Capítulo 4: Destrózame.

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El silencio aún invadía aquel lugar después de la pregunta de Yamaguchi. Kageyama quería responder, pero en parte el miedo lo invadía, hasta que Hinata decidió hablar.

-No. No somos novios, ni nada por el estilo. ¿Qué te lleva a pensar esas cosas? Es absurdo, ¿no, Kageyama?

Al escuchar esas palabras, Kageyama no sabía exactamente qué decir. Se sentía de cierta forma herido. ¿Acaso eso ya era una forma de negar todas las veces que sus labios lograron rozarse? ¿Estaba negando que sus labios se habían anhelado durante un buen tiempo? Tragó saliva, porque de una u otra forma debía responder.

-Sí... Muy absurdo, ¿no? -contestó, desviando la mirada.

-Oh... Perdón si los incomodé, es que tenía esa duda, nada más -dijo el pecoso con una leve sonrisa.

-Discúlpenme un momento -murmuró Kageyama, para así dirigirse al baño y encerrarse en este.

Mierda, mierda, mierda. Sentía una gran molestia apoderarse de él, aunque claro, quién lo mandaba a enamorarse de un idiota. Escuchó que tocaban la puerta, ya imaginando que sería Yachi que venía a preguntarle que qué le pasaba. Al abrir la puerta, se encontró con la gran sorpresa de que era Hinata.

-Yo... Emmm... ¿Podemos hablar? -Tobio apretó sus labios, tratando de tranquilizarse.

No dio más. Al momento después tomó el brazo del pelinaranja para tirar de él, haciendo que entrara al baño. Cerró la puerta y dejó apoyado a Hinata contra la puerta. El pequeño se encontraba descolocado con aquello, no se lo esperaba para nada. Piensa con claridad, Tobio... Piensa... Pero su mente sólo indagaba en querer besar los labios de Shoyo, de decirle que fueran algo más. El querer declarar a Hinata como suyo se hacía más presente en él, desconcertandolo de cierta forma.

-Ah... ¿Kageyama...? -las manos del pequeño se posaron en sus hombro, haciendo que levantara la mirada.

-Esto es inútil... -murmuró el pelinegro.

-¿Qué?

-Esto... Tus palabras... Lo que estoy haciendo... Es inútil... Absurdo

Sus labios se apoderaron con rudeza de los labios de Hinata, haciendo que este soltara un quejido.

No pienses.
Siente, siente lo más que puedas
Disfruta, disfruta todo lo posible,
pero después por favor te lo imploro,
Hazme olvidar todo este amor.
Porque para mi tus labios son todo,
pero para ti es una simple vulgaridad.
Por favor, por favor te lo suplico,
No quiero seguir con este amor sin rumbo.
Oh, dios. Quiero perdonarme a mi mismo.

Sus labios se fundían a la perfección, como si estuvieran moldeados a sus medidas; sin embargo nada parecía real, nada parecía ser lo correcto. Quizás estaban destinados a estar juntos, pero no era el momento. O quizás simplemente no debían estar juntos. Dejó en paz los labios del muchacho para bajar a su cuello, mordiéndolo con cierta fuerza, para después percatarse que Hinata también se encontraba besando su cuello, y sus manos se aferraban con fuerza a su espalda. Se tuvo que obligar a separarse de él, viendo como ahora Shoyo estaba sorprendido de que fuera Kageyama quien separaba su cercanía.

Love Me Like You Do [+18] ♦KageHina/HinaKage♦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora