El hijo de la rubia y la pelusa

De tal palo, tal astilla

Lawliet nos dejó dormir en paz pero aún seguía llorando y pataleando. No lo juzgo. Es un bebé.

-iré a la tienda a comprar comida para Lawliet- avisó Near.

-NO ME DEJES!!! SABES QUE NO SÉ MUCHO DE ESTO!!!- rogué.

-estarás bien. Es un niño. Nada de otro mundo.

Se fue.

Tranquilo, Michel. Como dijo Near, es sólo un niño. ¿que podría pasar?

Me senté en el sofa con el bebé en mis piernas y encendí el televisor.
Puse un canal de lucha libre.

-a la derecha! Mierda!- gritaba de vez en cuando.

Pasaron unos minutos y me acordé de que tenía que darle de tomar a Lawliet.

Le di de su biberón. Es muy tierno.
Tiene el rostro de Near y mis ojos.

-m...m- ¡¿HE?! ¡¡¡VA A HABLAR!!!- m..M...!

¡¡¡VA HABLAR!!! ¡¡¡VA HABLAR!!!

-di "papá"- le decía.

-M...M...!

Si...

-MIERDA!-.........¡¿UNA MALA PALABRA?!

LA APRENDIÓ MIENTRAS MIRABA LA TELE!!!
NOOOO!!!

-ya llegué!- Near!- se divirtieron juntos?

-ha, si- no lo descubrirá. Hay un 7% de probabilidades que un bebé repita la misma pal...

-MIERDA!- HO, POR FAVOR!!!

-¡¿QUIEN TE ENSEÑÓ ESO?!- preguntó Near enojado.

-PAPÁ! - ES BROMA ¡¿NO?!

-Mello...

-LO SIENTO!!!