El hijo de la rubia y la pelusa

practica

-oye, pensemos un nombre para el niño- hablé luego de unos minutos en el que todo era un silencio incómodo. Near se sonrojó a más no poder- podría ser como el verdadero nombre de L, Lawliet.

-e...eso sería genial.

-bien, mañana labo los platos. Ahora, a dormir! fue un día muy largo- dije. Me levantE y fui, seguido de Near, hacia la habitación.

Estoy muy cansado. Ya quiero dormir.

Comencé a sacarme la polera negra de siempre al igual que los pantalones negros de siempre, logrando así quedarme en boxers.

Near me miraba con la nariz que le sangraba y su gran sonrojo.

-po...por que te sacas la ropa, Mello?- preguntó limpiandose la sangre.

-así duermo. Es cómodo.

-su...supongo.

Reí un poco por su expresión.

-por que te ries?

-je, es que te sienta bien sonreir de vez en cuando. Deberías hacerlo más seguido.

Se sorprendió al decir eso pero...volvió a sonreir.

-en ese caso, si Mello quiere que sonria, sonreiré por Mello- dijo él.

Me quedé sorprendido pero luego le sonreí también.

Le revolví el cabello y me acosté en un lado de la cama. Él hizo lo mismo.

Pareció dormirse de inmediato.

Su respiración era tranquila, sus manitas no dejaban ver su boca, incluso dormido está sonrojado. Parece un angel. Es increible pensar que veré este escenario todos los días por 13 años.

Un impulso hizo que abrazara a Near con delicadeza para que no despertase. No sé por que lo hice, no sé por que le dije que se ponga el delantal, por que le dije eso de que se veìa bien sonriendo, por que lo besé como lo hice e, inicialemente, aceptar tener un hijo con él. Soy muy impulsivo pero esto es demasiado.

El cuerpo de Near se siente...tan calido y suave.

-te quiero, Mello.

......¿q...que?