Capítulo 6. - Niñeros & golpes.

1.3K 110 2
                                    

Mario POV.

No llevo ni siquiera una hora aquí & ya estoy harto de escuchar las grandes aventuras de Carol, una de las pequeñas que cuidamos, además de que je tenido a Matías sentado en mi regazo durante 15 minutos. Matías es el más pequeño de todos.

Perdí a Daniela de vista desde que llegó, se metió en la cocina & no salido de ahí & eso me preocupa, porque seguramente la cocina está siendo incendiada por ella, es una pésima cocinera, según Nico.

- & entonces, mi mamá me dijo que comer pasto no era sano porque... - Habla Carol sin detenerse.

- Caro, cariño, tus historias me encantan. - Le miento. - Pero, necesito asegurarme de que Daniela no esté muerta aún.

La pequeña rubia me mira unos segundos & después sale corriendo a la cocina, en donde pega el grito de su vida, sus ojos se abren como platos & lleva sus manos hasta sus mejillas haciéndola ver adorable.

- ¡Mario! - Grita Daniela.

- Ah, claro, después de media hora se te ocurre llamar...me. - Me quedo estático. - ¿Qué mierda hiciste?

- Creo que...el agua del grifo se fugó. - Dice inocente. - Ayúdame.

Bufo & comienzo a caminar dentro de la cocina con extremo cuidado, pero no funciona, he resbalado & ahora estoy de cara contra el suelo, mientras Daniela & Carol se ríen de mi. Me levanto furioso apunto de golpear todo, pero me detengo en cuanto Dani cae también.

Justicia divina.

Intento ayudarla, pero vuelvo a caer, & ella igual. Es gracioso, porque es la primera vez que no nós gritamos como locos. Carol se une a nosotros & las carcajadas aumentan.

Bien, ser niñero no resultó ser tan malo como lo creí, menos si los dos engendros que cuidamos son tan tiernos como Carol & Matías. Debo decir que pasar tiempo con Daniela sin tener que insultarnos cada vez que nos vemos, es algo lindo.

Me levanto del suelo & como puedo ayudo a Daniela & a los pequeños. La cocina está echa un desastre, & adivinen quien va a limpiar, ¿Daniela?, nunca en su vida. Lo haré yo.

- Yo debería estar cuidando de Matías, no limpiando. - Farfullo.

- Oh, no seas tan niña Mario. - Se queja ella.

- A veces quiero entender porque no le agradas casi a nadie, pero no hace mucha falta rebuscar. - Suelto de golpe.

Todo se ha quedado en silencio, los niños están viendo televisión & Daniela me mira con nostalgia desde el otro lado de la sala, mordiendo su labio inferior con fuerza para evitar dejar escapar las lágrimas que se avecinan en sus ojos marrones.

Siento la bilis subir por mi garganta en el momento que me doy cuenta de que lo dije seguro la lastimó, por alguna razón que desconozco, pero se que no fue lo mejor que pude haber dicho. ¿Es que siempre tengo que meter la pata hasta lo más profundo?

- Dani, no quise decir eso... - Trato de explicar.

- No, se bien lo que quisiste decir. - Responde con desdén & coraje.

Se da la vuelta & me deja hablando solo & con todo el desastre, que mal educada.

Idiota, acabas de decirle que no le agrada a nadie, ¿& ella es la mal educada? Anda, que den, imbécil.

Oh, vaya, no sabia que mi conciencia fuese tan hija de pura, pero, que bien, eso me alegra, tal vez logre dejar de decir cosas tan estúpidas.

Tu ya eres estúpido de nacimiento Mario, no creo poder hacer mucho, tu di.

- Ay cállate, idiota. - Digo sin ser consiente de que le hablo a mi mente & hay dos niños mirándome.

Lo ignoro & termino de limpiar todo, seguido de ir a cambiarme por algo que no esté mojado & lleno de jabón. Subo hasta una de las habitaciones & cambio mi ropa por un sweatpants de color gris & unos converse blancos, pero enseguida tocan la puerta & no me da tiempo de ponerme una camiseta, así que bajo con rapidez las escaleras & abro la puerta.

Los pequeños siguen en el mundo de los dibujos animados, entonces están bien. Abro la puerta, & en el momento que lo hago, recibo un golpe seco en mi pómulo derecho, tan fuerte que me hace caer contra el suelo.

- Ahora mismo te enseño quien es el que no le agrada a nadie, idiota. - Dice una voz desconocida.

Intento levantarme, pero, estoy realmente atolondrado por el golpe. Espero un segundo, pero recibo otro golpe en el estomago, & otro en la boca. Diablos, duele, duele mucho. 

¿Qué mierda este tipo?

Un perfecto imbécil. ‹‹ Mario Bautista. #CbllrsAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora