Love Me Like You Do [+18] ♦KageHina/HinaKage♦

Capítulo 5: Corazón roto, tras corazón roto.

»¿Por qué los chicos de la universidad son tan... Tan...? ¡Agh!«. Pensó el pelinegro inútilmente, estando en uno de los salones de su facultad.

Ya habían empezado las clases en la universidad y parecía todo patas arriba poco menos. Prácticamente toda la universidad había planeado una fiesta para los nuevos y al parecer, estaba obligado a ir tanto como por Yachi, como por Hinata de forma indirecta.

Sí. Kageyama se declaraba un total masoquista al acompañar a Hinata esa estúpida fiesta, que probablemente contendría alcohol, drogas, sexo porque sí y muchas otras cosas más. Se estremeció de tan sólo pensar en eso. No sabía cómo Hinata era capaz de asistir a ese tipo de cosas y sabía que Yachi iba por una sola razón. Al parecer, uno de sus compañeros la había invitado y no supo cómo decir "no", por lo que terminó en aquella situación.

Al ya dar el termino de la jornada, tomó sus cosas y salió del lugar. Su apariencia llamó la atención de muchas chicas de su salón, ya que vestía de una forma muy varonil. Llevaba una remera blanca y encima de ésta una chaqueta de cuero, pantalón y zapatillas negras, y cabellos algo desordenados, pero dándole su toque especial. De todas las miradas, una le llamó la atención en especial.

En el pasillo, apegada a la pared, había una muchacha. Traía sus cabellos morados hasta arriba del hombro y con flequillo recto; traía un choker negro como de correa en el cuello, un peto negro que resaltaba sus senos, mallas negras, short negro y botines negros. Sus ojos estaban delineados de negro y sus labios, también negros se veían muy bien, sin olvidar que las uñas las traía negras igual. La muchacha miraba a Kageyama con sus orbes verdes, examinándolo. El pelinegro tragó saliva, preguntándose cómo una chica podía tener un aspecto en su totalidad gótica y verse jodidamente bien desde su perspectiva equitativa de homosexual. La chica se dio la vuelta y caminó lejos de él, dejándolo extrañado.

—¡Kageyama! —la voz de Yachi lo sacó de su trance—. Quiero presentarte a mi compañero.

El pelinegro se dio la vuelta y encontró a Yachi con nadie más ni nadie menos que el ex capitán de Nekoma, Kuroo Tetsuro.

—¿Kuroo es tu compañero? —Yachi asintió.

—Siempre es un gusto verlos de nuevo, en especial a esta minina —apuntó a Yachi, la cual se sonrojó levemente.

—Ya, que vaya a la fiesta contigo no significa que me puedas coquetear —murmuró la rubia entre risas.

—Vale la pena soñar —murmuró Kuroo.

El pelinegro rodó sus ojos entre leves risas, comenzando a caminar junto a ellos fuera del establecimiento para ir al departamento que compartía con Hinata. No se molestó en esperar al pelinaranja, ya que no quería destrozar su corazón más de lo que ya estaba.

Corazón roto, tras corazón roto; un proceso estúpido del amor que consiste a destrozarse a uno mismo constantemente las veces que arregles tu corazón, visto en mayor cantidad en masoquistas, idiotas e ilusos. Se recomienda resetarles un "él no te quiere, ya supéralo" para que no viva torturándose. Advertencia: se recomienda tomar una pastilla al día, ya que una sobre dosis podría provocar puteria.