-hola —Rasco su nuca y me miro dudoso

—Soraya —Recordaba mi nombre —No esperaba verte aquí

—Yo tampoco —El rubio sonrio abiertamente, derritiendo a cualquier persona que lo viera

—¿Que libro llevarás? —Señale mi libro

—Antes de ti —Hizo un gesto que no pude decifrar

—No lo he leído —Asentí con media sonrisa

—Ya me voy ¿te quedas? —Miró hacía la estantería y luego pasó su mano por su cabello

—Me voy. ¿Te acompaño?

—Si. —Comenzamos a caminar hasta el mostrador, pagamos los libros y salimos ambos con una bolsa— No me has dicho que libro llevas tu

—Ah.. Es uno educativo, para un informe —Se encogio de hombros

—Darrem.. ¿Ese es tu nombre?

—Olvidas rápido —La verdad, no —¿Y eres amiga de los chicos?

—Algo así. Soy.. amiga de Michael, pero es lo mismo ¿y tu?

—Nunca sería amigo de alguno de ellos, pero es mejor que estar sólo —Dijo sin expresión alguna, yo lo miré bastante asombrada —Tranquila, ellos saben que yo los veo así

—Bueno. Me tengo que despedir, que estes bien —Se detuvo frente a mi, sin decir nada

—Nos vemos —Se dio la vuelta y comenzó a caminar con ambas manos dentro de los bolsillos del pantalón, se veía tranquilo.

[...]

—No lo sé. Simplemente quiero qué no te acerques más a él —Rodé los ojos y Michael me golpeó

—¿Que hay de malo?

—Darrem es diferente a todos nosotros, a él no le importa los sentimientos, lo cuál quiere decir que suele pasar por encima de la gente para conseguir lo que quiere —No proteste, ¿por que hacerlo?

—¿Algún día vas a dejar de fumar? —El chico soltó el humo en mi rostro cómo respuesta

—Cuándo mis pulmones no puedan más. Ése día.. Na, ese día lo seguire haciendo —Asentí mientras me colocaba de pie —¿A donde vas?

—Al baño —Comencé a caminar dándole la espalda a Michael.

Estábamos en su casa, sus padres se habían ido hace unos minutos. Me sorprendía la cantidad de cosas que le ocultaba a sus padres. Ante los ojos de ellos era una persona, pero realmente era el mismísimo infierno.

Fuma, bebe, es gay. Tiene una esclava... Sexual.

Nisiquiera yo lo conozco ¿quién eres Michael Clifford?

.....

—Maldición, me ganaste —Gruñó y dio algunas vueltas por la cama, chocando con mi cuerpo

—Auch —Habíamos estado divirtiendonos con videojuegos

—Estoy muy cansado. Acuestate a mi lado —Hizo un puchero, lo cuál no lo hacia ver más tierno

—Ya debo irme

—Vamos, nena —Se colocó a mi altura y de pronto su mirada cambio, tenía los ojos brillantes, trago saliva con dificultad y entre abrió sus labios —Muero por besarte —Sus manos fueron a mi rostro, acunandome en el hueco de sus palmas, acerco su rostro lentamente al mío, y me dio un beso cálido y exquisito en los labios.

—¿No te ibas? —Bromeo colocando sus brazos detras de su cabeza y volviendose acostar sobre la cama

—Adiós Mich —

La verdad era que quería quedarme todo el tiempo posible con él. Pero estaba en mi periodo, y conociendolo....

Narra Darrem

Yo sabía que la había visto antes, esa chica estaba en casa de Michael. Pero ¿cómo se conocen?

Al parecer son muy buenos amigos, ya que ella sabe sobre su relación con Cristóbal. Después de encontrarme por casualidad con ella, la vi salir de la casa de Michael. Se quedo allí fuera, llamó a alguien y luego vinieron a buscarla.

—¿Por que estas tan callado? ¿Que mierda te pasa?  —Dijo Michael completamente desnudo.

—Cómo si no me faltará ver bastante boludes. ¿A que hora va a llegar ese idiota? —Y cómo si el destino estuviese de mi parte. Cristóbal llego.

—¿Comenzaron sin mi? —Rodé los ojos

—Yo no soy maricon —La parejita me miro fatal y luego se besaron, iuugh. —Bien.

—Enseguida me desnudo —Cristóbal se quito la ropa y se colocó un pantalon blanco olgado, que podías quitar de un sólo tiro.

—Recuerden que deben actuar bien. Cómo si fuera que Cristóbal quisiera abusar de Michael —Ambos rieron

—Es lo que quiero nena —Volví a rodar los ojos. Maldición, cómo es posible que aguante tanta estupidez.

Después de unos minutos, el show comenzó.

Este capítulo tiene una pequeña narración de Darrem, para demostrar lo frío y calulador que es. No olviden votar y comentar, ahora a disfrutar del siguiente capitulo.

Esclava sexual de un gay (Michael Clifford) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora