Capítulo 2: no importa..

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Bajé la mirada lo más rápido que pude, imaginando que no le había visto sentado en un banco y seguí caminando mirandome los pies y con lágrimas inundando mis ojos, me las sequé corriendo y volví a levantar la mirada, y vi que Alex (mi mejor amigo) se acercaba hacia mí sonríendo.

-Hola Darcy-dijo dándome dos besos

-Hola Alex, ¿qué tal?

-Genial, pero veo que tú no, ¿qué pasa?

-Nada..

-Enserio te conozco bastante, ¿por qué estás así?

-Edward...

-¿Que te ha echo ese? Dimelo, sabes que después de que cambiara así ya no lo soporto-me advirtió

-Tranquilo, no es nada grave-contesté intentando sonreír.

-Vale, pero quiero que sepas que siempre estaré aquí, cualquier problema avisame, por favor.

Asenti y el me tomó con sus brazos dándome un cálido abrazo, puse la cabeza en el hueco de su cuello y suspiré y me hice la pregunta de siempre: ¿por qué quiero tanto a Edward si al final lo único que me da a cambio es sufrimiento?

-Por favor nunca lo olvides...-susurraba Alex en mi oído mientras me mecía entre sus brazos.

-¿Qué está pasando aquí?-oí una voz ronca detrás de nosotros.

Alex y yo levantamos la cabeza al mismo tiempo y nos miramos, pero el como estaba de espaldas a la voz me sonrió y me dijo:

-Hablad, yo sobro aquí.

Alex se fue y yo miré a Edward que tenía la mirada fija en mí.

-¿Qué quieres?-dije ya cansada

-¿Qué estabais haciendo?

-Abrazarnos, es mi mejor amigo, ¿qué quieres que haga?

-No me gusta que seas tan cariñosa con él, está pensando lo que no es.

-¿Y según tú que es?

-Que le quieres más que como a un amigo.

-¿Y si fuera así que pasaría?-dije desafiante

Apretó los puños y me miró fijamente acercandose poco a poco.

-Ambos sabemos que eso no es verdad

Es cierto, ambos lo sabíamos.

-Lo se..

-Por favor, mirame.

Levanté la mirada y me encontré con esos ojos azules-verdosos que me mataban, me miró como siempre suele hacerlo, tiernamente como si nadie más hubiera a nuestro alrededor.

-¿Que quieres?-dije por segunda vez

-A ti..

Me besó dulcemente, como hace siempre, me agarró de la cintura y me atrajo más hacia él, nos besamos como siempre despacio, sin prisa, pero con mucho amor.

Nos separamos y yo estaba dispuesta a decirle todo, lo que sentía, que no me gustaba que fuera así..

-Edward...

-Dime-me miró a los ojos y me debilité

-No importa...

Me separé de él y caminé hasta estar cansada, entonces volví a casa y al abrir la puerta...

No dejes que me vaya...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora