KAGEYAMA TOBIO
La tarde pasó regularmente normal. Yachi nos ayudó con unas cajas más y tuvo que irse. (¡Uju! Estoy solo con Hinata ¡viva! Haha... No.) Hinata y yo comenzamos a sacar nuestras pertenencias que se encontraban en las cajas para llevarlas a la habitación. Estuvimos arreglando nuestro cuarto un buen tiempo, sin percatarnos de lo tarde que era.
—Ah, no pensé que sería tan tarde. —miré la hora por mi celular, eran las once de la noche.
—Ni yo... Hagamos nuestras camas y vayamos a dormir. —dije.
Ambos comenzamos a hacer nuestras camas, y al terminar, nos fuimos a lavar los dientes. Volvimos a la habitación, no sin antes apagar las luces a nuestro paso, junto con las de nuestra habitación para así finalmente meternos en nuestras camas. Hinata parecía haberse dormido apenas tocó la cama, pero yo no podía conciliar el sueño, me pasaba volteandome para así ver el rostro de aquel Hinata dormido. Joder, es hermoso de todas las maneras. Me levanté de mi cama con sumo cuidado y me arrodille al lado de su cama —en el suelo, claro—. Nuestras camas eran separadas por un pequeño velador, y algunos otros centímetros para tener más espacio en el lugar. Comencé a acariciar sus cabellos con delicadeza, de sus cabellos a su mejilla, y después, sus labios.
¿Es bueno tener éste tipo de sentimientos por él? No tengo idea. Lo único que tengo claro es que le quiero. De vez en cuando maldigo el día en que me di cuenta de todos estos sentimientos. No quiero que se llegue a enterar de lo que siento, podría arruinar nuestra amistad, y lo que menos quiero es perderlo. Pero... Aunque fuera por sólo unos segundos, me gustaría sentirme más cercano a él. Acerqué mi rostro al suyo, sabiendo que daba aquel tipo de paso sin su consentimiento, estaría cavando mi propia tumba, pero digamos que no estoy usando el cerebro —nunca suelo usarlo, a decir verdad—. Mis labios se posaron con delicadeza en los suyos, sintiendo aquel calor que expedían los labios contrario. Dios, mi cara está ardiendo.
HINATA SHOYO
Se supone que estaba dormido profundamente como un bebé, pero parece que algo en especial logró despertarme. Una distinguida calidez invadió mis labios, como si me estuvieran besando. Abrí los ojos con delicadeza, para así saber que pasaba. Una gran impresión se apoderó de mi. Kageyama se encontraba basándome, aunque aún no notaba que estaba despierto, ya que no me había movido ni un centímetro.
¿Por qué? ¿Será qué...? Dejé de hacerme preguntas porque me descubrí queriendo más de aquel beso. Mis labios comenzaron a moverse inconscientemente, lo que alarmó a Kageyama y hizo que se separa de mi.
—Y-Yo... Puedo... Eh... —comenzó a decir cosas sin sentido. Me levanté de la cama y hice que se callara con un beso, el cual separé a los pocos segundos después.— Hinata...
—No se estaba sintiendo mal... Ni nada por el estilo... Al contrario. —parecía bastante impactado con lo que le estaba diciendo, pero aún así rodeo mi cintura con sus brazos.
KAGEYAMA TOBIO
Okey, supongo que cualquier persona normal en mi situación hubiera comenzado a hacer preguntas como un loco de si le gusto o no. ¿Les digo algo? No soy normal, ¡maldita sea! Mis brazos rodearon su cintura, y pude sentir sus pequeñas manos aferrarse a mi pecho. Me estaba mirando fijamente a los ojos, con ese brillo característico que tiene cuando algo le encanta. ¿Le gustaré de verdad? No tengo idea, pero bueno. El que no arriesga no gana. (Soy el peor ejemplo a seguir, de verdad, no hagan lo que yo. Soy un idiota promedio.) Mis labios se posaron nuevamente en los suyos, los movía con delicadeza, cosa de que Hinata siguiera el ritmo del beso. Al cabo de unos segundos, ya no me bastaba un beso común y corriente, necesitaba probar otra cosa. Me separé por un momento de sus labios y dirigí una de mis manos que se posaba en su cadera a su nuca. Al momento de besarlo nuevamente, introduje mi lengua en su boca, jugueteando con aquella cavidad. Sus manos se dirigieron hacia mi cuello, abrazándose a éste. Mi estómago estaba hecho un lío a causa de las jodidas mariposas, y sentía mi rostro arder. Me pregunto qué estará pensando respecto a esto.
HINATA SHOYO
No sé qué mierda estoy pensando. Ni siquiera soy capaz de decir si Kageyama me gusta o no, sólo puedo decir que lo que estamos haciendo no me desagrada en lo absoluto. Al cabo de unos minutos nos separamos y nos quedamos abrazados.
—Hinata. —murmuró él.
—¿Sí? —pregunté.
—Te quiero. —sus palabras provocaron que mi corazón diera un vuelco, ni siquiera era capaz de verlo a los ojos.— No necesito respuesta... Pero... ¿Lo que hicimos te disgusto?
—Pues... No. —respondí con sinceridad.
—Bien. Con eso me basta.
—¿De verdad? Ni siquiera puedo asegurar que me gusta. Lo que hice fue... No sé... ¿Impulso?
—Está bien... Lo entiendo.
—¿Estás contento con eso? —él asintió.
No entiendo a este chico.
KAGEYAMA TOBIO
No me entiendo, joder. ¿Cómo puedo ser tan estúpido para aceptar algo como eso? Bueno, dicen que el amor es ciego, pero no pensaba que grado de verdad tenía. Terminé por separarme de Hinata y decirle que volviera a la cama, ya que yo haría lo mismo. En el momento de acostarme, no me atreví a mirar a Hinata a la cara, terminé dándole la espalda. ¿Qué sería de nosotros después de todo esto? ¿La relación sería la misma? Me partiría el corazón que Hinata después de esto se arrepienta de vivir conmigo. Aunque bueno, el quiso que lo volviera a besar, y no sé si de ahora en adelante me pueda controlar para no volver a hacer ese tipo de cosas. Se siente como si aquella línea imaginaría que me impedía acercarme más de lo necesario se hubiera roto, siento mi autocontrol por el subsuelo. Menuda mierda. Respiro hondo y cierro mis ojos con fuerza, obligándome a conciliar el sueño.
O al menos, eso trato
——♦——
Hola! Lamento demorar tanto TuT pero he estado planificando un viaje y estaba media atareada, pero me entró la necesidad de publicar algo antes de irme. Lo único que diré de este cap es que no se ilusionen (?) (estonoesunaadvertencia(?)) Bueno! Nos leemos pronto! Bye Bye <3
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Love Me Like You Do [+18] ♦KageHina/HinaKage♦
FanfictionEl miedo a estar con alguien siempre esta presente, ya sea por temer ser rechazado o no tener el valor. Pero todo se complica cuando Kageyama Tobio comienza a sentir cosas por su compañero de equipo, Hinata Shoyō. Él es la luna, quien teme a desapar...