Narra Brent:
- Quédate a dormir en casa hoy.- me sonrió apoyada en mi pecho.
- No creo que sea el mejor sitio para nuestra primera vez.- guiñé un ojo.- Que luego entra Sofía o cualquiera de tus amigas y nos dejan a medias.- rodé los ojos.
- Nadie ha dicho que vayamos a hacer nada, cerdo.- rió levemente dandome un pequeño golpe en el hombro.
Me miró aún esperando una respuesta y yo simplemente asentí sonriendo.
- Claro que si idiota.- le di un rapido beso.- Pero ahora, nos vamos a comer tú y yo fuera.- me levanté de su cama de golpe, provocando una queja de su parte.
- Al menos deja que me arregle o algo.- rodó los ojos.
- Si estás guapa igual.- bufé y volví a sentarme.
- Ay mi niño.- dijo abrazando mi cuello desde atrás sin dejar de dar besos por toda mi cara y de decir adjetivos super dulces, que cualquier persona normal diría a un bebé o a un perro.
Tras unos segundos se desenganchó de mi cuello y se levantó riendo.
- A pesar de que mi novio me diga que estoy guapa siempre, esta chica se va a maquillar.- sonrió y se sentó en frente de su espejo.
Narra María:
Cogí las llaves y cerré la puerta tras de mi. Empecé a caminar hacia el super mercado para comprar algo de comer. Marqué varios números en mi móvil.
- ¿Vas a comer en casa? - pregunté a brit.
- No, me voy con Brent.- dijo al otro lado de la línea.
- Ya me jodería, irme a comer fuera cuando en casa van a hacer mi comida favorita. Ya me jodería.- reí
- María.- dijo a modo de queja alargando la a.- Nunca haces pasta, porque decides hacerla hoy.- dijo, y aunque no la viese, sabía perfectamente que estaba haciendo pucheros.
- Que no tonta, vete.- reí.- Ya te haré pasta otro día.- rodé los ojos.
- Te quiero.- gritó como una niña pequeña.
Colgué. Y entré al super mercado.
Mientras cogía algunas lechugas para hacer el intento de que mis amigas, por fin, tengan una vida más saludable, cosa que no pasaría, noté que alguien tenía la vista clavada en mi. Miré, y me encontré a la mismísima Agnes.
- Mira a quien tenemos por aquí. La que se intenta follar a mi novio.- dijo ella con su repelente voz.
- ¿Perdona? - suspiré.
- No te hagas la tonta, que todos sabemos perfectamente a que has venido.
- Mira Agnes, vete con tu novio, tu ex novio o lo que sea, que a mi Nash me da bastante igual.- la empujé levemente para hacerme paso e irme de allí. Pero ella cogió mi brazo.
- Espero que sea así porque si no te las tendrás que ver conmigo.
- ¿Me estás amenazando? - reí boquiabierta quitando sus manos de mi brazo.
- Tómatelo como quieras.- sonrió
- Me parece muy triste que estés haciendo esto por un chico que ni siquiera te quiere. Nash ya ha cortado contigo, asumirlo no te vendría nada mal. Así que, Nash es libre de hacer lo que quiera y de estar con quien quiera, y eso me incluye a mi. Si yo quisiera estar con él, tranquila que hace días que me hubieses visto con él de la mano.- sonreí victoriosa.