Lee Seunghoon

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Un cuarto lleno de pistolas es donde comienza. Parecen tan reales, siendo sólo una ilusión puesto que se trata de una vasta colección en pistolas que lanzan agua ¿Que personaje tan peculiar lleva a cabo esta costumbre? Llegando a la conclusión de alguien infantil, juguetón y por entre las líneas se deja entrever una personalidad desafiante ante la ley.

Es esta dulce contradicción de lo mortal a un simple pasatiempo, a lo que la mayoría no le toma importancia. Es el chico bromista del salón, es la risa caótica que causa dolores de cabeza, es lo inmaduro en anécdotas absurdas. Es... Es un rictus inverecundo que pocos saben descifrar ante la sonrisa afable que dibuja su rostro. Lo es todo y nada al mismo tiempo, porque existe y no, entre recuadros externos; entonces golpetea la mesa con sus dedos, mientras da forma a alguna broma barata, sacude la pierna cuando lo ve a lo lejos, a sabiendas de que no le pertenece de ninguna manera (ni de la forma legal o ilegal) pero sonríe, sonríe, sonríe, sonríe, hasta sentir dolor en sus de mejillas.

Sus pasos resuenan por el espacio donde su colección de armas se encuentra. Su dedo índice reposa en su barbilla escudriñando con cuidado cada pistola, el agua se cuela por debajo de la puerta "¿Donde esta?"

Despierta en un charco de agua; una pistola a un costado, las hojas de un libro esparcidas, dados de diferente colores, las fotos sin revelar y una flor blanca intacta ante él. Fija su vista en tal objeto por sobre los demás, sonríe torciendo el rostro en un ademán casi grotesco. La toma entre sus manos, cierra el puño con la flor entre sus dedos, con el afán de destruirla por completo y siente cierto gozo.

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