Capítulo 1: Colores.

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KAGEYAMA TOBIO

Algunos artículos o historias te cuentan de que cada emoción tiene un color, ya sea rojo, amarillo, azul, etc. Pero, ¿Cuántos colores podemos tener en un día? ¿Cuántas tonalidades podemos llegar a crear? ¿Cuántos colores puede soportar nuestro cuerpo?.

Las emociones son como un vaso de agua. En el momento que este se llena, todo comienza a desbordarse, y tienes dos opciones: Cambiar de recipiente, o dejar salir un poco de agua. No es como si tuvieras muchas opciones.

¿Por qué somos seres humanos?. Simple. El ser humano es vulnerable, puede ser dañado fácilmente. No se necesita mucha audacia para dañar a alguien. A veces bastan unas simples palabras, o se puede llegar a casos extremos. El amor entre humanos es doloroso, ya que nunca sabes si tu amor podrá ser correspondido o no. Vivíamos en un mundo a base de la probabilidad y las posibilidades que se nos dan.


Lo sabía, y siempre lo supe. Soy consiente de que mi amor nunca será correspondido. Pero aún así, quise que Hinata viviera conmigo. Lo quería cerca, porque le quiero... Le quiero demasiado.

—Esa es la última caja. —era el día de nuestra mudanza, y no saben lo emocionado que estaba. Yachi fue a ayudarnos ese día, aunque la pobre apenas podía con una caja.

—¡Ah! Ya casi estaba que me moría. —soltó esta.— ¿y Hinata?

—Debe de estar mirando el departamento. —respondí con una sonrisa.

Yachi es mi mejor amiga, aunque suene extraño. Ella es la única que sabe de mis sentimientos por Hinata, y me aceptó sin protestar. Y Hinata... Bueno, no sé como irán las cosas con él de ahora en adelante.

—¡Esto es genial, Kageyama! —comentó al llegar a nuestro lado y dar un salto. — ¿y nuestra habitación?

—Por aquí. —le solté mientras lo guiaba.

Nuestras madres se ofrecieron a ayudarnos con esto de mudarnos juntos. El departamento era bastante amplio. Constaba de una habitación para ambos, lo suficientemente grande para tener dos camas —o sea que dormiremos en la misma habitación. Adiós espacio personal, adiós cosas indebidas en la noche—, un baño, que también tiene lo justo y necesario, el living, que consta de cuatro sillones, un sofá, y una mesa de centro, y la cocina, que prácticamente del living a la cocina, sólo hay que dar dos pasos y ya estás en ella. Sí, acogedor hogar. Al entrar, Hinata comenzó a mirar a su alrededor como si estuviera en una especie de película.

—Esto es genial. -—murmuró.

—Supongo que ambos se la pasarán bien. —comentó Yachi a mi lado.

Love Me Like You Do [+18] ♦KageHina/HinaKage♦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora