Fast and Quite

El comienzo

Jaime, Diego y Óscar, tres buenos amigos de la infancia que empezaron con el negocio del robo a muy temprana edad (aciéndose con las galletas de sus compañeros de clase sin que nadie se enterara) y a si siguen hoy en día llenándose los bolsillos con el dinero de los parisinos, aunque si fuera tan fácil no tendría gracia ¿verdad? Para eso está Lucía la jefa de policía que siempre intenta atraparlos, a pesar de eso los chicos se parten de risa cuando escapan de ella y de sus comisarios, aunque les intente meter entre rejas Jaime y el resto la consideran su amiga, una vez se colaron en su comisaría simplemente para saludar y para presumir de lo buenos que eran metiéndose en los sitios en los que no debian.
Quitando el tema de la amistad en lo que a robos se refiere, Diego era el más escurridizo y rápido y normalmente es el que fuerza las cerraduras, es el más difícil de atrapar. Jaime era el más fuerte, suele ser el que pelea si es necesario, y sus oponentes no duran mucho. Óscar era el más hábil usando la cabeza, se ocupa de ejecutar los planes de infiltración y hackea y decodifica en un santiamén; y Lucía bueno que podemos decir de ella, se dedicaba a darles caza con su pistola eléctrica. Y todo iba viento en popa hasta que se dieron cuenta de que los bancos ya se les quedaban pequeños entonces lo decidieron querían ir a por un auténtico pez gordo, un ricachón, su nombre era Jesse el hombre más rico del mundo pero no iba a ser tan fácil ir a por un tipo así...