Tólf

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Todo sucedió de un momento a otro –con unos meses que se pasaban volando sin poder detenerlos- dando a entender que Mino y Jinwoo eran actualmente una feliz pareja, que andaban tomados de las manos por los pasillos escolares. Seunghoon pensaba que su querido Jinwoo al fin poseía uno de los títulos por los que perdió la cabeza durante un tiempo. Esperaba que comprendiera los mensajes, la libertad que le otorgaba al estar con Song. Que al menos le llegase la revelación en el momento indicado, entretanto el esperaba a su llamado de auxilio para que regresara a sus brazos. Rosé no le juzgaba a viva voz, razones por las que decidió tomar asiento a su costado, con un Taehyun que lo miraba de mala manera al acercarse a su chica (por decirlo de una manera) Conocía que ese joven no estaba muy cuerdo como para venir a reclamarle por una simple amistad ¿Quién lo hace? Se suele repudiar el abandono, no el interés inoportuno. De cualquier manera, sabía que ese pequeño gato escaparía cuando dejasen las puertas abiertas, planeando con cuidado su momento estelar.

Por su parte, Jinwoo guardaba los mensajes de Hoon como una especie de tesoro que aun no lograba descifrar, pero esperaba un rayo de sabiduría que le iluminara. Sin mencionar nada al respecto a su actual pareja sentimental, quien le llenaba el rostro de besos y sonreía asegurando que era precioso. Le halagaba de una manera que no sabía manejar, escondiendo su rostro entre sus manos. Pues el mayor de los Song era sincero sin reparar en las consecuencias; decía lo primero que se le viniera a la cabeza para ver como la faz de su amado se teñía como un tomate. Le abraza mientras conversaba con los demás (al cual también se unió Heejin, sin confirmar que salía con Seungcheol, pero sí que estaba por el camino) era como si su familia creciera. Era extraño referirse a ellos de esa manera, en las charlas amenas, mofándose del pobre Mingyu que no traía una pareja. Pero se sentía cómodo, sentado entre las piernas de Mino, con los brazos cálidos rodeándolo.

Sucedió que pasados tres meses (perdiendo el conteo) se hallaban absolutamente solos en la recamara de Mino. Quizá no era lo más correcto, no lo sabía a ciencia cierta, pues mayormente Mingyu estaba afuera junto con Wonwoo y a veces traía a Joy consigo. Pues una de las cosas que noto, fue que le daba su espacio, permitiéndole que continuara viendo a su amigo tanto como antes ¿Entonces ella compartía libremente lo que era suyo? Jinwoo tenía una forma distinta de pensar, siendo educado de manera posesiva. Así le mostro el camino Seunghoon. "Seunghoon, Hoon, Hoonie, Honey" todavía le extrañaba, comprendió que las cosas que sentía por Mino eran distintas a que lo que tuvo con Hoon. Mas ambos eran especiales en su esencia y preceptos. Quisiera poder tener lo mejor de los dos, para sentirse absolutamente magnificado; como una de esas filosofías que Lee contaba mientras acomodaba sus cabellos con cuidado.

Mino le recuesta en la cama, regresándolo a su realidad con un dulce beso que lo despierta a su presente. Se sienta a horcajadas sobre él, alzándose con las piernas a cada costado y una sonrisa ladina –Leí muchas historias acerca de artistas que encontraban la inspiración en una musa – explica mientras dibuja con su dedo índice trazos en el pecho de Jinwoo. Su respiración se acelera un poco ante la delicadeza de su tacto –Por un tiempo creí que era una especie de metáfora. Que un ser humano no podía tener tal esplendor. Pero con el tiempo que hemos compartido, creo que todo conlleva a una serie de aspectos que puedo enumerar en tu piel – se bajo para besar el cuello blanquecino de Kim; este hecho su cabeza hacia atrás, soltando un suspiro, sintiendo como Mino pasaba su lengua con una lentitud tortuosa –Es casi una costumbre el nombrar tal belleza como una obra de arte y aunque me parezca un cliché; es la única manera en que pudiera describirte–dice muy cerca de su oído. Marca un chupetón que le hace levantar un poco la voz; tendría una marca después de eso, lo sabia –Pero por esta vez quisiera reconstruir esta escultura– aspira el aroma de su amante cerrando los ojos. Mino era tan apasionado que sentiría que perdería la razón en cualquier momento de continuar así.

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