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-Narra María-
Llegó el día, muchos no entendían lo importante que era conocer a mis ibfs.
De hecho hay veces que la gente se cierra en banda y esa era mi madre. Diez veces había intentado quedar con mis ibfs de las cuales diez mi madre se había ocupado de que no las conociera. Entendía que le preocupase quien se escondía realmente detrás de la pantalla pero llevaba 5 años hablando con ellas, me han apoyado más que la gente de mi alrededor, de la cual mi madre sí que confía, si de verdad fueran personas que pretendían hundirme ya me habría dado cuenta, digo yo.
Me levanté de la cama, algo nerviosa. No estaba preparada para otra fuerte discusión con mi madre. para que me dejase ir a Madrid para verlas. Me hice un moño deshecho, me cepille y me lavé la cara para despejarme. Era el momento.
Salí de mi habitación y me fui a la cocina. Ahí estaba ella, como todas las mañanas escuchando la radio y haciendo el desayuno, tortitas.

- Buenos días mamá.- dije yo con una gran sonrisa, obviamente fingida, en realidad estaba muy nerviosa.
- Buenos días hija.- dijo ella  con la misma sonrisa, esta sin ser fingida.
- En 2 horas sale el tren hacia Madrid.- solté sin más.
- ¿como?- dijo mientras desvanecía su sonrisa.
- Eso, que en 2 horas me voy a Madrid.- dije sentándome en la mesa.
- Tu estás loca.- dijo ella soltando una carcajada.
- Bueno, estaré loca pero tengo 18 años y ya no puedes obligarme a quedarme aquí.
- Con 18 años o 51 vas a seguir haciéndome caso, tú no te vas.- dijo mi madre desafiante.
- ¿que no? Ya tengo mis maletas hechas, el tren y el vuelo hacia Los Ángeles pagado.
- ¿Los Ángeles? Estás loca. Seguro que tus amiguitas de mierda te han convencido de todo esto, estoy segura. María por favor ten un poco de cabeza por una vez en tu vida, deja de poner por encima de todo a 10 idiotas.
- ¡Mamá basta ya, joder! Te estoy informando, no hay vuelta atrás. Mira por una vez en tu vida por mi felicidad y deja tu orgullo de lado. ¿Cómo pretendes que no discutamos y que no llevemos una relación madre-hija si te empeñas en hacerme sufrir siempre?- dije alzando la voz.
- Está bien. Como quieras, pero escúchame bien. Si sales por esa puerta no volverás a entrar.- dijo ella gritando.
- ¿Si? ¿Estas segura?.- pregunté con lágrimas en los ojos, ella se limitó a asentir.- Esta bien, no me volverás a ver por aquí.- dije levantándome de la silla. Subí corriendo a mi habitación dejándola con la palabra en la boca.

Me empecé a vestir, crop top verde militar, unos boyfriends y las bambas blancas de toda la vida, no sería yo la más simple ¿no?

*Llamada*
- Brit, necesito tu ayuda.
- ¿Que pasa? ¿Estás bien? - dijo mi amiga preocupada.
- Cuando volvamos de LA..¿puedo quedarme unos días en tu casa? Hasta que consiga trabajo y dinero para alquilarme un piso.- murmuré.
- Claro que si, el tiempo que quieras! Pero..¿que ha pasado? ¿Tu madre?- preguntó preocupada, como me conoce esta chica.
- Exacto, te prometo que no me quedaré mucho tiempo.- dije yo algo más alegre.
- No te preocupes María. Tú ahora arréglate que en nada nos vemos. Y sonríe, que nos quedan 3 meses juntas en LA.
- Te quiero mucho.- dije yo, estaba muy agradecida de tenerla en esos momentos, a ella y a todas.
- Yo también, muchísimo.
*Fin de la llamada.*

Colgué y me fui al baño de mi habitación a maquillarme, rímel, un poco de corrector para mis enormes ojeras y un pintalabios mate.
Y por último me deshice el moño dejando mi pelo castaño suelto.
Eché un último vistazo a las maletas para asegurarme de que no olvidaba nada. Perfecto. Todo estaba listo.
Salí de mi habitación con las maletas, bajé como pude las escaleras y las deje al pie de la puerta. Fui a la habitación de mi madre dispuesta a dejar mi orgullo y darle un fuerte abrazo pero se despidió de mi con un mísero y seco "adiós pásatelo bien con tus amigas" .

[..]

