Capítulo 25. - Frío como el hielo.

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Dejo caer mi mochila sobre la butaca, dejando escapar un suspiro frustrado ante el mal desarrollo de mi plan anoche. Mario no me ha hablado, & la verdad es que lo entiendo, de algún modo actué como una idiota, pero él tampoco tenía que actuar así. 

- ¿A qué va la cara de culo? - Pregunta Nico sentándose a mi lado. 

- La he arruinado con Mario, lo del plan falló terriblemente. - Digo abrazándolo. 

- Yo te dije que era una mala idea, pero no, todos ignoren al hiperactivo. - Se queja envolviéndome en sus brazos. 

- ¿Qué se supone que debo hacer? - Lo miro poniendo mi barbilla sobre su pecho. 

- Hablar con él, está hecho mierda, hoy se ve fatal, entonces, supongo que es por ti. - Me sonríe. 

Tan rápido como Nico deja de hablar, salgo corriendo del aula buscando a mi perfecto imbécil, corriendo por los pasillos como una loca, hasta que por fin lo veo, sentado en las gradas del campo, observando fijamente a los chicos de Lacrosse. Su cabello está mas alborotado de lo normal, hay grandes bolas amoratadas bajo sus ojos & su ropa es un asco. 

Me acerco con lentitud, quedando a centímetros de él, intentando poner mi cabeza en su hombro, pero no me deja, solo se aparta. Las lagrimas se quedan atascadas en mis ojos, mirándole con nostalgia sincera. 

- Lo siento mucho... - Digo en un susurro entrecortado. 

- ¿No crees qué es tarde para disculpas?, Daniela, arruinaste un negocio gigante para mis padres, que cabe mencionar me han castigado hasta que tenga 56 años. No podré seguir con el fútbol nunca en la vida, & sobre ser mariscal de campo no hablemos, que me han sacado del equipo, solo hace falta un partido que tengo que jugar & después adiós. 

- Yo no quería eso, en serio, yo puedo hablar con tus padres sobre lo que... - Me frena antes de terminar. 

- NO DANIELA, NO. Me has jodido gran parte de la vida, muchas gracias. - Dice levantándose sin decir nada mas. 

Por un lado, me siento como una perra, pero por otro, siento que Mario está siendo un idiota, es decir, si, la arruiné, pero no tiene porque comportarse, bien podría disculparme, pero no lo haré, porque ahora mismo siento que se lo merece, entonces, por mi está bien. 

Mentira, voy a llorar. 

Estoy enojada, conmigo misma & con Mario al ser tan estúpido, un perfecto imbécil, siempre lo he dicho. Arrojo un puñetazo a algún lugar, no noto a quien, pero igual lo hago, hasta que escucho un quejido detrás mio & cierro los ojos con vergüenza mientras me doy la vuelta. 

Un chico rubio está frente a mi, casi en el suelo sosteniendo su nariz. Me acerco rápidamente & tomo su rostro entre mis manos, su nariz está sangrando, no demasiado, pero es casi igual. Saco un poco de algodón de mi mochila & lo pongo sobre la zona golpeada, dando pequeños toques a esta. 

Mis ojos inconscientemente están sobre los suyos, admirando el color marrón de estos, que a decir verdad son muy bonitos. Él me dedica una sonrisa a la que yo respondo con otra, que mas parece una mueca vergonzosa. Aleja el algodón de su rostro, rozando mis nudillos con su mano, & me tenso al segundo. 

- En-en serio lo siento. - Digo deslizando una sonrisa mas. 

- No, no hay cuidado. Es mi culpa por ponerme enfrente. - Bromea. Yo río un poco. 

- Que tonto. - Respondo con gracia. - Creo haberte viso en algún lado. 

- Si, de hecho, hace dos meses me golpeaste a mitad del campo. - Dice rascando su nuca. 

Oh, es el chico que quería golpear a Mario. 

- Siento eso, también. - Río. 

- No es nada. - Sonríe. - Hey, ¿algo anda mal?, nadie suelta puñetazos solo porque si. 

- Bueno, en realidad nada va bien. Mi novio es un imbécil. - Digo con tristeza & furia. 

- ¿Mario?, joder, si, lo he notado. Pero que va, esas cosas siempre se soluciona. - Dice encogiéndose de hombros. 

- Es patético, yo soy patética. - Respondo sentándome en una grada.

- ¿Sabes qué?, deja que se rían de lo patético que eres, al final todos terminamos igual, en un boulevard de los sueños rotos. - Dice mirando mis ojos con una sonrisa en los labios.  

Es un tipo agradable. 



Aquí está el capítulo bebes, espero que les haya gustado. Supongo que haré un maratón, o algo así, como regalo de reyes, jajaja. Por si quieren saber, la frase la he sacado de una novela llamada Boulevard, es de Luke Hemmings, el chico de 5 Seconds of summer, que saben, es mi banda favorita. Vayan a leerlo. 

Un perfecto imbécil. ‹‹ Mario Bautista. #CbllrsAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora