Episodio

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Comienzo a abrir los ojos. Tardo un momento en que mis ojos se acostumbren a la iluminación excesiva que produce el blanco. Estoy en un cuarto demasiado desconcertante: las paredes, el techo y el suelo están forradas por colchones demasiados espaciosos haciendo que en la habitación sea imposible lastimarse. Intento estírame sin embargo, por alguna extraña razón, se me es imposible es como si alguien me estuviera reteniendo. Observo mi cuerpo y me doy cuenta que llevo puesta una camisa de fuerza. Todo es demasiado desconcertante.

¡Todo esto es tú culpa! ¡Yo creí que poseías más valor! ¡Eres una cobarde!

Escucho voces, comienzo a recorrer la habitación con la mirada en busca de alguien y para mi suerte, si lo hay.

-Sydney ¿Qué ocurre?-

-Fue todo una locura, ¿No recuerdas?-

Comienzo a pensar y olas infinitas de pensamientos inundan mi mente, sin embargo ninguna es la respuesta. Doy vueltas sin siquiera desconcéntrame lo que es imposible ya que el suelo es demasiado suave y acolchonado que en poco rato me doy por vencida. Me dejo caer ante tanta suavidad para darle a entender a Sydney mi rendición. Sin embargo, de la nada ya comienzo a recordar:

Sydney le disparó en la cabeza a Victoria y yo perdí el control. Comencé a gritar y a causa de eso, una persona que yacía en la calle llamó a la policía. En pocos minutos, los policías nos gritaban demasiadas órdenes que nos limitamos a respetar, en una abrir y cerrar de ojos ya nos tenían con las esposas puestas.

Me llevaron directo a un psiquiatra que este se la pasó haciéndome demasiadas preguntas. Observé una cámara grabando el interrogatorio y supe que este video lo miraría mi madre por lo que perdí el control. Me comporté como un animal: aventando la mesa, golpeando a psiquiatra incluso aventé la silla directo a la cámara. Lo último que sentí fue el piquete de una inyección.

Y ahora estoy aquí, con Sydney babeando de rabia.

-Lo siento- digo, no tengo el valor de mirarla- me tomó desapercibida aquel disparo y de verdad...- me vuelvo hacia Sydney sin embargo, se ha ido-

Me quedo sola con lágrimas en mis ojos a punto de reventar. ¿Qué fue de Alejandro? Espero que no sufra las consecuencias de algo que él no llevó a cabo. Quisiera hablar con él. Solo tuve la oportunidad de tenerlo en mis brazos unos escasos segundos para que al final solamente me encontrara encerrada en una jaula. Pero para ser sincera, eso no es lo que me pone triste, sino la idea de que lo interroguen, que el responda con plena sinceridad pero todavía queda la posibilidad de que los policías no crean en su palabra. Lo que me consuela es que cuando comiencen a ser la autopsia y a analizar las pistas, quedaran convencidos de la inocencia de Alejandro. O eso creo.

Derrotada, me dejo caer y permitirme una siesta.

***

-Buenos días señora Martínez, por favor tome asiento- dice el hombre-

La mujer rebusca hasta hallar con una silla vacía. Toma asiento sin siquiera pronunciar alguna palabra.

-Me imagino lo terrorífico que ha de ser estar en su lugar. Sin embargo, no la cité para hablar de usted, sino de su hija Megan Martínez-

-¿Qué le ocurrió?- al fin la mujer se atreve a mencionar unas palabras tomando en cuenta el nudo en la garganta que amenaza con ahogarla-

-Yo soy su psiquiatra, y me encantaría hablar al respecto- hace una pausa para aclararse la garganta- hablé con ella y me sorprendió las respuestas que recibía por su parte, de tal modo que llegué a la conclusión que su hija padece una enfermedad mental llamada *esquizofrenia...- la mujer soltó un grito ahogado haciendo que el detective se parara en seco-¿Hay algo más que necesite saber?- dice-

La mujer se tapa los ojos con las manos y oculta sus lágrimas que no dejan de brotar. El psiquiatra se mantiene en silencio consiente del dolor de aquella mujer. La mujer comienza a tranquilizarse e intenta hablar.

-Mi padre sufrió esa terrible enfermedad, por suerte yo no la padecí pero claro está que mi hija no tuvo demasiada suerte eso explica el...- dice sin terminar aquella oración-

-¿Eso explica qué? Señora-

-Por qué hablaba sola, pasaba todo el día en su habitación charlando con una tal "Estrella Fugaz" así la llamaba ella. Pasaba demasiadas horas pegada a su puerta sin embargo ella hablaba hora tras hora sin cansarse. También noté que mencionaba demasiado que iba a matar a alguien, hasta que se hizo realidad, yo creí que necesitaba su propio espacio pero desafortunadamente ese fue mi gran error: dejarla por su cuenta...- un sollozo la interrumpe que enseguida se convierte en llanto-

-Desafortunadamente aún hay más- dijo el psiquiatra- Megan al parecer posee dos personalidades distintas: la original Megan Martínez Monreal, y la segunda Sydney Gibson Moore; y en cuanto a las voces, no nada más les puso nombre sino también cuerpo, la tal Estrella Fugaz es una mariposa y un tal Felipe es una pájaro- se hace una pausa demasiado larga- pero aun así, su hija sufrirá las consecuencias de acuerdo al asesinato de Victoria Dawn Banks-


*Esquizofrenia: Nombre genérico de un grupo de enfermedades mentales que se caracterizan por alteraciones de la personalidad, alucinaciones y pérdida del contacto con la realidad.

Vuela querida MARIPOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora