No dejes que me vaya...

Capítulo 3: no pongas peros

Anna salto prácticamente encima de Darcy.

-¿Ya has hablado con él? ¿Que tal ha ido?

-Bien, pero no le he dicho nada

-¿Qué?, algún día se lo tendrás que decir, si no vas a sufrír más...

-Lo se, quiero decirselo, pero su mirada siempre me lo impide...

-Darcy, si quieres ser feliz con él, tenéis que hablar

-Tranquila, ya hablaremos...

-Está bien, pero acuerdate de mis palabras

-Si, tranquila

Fui a mi habitación y me dormí.

A la mañana siguiente me cambié de ropa, me puse de deporte y sali.

Llegué a un parque y allí cogí mi pelota y empecé a tirar a canasta, siempre me hacía desconectar, me hacía recordar a cuando vivía en España y no tenía problemas, simplemente era feliz.

Tire demasiado fuerte y la pelota se fue muy lejos, la seguí corriendo lo más rápido que podía, pero cuando la cogí levanté la mirada y me di cuenta de que no estaba sóla en el parque, había una pareja no muy lejos de mí, me acerqué para ir a la salida y volver a casa, al pasar por delante de ellos, me gire un momento y mi mirada se paró justo con la de ese chico, me miró y mis ojos se humedecieron, aparté la mirada y salí corriendo, note que me seguían pero después de tanto correr me rendí...

-¿Que quieres?

-Hablar, ¿por qué te has puesto así?-dijo Edward.

-Contestame tú a eso

-Es una amiga Darcy, también puedo tener amigas, como tú tienes amigos

-Si pero...

-No pongas peros, vete anda

Mire el suelo y arrastré los pies hasta el piso, entre y fui directa al baño a ducharme, cuando salí me cambié y bajé a desayunar.

De esa misma forma pasaron dos meses, con mi misma rutina; ir al parque, pensar, sufrir y más pensar...