Voy directo al restaurante, checando todos los negocios que tengo alrededor. Solo necesito encontrar: una tienda, una papelería y un lugar donde sirvan cualquier alimento que venga en lata.
Como se era de esperar, paso en frente de una tienda <<Perfecto>>. Entro, y directamente voy hacia el recibidor pidiendo un encendedor, me lo ofrece un hombre de mediana edad y finalmente lo compro para ir a mi siguiente destino.
Sigo caminando y tardo un poco más en encontrar una papelería. No es demasiado grande pero me ayudará. Entro al lugar y una olor desagradable entra por mis fosas nasales << ¿A caso está papelería también es un establo?>>. Segundos después de quitarme un poco el asco entro al lugar y pido rápidamente cinta adhesiva. Cuando me la ofrece le lanzo el dinero y salgo rápidamente de ahí diciendo: Quédese con el cambio.
Salgo a respirar un poco de aire fresco para recuperarme. Después de un minuto sigo caminando. Paso varias calles hasta encontrar un lugar donde sirven desayuno, sin embargo están por serrar pues ya no es demasiado temprano que digamos. En una pared de este negocio tienen un cartel de su menú, me pongo a checar: Huevo, jamón, fruta, torta.... atún <<Perfecto>>. Voy directamente a su depósito de basura llevándome consigo miradas curiosas. Hay dos botes de basura: orgánico e inorgánico sin pensarlo dos veces voy hacia el inorgánico. Me pongo a rebuscar hasta hallar con las latas de atún vacías. Escojo una diez y les arranco la tapa, pues solo esto necesito. Finalmente las diez tapas las guardo en mi mochila.
Repaso mis materiales: encendedor, cinta adhesiva y diez tapas de lata.
Listo ya tengo lo necesario ahora solo me hace falta llegar al restaurante.
***
Nos hemos formado en la fila que da a la entrada del restaurante. Para mi suerte, la familia de Victoria está tres lugares más adelante que yo, creí por un momento que su ventaja sería más incansable. Soy el número 38, veo el número en le pantalla y escapo en suspiro de alivio: 34.
Intento mezclarme entre la gente, no levantar sospechas. El número de la pantalla cambia por un 35 y de inmediato la familia comienza a entrar. No se tarda más de cinco minutos en que sea ya mi turno, entro y me dirigen a una mesa de dos (creo que no tienen mesa para uno pues no se había visto tanta soledad). Toman mi orden y solo pido unas flautas de papa. Cuando el mesero se va y ya nadie está prestando atención en mí, me dirijo a la grande mesa de la familia de Victoria. Lo que me gusta y me facilita de este restaurante es que en cada mesa se tiene acompañado de un pequeño perchero. Visualizo la bolsa de la madre colgada en él. Sin pensarlo (como si mis pies actuaran por si solos) me dirijo al perchero. Cuando ya hacen falta unos dos pasos hago como si tropiezo tirando el perchero.
-¿Está usted bien?- dice la madre- permítame ayudarle-
-No- digo levantándome- no hace falta, discúlpenme-
Me dirijo hacia mi mesa persiguiéndome la mirada de la madre. Lo que ella no se dio cuenta fue que agarré su llavero.
Ya en mi mesa comienzo a llevar a cabo el proceso de copiar llaves.
Para mi suerte, tiene unas ocho llaves pues como no sé cuál es la de la puerta principal y la del sótano, debo copiar todas. Comienzo en quemar con el encendedor la parte importante de la llave, después con la cinta adhesiva, corto un trozo lo suficientemente largo para adherir lo quemado de esta. Ya que tengo las manchas de la llave en la cinta, ahora saco una tapa y pego la cinta pues esta me ayudará a crear el cuerpo de la llave, y hago lo mismo con las demás.
Después de acabarme mis flautas y pagarlas me dirijo a la bolsa y meto las llaves.
<<Listo- pienso- misión cumplida>>
ESTÁS LEYENDO
Vuela querida MARIPOSA
RomanceLa nostalgia es la que nos impide avanzar... o en esta historia, volar. ¿Qué se siente amar o ser amado? ¿Los dos te matan de la misma forma? ¿Morir solo o vacío del alma? No lo sé, solo puedo asegurar que amar y no recibir nada, es como vivir luch...