Narra Sofía:
Tenía en frente a Shawn haciendo maniobras para tomarse lo último que quedaba de batido en el vaso y no pude evitar reirme haciendo que él me mirase. Tenía la nariz manchada con un poco de batido, vamos, como un niño pequeño que no sabe comer.
- Eres imbécil.- reí ofreciéndole una servilleta. Él no entendía nada y por ello me miraba confuso.- La tienes manchada.- dije señalando su nariz.
Enseguida una sonrisa se posó en su rostro. Cogió la servilleta que le había ofrecido y la dejo en la mesa.
- Límpiame.- sonrió.
- Si claro, como si fuese yo tu sirvienta o algo no te jode.- reí
- Sofía, contigo no se pueden hacer cosas cursis, no me dejas.- rodó los ojos mientras reía y se limpiaba con la servilleta.
- ¿No era tan difícil ves? Limpio como recién salido de la ducha.- sonreí.
- Se supone que tú y tu preciosa lengua deberíais haber limpiado mi nariz. Pero como eres idiota.. hay que joderse vaya.- sonrió haciendo que soltase una carcajada.
- Lo siento señor juegos cursis, no me apetecía chuparte la cara llena de sudor.- le lancé un beso.
- Si te quedas a dormir en casa te perdono.- dijo él poniendo cara de perrito abandonado.
- Try again.- reí. Él hizo un puchero intentando dar pena.- Están tus amigos ahí, va a ser un poco incómodo.- hice una mueca.
- Están en el parque de atracciones llegarán tarde, solo está Aaron y, según he leído en el grupo, también Matt.
- Hoy no, otro día si eso.- sonreí dando por terminada la conversación. Él solo suspiró y volvió a las maniobras de antes.- Anda, toma, yo ya no quiero más.- le di lo que quedaba de mi batido y, como un niño cuando le regalas un globo, igual de contento estaba.
Narra Matt:
- Buenas noches idiota.- susurré mientras ponía una manta encima de Brit, la cual se había quedado dormida.
Fui a mi habitación y me acosté en la cama. No tardé mucho en conseguir conciliar el sueño, estaba realmente cansado.
Narra Brit:
Me levante temprano como solía hacer de vez en cuando. Fui a la cocina para prepararme algo de desayunar.
- Buenos días.- sonreí a Nash, quien estaba sentado desayunando.
- Buenos días.- dijo con la boca llena, yo rodé los ojos.
Cogí un vaso y eché un poco de zumo de naranja, busqué las galletas y cogí unas pocas. Me senté al lado de Nash y metí una de ellas en mi boca.
- ¿Qué tal la noche? - dijo alzando su taza para dar un sorbo a lo que sea que estuviese bebiendo.
- La verdad es que dormimos poco, ya sabes... los maratones de matt.- sonreí
- Los maratones de matt.- rió insinuando cosas que no son.
- Eres un puto mal pensado, películas hijo, películas.- rodé los ojos riendo.
- Si quereis despertaros pronto, me alegro por vosotros pero a mi dejadme dormir.- sonrio matt rascandose los ojos en el marco de la puerta.
- Pobrecito el bebé, que le hemos despertado.- reí
Suspiró y se acercó a la mesa en la que Nash y yo estabamos desayunando. Cogió una de mis galletas y se la metió a la boca.
- Gracias.- sonrió.- ¿Nos vamos luego a comer fuera? - dijo mientras cogía un vaso para echarse un poco de zumo también.