Estaba subiendo al tren, luchando contra las maletas, entonces alguien se acercó a mi.
- Deja que te ayude.- dijo cogiendo una de las maletas.
- Muchas gracias.- dije yo algo sonrojada.
Colocó las dos maletas en su sitio y se sentó a mi lado.
- ¿Y esas maletas tan grandes? - dijo curioso
- Me voy de viaje.- murmuré.
- Esto solo va a Madrid eh? ¿Te vas a vivir a Madrid? - dijo el chico riendo.
- No, en Madrid cogeré un vuelo hacia Los Ángeles.- dije riendo.
- Me estas vacilando.- dije el abriendo un poco más los ojos.
- No.- dije riendo por la cara que puso.
- Yo también voy a Los Ángeles. De hecho vivo allí.- dijo el emocionado.
- ¿Que dices? ¿Y viviendo en Los Ángeles que coño haces en el culo de España?- dije riendo y el hizo lo mismo cuando escuchó mi expresión.
- No se, mi hermano pequeño vino hace unos meses porque se equivocó de tren y le encantó, dice que fue su mejor error, entonces me dio curiosidad y aquí estoy.- dijo el chico riendo a carcajadas.
- Madre mía, tu hermano está zumbado.- dije sin parar de reír.
- Oye por cierto, ¿como te llamas?- me preguntó con curiosidad.
- María ¿y tú?- respondí
- Nash.- dijo él.
- No me gusta.- dije seria. El se quedó callado y su sonrisa desapareció. Entonces no pude contener mi risa.- No me gusta Nash, te llamaré Nashy.
- Eres tonta.- dijo él riéndose a carcajadas.
- Oyeee.- dije dándole un pequeño golpe en el hombro.
- ¿cómo has osado pegarme?- dijo haciéndose el ofendido.- Te vas a enterar.- y empezó a hacerme cosquillas mientras yo no paraba de reír, las cosquillas eran mi punto débil. Nos estábamos ganando la mirada de todas las personas del vagón gracias a mi escandalosa risa. Bien María.
[...]

Estábamos llegando a Madrid, Nash estaba dormido y yo mirando por la ventana.
Vi a Brit con su novio, esperando en un banco a que bajásemos todos. Ella estaba con los codos sobre sus piernas y tapándose la cara con las manos, seguro que habían discutido. Nunca me ha caído bien su novio, brit siempre llora por él.

- Nash, ya hemos llegado.- dije yo moviendo su hombro.
- ¿Me has levantado para despedirte de mi?- dijo poniendo media sonrisa ganándose una escandalosa carcajada de parte de María.
- En tu vida. Te estaba llamando para que bajes mis maletas.- dije levantándome del asiento.
- Ya, claro.- dijo levantándose. Bajó las maletas sin ninguna dificultad.- toma, lleva tu la mia que pesa menos.- dijo dándome la maleta. Al dármela nuestras manos se rozaron.
- Ahora es cuando por el roce de nuestras manos nos enamoramos y tenemos un final feliz.- dije riéndome.
- Más quisieras bicho malo.- me respondió.
Bajamos del tren, me dio mis maletas y yo la suya.
- Supongo que no nos volveremos a ver.- murmuró Nash.
- Supongo.
- Que te vaya todo muy bien María, encantado de haberte conocido.- dijo acercándose a mi para abrazarme.
- Gracias por hacer mi viaje más ameno.- dije respondiéndole mientras le daba un fuerte abrazo.
- Adiós.- dijo el dándose la vuelta.
- Adiós.- murmuré.
Me giré en dirección a brit caminé un poco más hasta que la vi, esperándome. Ella me vio y corrió hacia mi. Yo solté las maletas y corrí hacia a ella. Ya no existía ni distancia ni tiempo. 0 km y 0 segundos para estar unidas. Fue tan bonito que reviviría ese momento una y otra vez. Tras un buen tiempo abrazándonos, nos separamos.
- TÍA POR FIN.- dijo ella emocionada
- Te quiero.- dije, me sentía tonta. No me salían las palabras de los nervios.- Vale. Quizás antes de nada debería empezar por ir a coger las maletas que he tirado al suelo.- y ambas empezamos a reír.
Cogimos las maletas, brit me ayudo con una y yo llevaba la otra.
Dylan, el novio de Brit tenía coche. Gracias a Dios. Así que, nos montamos en el y nos fuimos a su casa. Sí, vivían juntos.
En el camino Brit y yo no parábamos de hacernos fotos, enviar audios a nuestro grupo de amigas cantando como retrasadas..

Tras unos 15 minutos llegamos a su casa. Era un piso pequeño, lo suficiente para una pareja. Cogíamos un avión al día siguiente así que me pidió ayuda para hacer sus maletas. Nos metimos a la que sería mi habitación por esa noche y empezamos a hacerla.
- Tía, he discutido con Dylan. Otra vez. Mientras te esperábamos.- murmuró ella triste mientras bajaba una maleta vacía de su armario.
- Me lo imaginaba.. Quizás lo mejor es que os deis un tiempo, siempre estáis discutiendo.
- Es lo que hemos hecho. Bueno no, lo hemos dejado definitivamente. Por eso el no me ha dirigido la palabra en el tiempo que llevas aquí y por eso está así de serio, y por eso está deseando que nos vayamos.- dijo con la voz entrecortada mientras se sentaba a mi lado.
- Creo que es lo mejor para ti. No me cae bien, te lo he dicho mil veces, no te merece.- dije abrazándola.
- No te enamores nunca por favor.- dijo Brit intentando reír.
- No lo haré.- dije riendo.
Se seco las pequeñas lágrimas que le habían salido y se levantó.
- Bueno venga! No has venido aquí para escucharme lloriquear por un gilipollas.-dijo  levantándose de la cama de golpe.- VAMOS A HACER LA MALETA QUE NUESTRO VUELO SALE EN MENOS DE 24 HORAS!- dijo ella emocionada.

KEEP ME AWAY | OLD MAGCONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora